Unas manos tijeras

Irina Pino

HAVANA TIMES — Este domingo que recién transcurrió, disfruté de la película “Eduardo manostijeras”, del director norteamericano Tim Burton. Con un Johnny Depp que caracterizaba a un personaje de diálogo parco, pero con una singular expresividad. Un chico que en vez de manos, tenía un par de tijeras. El rostro tierno y las manos cortantes. La dualidad: el bien y el mal. Algo que es común a todas las criaturas. Dos fuerzas en pugna.

La historia, según la presentadora, era un realismo fantástico, alegando temas como la presión en la sociedad consumista, donde el dinero constituye un signo de éxito.

Por otro lado, en este cuento de hadas se juega con la manipulación de las personas: te usan, si les traes beneficios, te desechan, si atentas contra las normas preestablecidas de una supuesta sociedad en “armonía”.

Lo diferente siempre asusta a las personas, aunque sea bueno, inteligente y original. Por eso a este engendro se le compara con Frankestein. El híbrido de despojos humanos nació sin maldad, y luego gracias al maltrato y a las burlas, se vuelve un asesino.

Todo se rige por mayorías, eso pasa en todos los campos, la belleza la imponen los medios masivos, el gusto por la música y la moda, lo impone la publicidad. Si a un modisto de alta costura se le ocurre hacer un diseño de papel periódico, entonces los esclavos de la moda harán todo lo posible para vestirse con el papelucho.

Si acaso no tuviéramos ese bombardeo diario, fuéramos más felices, cada uno actuaría de manera individual. No existiría la masividad impuesta para los centros escolares, el servicio militar, donde los jóvenes tienen la perspectiva de las ovejas o los robots, donde las camas deben ser tendidas sin una sola arruga y con los mismos pliegues; y si por casualidad hay una cama que no cumple el esquema, al joven lo envían a realizar labores al campo como castigo.

En las escuelas, son los pelados y el uniforme, todos deben lucir iguales, se impone un 1984, tal como George Orwell escribió en su novela. Vetamos, cortamos, y hacemos ciudadanos seriados, como soldaditos de plomo, aunque con más plomo que cerebro.

Debe prevalecer la diversidad, para que el mejoramiento humano no se aparte de lo espiritual, alguien dijo que eso nos diferenciaba de las bestias, aunque en muchos aspectos las bestias conocen de la convivencia y la tolerancia, mejor que nosotros.

Articulos recientes:

  • Mundo
  • Nicaragua
  • Noticias

La Haya falla contra solicitud del régimen de Ortega

Corte Internacional de Justicia rechaza imponer medidas cautelares contra las exportaciones alemanas de armas a…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

En la Atenas de Cuba “todo se hace a pie”

Ni la figura de los "azules", inspectores encargados de interceptar a los vehículos y embarcar…

  • Cancion del Dia
  • Cuba
  • Noticias

Esperanza Spalding – Canción del día

La artista destacada de hoy es Esperanza Spalding con la canción Afro Blue de Mongo…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.