Irina Echarry
Los trámites iniciales con la UMIV (Unidad Municipal de Inversiones de la Vivienda) no tuvieron resultados. Enviamos cartas al Partido municipal, a la Vivienda, al Consejo Popular y a otros organismos. Los delegados de nuestra circunscripción durante años ignoraron el asunto aunque en todas la reuniones de Rendición de Cuentas se planteaba.
Una de esas cartas se publicó en el periódico Juventude Rebelde, aclarando que estábamos esperando una respuesta de los organismos correspondientes, pero la respuesta nunca llegó.
El trabajo era arduo y novedoso, pues en sustitución a las racillas o el papel de techo o el derretido con asfaltil, pondrían unas mantas para impermeabilizar. La algarabía de los hombres trabajando duró poco, de pronto se les terminaron los materiales y se retiraron sin fijar las mantas.
Desde entonces cuando el aire soplaba fuerte a lo lejos se veían algunos extremos de las mantas flotando como si el edificio fuera un velero en alta mar. Entonces nos quedamos peor de como estábamos. Más desnuda la azotea, el agua tenía muchos lugares por donde salir y mi departamento en el último piso (en la esquina) comenzó a funcionar como cascada cada vez que llovía.
Así estuvimos mucho tiempo escribiendo más cartas, pidiendo a la Vivienda que nos volviera a poner en el Plan de Reparación (nos quitaron enseguida cuando la otra brigada llegó).
Féliz, el nuevo delegado del Poder Popular es el único que se ha interesado por este problema que afecta a muchos edificios de Alamar. Por su gestión tenemos otra brigada trabajando en el techo después de 15 años de filtración. Ya tumbaron el pretil y lo están levantando de nuevo. Al menos empezaron bien, nunca es tarde si la “pincha” es buena.
Presentamos las noticias internacionales en breve recopilada por Democracy Now el lunes 29 de abril de 2024.
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