Asfaltan calles “no principales” en La Habana

Isbel Díaz Torres

HAVANA TIMES — Después de asfaltar varias de las principales arterias capitalinas en vísperas de la visita del Papa, brigadas estatales de obreros acometen ahora la reparación de calles secundarias en barrios pobres de La Habana.

Me ha llenado de alegría ver cómo vecindades muy poco favorecidas de Marianao como El Palmar, Los Ángeles, y otras, se benefician de estas obras, que aunque avanzan lentamente, aseguran un mínimo de confort para sus vecinos.

En marzo pasado, en un diario titulado ¿Desvío de recursos para Ratzinger?, denuncié cómo los materiales inicialmente destinados a las reparaciones de ciertas ciudadelas en desventaja social, habían ido a parar a céntricas avenidas como 31, 41, calle 100, o Paseo.

Ciertamente, aquello no me pareció justo, sobre todo porque son calles que conozco bien, y sé que estaban en buen estado de conservación, al menos para el estándar cubano, y sobre todo cuando se comparaban con otras aledañas en pésimas condiciones.

Ya una de las sendas de la calle 124 fue asfaltada hace más de un mes, y aunque la demora me hizo pensar que se mantendría así durante algunos años, la realidad es que ya han comenzado a rellenar la otra senda.

Ello ha cambiado drásticamente el aspecto de esa calle que, de la avenida 51 hacia arriba, durante décadas ha tenido muy mal aspecto por los grandes baches. Cuestión que se agudizó después de los trabajos realizados por ETECSA en buena parte de las calles habaneras.

Tuve la suerte de encontrarme con una brigada de hombres y sus maquinarias, que rehabilitaban una de estos viales secundarios, quienes entre bromas comentaban mientras yo les tomaba fotos:

-¿Tú vas a mandar esas fotos para Miami?- me preguntó suspicaz un obrero que descansaba recostado a un poste de electricidad.

-No precisamente- le respondí- pero las cosas buenas deben saberse en todas parte ¿no te parece?

No muy convencido del todo, desvió su mirada sin responderme. Comprendí que tantas décadas de rivalidad y descalificaciones desde ambas partes, hacen mella en el imaginario popular. No obstante, pienso que el permitirme tomar fotos de la calle y las maquinarias, indica que poco a poco la gente va cambiando.

Mejores calles tendrá la gente humilde de Marianao, y eso es una buena noticia. No porque lo hayan dicho en el noticiero de las 8, sino porque acabo de verlo hoy mismo.