Blonde: la polémica de una película horrenda

Por Irina Pino

HAVANA TIMES – Antes y después de su estreno, Blonde, la cinta de Andrew Dominik, basada en la novela de Joyce Carrol, ha desatado polémica en las redes sociales y en el mundo en general. Los fans de Marilyn Monroe se dividen: unos la odian, mientras otros la alaban.

Aquí en La Habana, se ven largas colas en las salas cinematográficas, algo inusual en estos tiempos de carencias, pandemia y otros demonios. Asumo que es por ver a la actriz cubana Ana de Armas, objeto de críticas por estos días.

Se ha llegado a decir que merece un Oscar, y que cuando se lo entreguen debe dar un discurso abogando por los presos políticos en Cuba.

Si lo gana, seguramente no lo hará, porque a ella no se le conoce como una persona militante, aunque participó el filme La red avispa, dirigido por Olivier Assayas.

Volviendo al asunto, es cierto que a Norma Jean la violaron y abusaron, como a muchas mujeres les ha sucedido. La experiencia no se borra, a veces colocamos un candado en la memoria, para poder seguir la normalidad, pero siempre ese recuerdo nos acompaña.

Sé muy bien de qué se trata, porque a mí me pasó cuando era muy joven. Y cuando trabajaba en la televisión sufrí acoso sexual por parte de un productor.

Desde hace décadas soy fan incondicional de M. M, guardo sus fotos, películas, documentales, artículos, también sus poemas, muy tristes, que reflejan el asco y angustia por su doble, el odio a su belleza.

La verdad es que padeció inseguridades y sus relaciones amorosas no la ayudaron. No obstante, fue una persona inteligente y nunca dependió de nadie, fundando su propia productora. Actriz con instinto, que emitía una luz, aunque ella no se valorara lo suficiente.

Blonde es la imagen de una mujer débil, víctima del sistema de estrellas, que ha sufrido manipulación, maltrato físico y moral.

No hay respiro de principio a fin, dolor constante, escenas grotescas como esa cuando la llevan a visitar al presidente John F. Kennedy y él la obliga a hacerle una felación mientras mira la TV y habla por teléfono. Todo el tiempo la puerta permanece abierta y su agente de seguridad afuera.

Abortos espontáneos y obligados, misoginia, drogas, sadismo, masoquismo, pérdida de la identidad, todos estos elementos conforman este relato, que no acude a ninguna memoria feliz, no hay nada ahí para guardar espiritualmente.

El director y la novelista se contradicen, unas veces dicen que es ficción, otras, que es la vida de Marilyn Monroe. Pero ambos se apropian de pasajes de su existencia para hacer un filme en que la línea entre realidad y pesadilla se desdibuja, provocando un caos visual.

Ana de Armas ha confesado que hizo el personaje porque estaba aburrida y no tenía ningún proyecto a la vista. A mí entender, ella no es Norma Jean, porque nadie puede meterse en su cabeza. Por eso me parece estar viendo una imitación (muy buena) del personaje, no del ser humano.

Sobra metraje, escenas repetitivas y largas (conversación con fetos); gritos histéricos en medio de una filmación, sin venir al caso; desnudos a granel, pero sin erotismo.

Aparte de algunos recursos de valor cinematográfico como la fotografía, edición y montaje, la música y las actuaciones, la considero inútil y horrenda. Pudieron hacer una película sobre una actriz cualquiera y no necesariamente usar el mito de Marilyn Monroe.

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