Ariel Ruiz Urquiola está muriendo

“El hombre es libre en el momento en que desea serlo” -Voltaire

Irina Echarry

HAVANA TIMES – La libertad, ese concepto tan manipulado y maltratado, todavía es el motor que da fuerzas a los hombres y mujeres de principios, ese es el caso de Ariel Ruiz Urquiola.

A Ariel solo lo he visto par de veces, desde hace rato quería ir a su finca a aprender, a colaborar. Entre una cosa y otra lo fui dejando, sobre todo, por mi timidez, ¿cómo iba a aparecerme allá sin algún conocido que mediara entre nosotros? Me arrepiento, debí haber estado cerca de este ser humano tan valioso, un joven como los que necesitamos para hacer del mundo un mejor lugar

Ahora Ariel se muere, es todo lo que puedo decir, es en lo único que puedo pensar desde que comenzó su huelga. Amante y defensor de la vida, lo cual ha demostrado con su activismo medioambiental, y ahora corre riesgo de muerte. Una persona de principios es capaz de morir por lo que considera una injusticia, y su caso ha sido terriblemente injusto.

El Gobierno se ha ensañado con él –con lo que significa-, y ahora debe dejarlo libre; él no es una amenaza para el país como quieren hacer ver. Las pruebas de lo que realmente dijo a los guardias forestales están ahí, a la mano. El trabajo que viene realizando en la finca también se puede comprobar, no solo su necesaria labor, sino todos sus papeles en regla. No hay motivo para que esté –estemos-  pasando por esto. Sus amigos deben poder llegar hasta el hospital, convencerlo de dejar la huelga para continuar la lucha con otras armas. Lo necesitamos vivo, activo, sembrando, pensando.

En Ariel veo a algunos jóvenes que conozco, que no se muerden la lengua ante las arbitrariedades, ante los abusos. Si muere, Cuba no será la misma, no solo por su persona, que ya es suficiente, ni por sus valores, tan escasos en estos tiempos, sino porque ya no habrá esperanzas.  Los jóvenes sabrán que ser honestos, trabajadores, preocupados por la ecología, inconformes con el estado de cosas, críticos de la realidad que nos rodea, etc., puede ser muy peligroso.

Con una mayoría de la juventud enajenada, apática y grosera, sumida en la doble moral que heredaron de sus padres, en el irrespeto, y dispuesta a perjudicar a cualquiera para “resolver” el día a día, es muy simbólico que el Gobierno encarcele a Ariel.

Esto no solo me hace pensar en política, aunque también, me hace cuestionar la humanidad de quienes apagan una vida útil.