Apuntes sobre la sobrevivencia en Cuba

By Irina Pino

Foto: by Juan Suarez

HAVANA TIMES – En mi país hay una frase que se repite hasta la saciedad: “La cosa está difícil”. Y es que esta frase tiene muchas aristas, porque se puede aplicar para las escaseces de todo tipo, ya sea por comida, medicamentos, y hasta en la falta de empleos.

Y hablando de trabajos modernos por cuenta propia, muy acordes con la situación que se vive, han surgido los coleros y revendedores. Los primeros son personas que se dedican a coger turnos en las colas y venderlos. Mientras los segundos, duplican o triplican el precio a las mercancías que han adquirido, para venderlas con posterioridad.

Los coleros se ocultan en los pasillos o edificios que no tienen seguridad, incluso, se trepan a los árboles frondosos. Ya escondidos, esperan hasta las cinco, hora permitida para estar en la calle, pues a las siete de la mañana comienzan a repartir los turnos.

Esto les permite a los que no pueden o no desean levantarse temprano, o por razones de salud y otras causas,  poder obtener alimentos o medicinas, sin desgastarse tanto.  

Hay coleros de tiendas y de farmacias.

Los revendedores actúan diferente, tienen conexiones con los trabajadores de la tienda,  que les avisan cuando entran nuevos productos. Se han hecho de una clientela fija, además de poner sus ofertas en Revolico. A estos se les reconoce enseguida, porque siempre llevan a cuesta mochilas y grandes bolsos.

Yo conozco a dos revendedores que viven en mi barrio, y me han explicado la forma en que funciona el mecanismo. Para ellos es una fuente de ingreso segura.

Como casi toda la gente de a pie, he dedicado tiempo de mi vida a estas horribles colas kilométricas; una vez estuve cinco horas para comprar champú y jabón.

Ahora estoy más aliviada, gracias a la ayuda de mi familia y amigos, no he tenido que someter mi cuerpo a esa tortura física y mental, pues desde hace meses me envían cosas por Supermarket.

La agencia es cubana y se caracteriza por la rapidez. Sin embargo, sus precios son bastante excesivos, teniendo en cuenta que los que pagan residen en el exterior.

Dentro de la mercadería (que no es regular), están los granos, pastas, salsa de tomate, quesos, mayonesa, confituras, aceite, carnes, leche, latas de pescado, jugos, etc. También se puede recibir aseo.

Figúrense que hasta tinas de helado vienen por esa vía. Las tinas cuestan 40 dólares, algo realmente abusivo.

Debo decir, que la mayoría de estos productos no se encuentran en las tiendas de CUP, con sus invariables ofertas de pollo grasoso, perros calientes, el aceite cada mil años, y el detergente de vez en cuando.

Otra buena noticia es hay una agencia de envíos que radica en Miami. Entre las opciones de paquetería está la comida, medicamentos y misceláneas.

Los que desean hacer envíos deben hacer su reserva por internet.

Al arribo de los bultos, te llaman por teléfono para darte una cita. El día señalado, se recogen en un almacén cerca del aeropuerto.

Es un lugar alejado y de difícil acceso, sobre todo para las personas que no poseen vehículo propio. Yo tuve que alquilar un taxi.

Cuando entras, debes recorrer cinco o seis ventanillas con tu identificación y tu lista, luego efectuar el pesaje, y por último, abonar la suma de 100CUP por cada 3 libras.

Supermarket y los encargados de recibir esta paquetería, están haciendo un vaciado de bolsillos histórico, en medio de una situación desesperada, cuando deberían tener precios más flexibles y respetuosos con la comunidad de afuera, y la que aún se mantiene en la isla, que ha sufrido necesidades por décadas.

Lea más de Irina Pino aquí en Havana Times.

Articulos recientes:

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

15 años de prisión a la joven que transmitió las protestas

Se intenta suicidar en prisión Fray Pascual Claro Valladares al conocer su sentencia, de 10…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

“Distorsiones” de moda en Cuba

Nada nuevo, pero resulta que la palabra se ha puesto de moda, y esta semana…

  • Cuba
  • Reportajes
  • Segmentos

San Antonio de los Baños, donde el humor dio paso al dolor

Sin electricidad y sin acceso a la red de redes, así pasan los habitantes de…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.