¿Para qué sirve el derecho internacional?

Por Elio Delgado Legón

 

HAVANA TIMES – Hace 75 años, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, en la que Estados Unidos intervino a última hora, (no tanto para derrotar al fascismo, que ya estaba derrotado, sino para frenar el avance de las tropas soviéticas), fue creada la Organización de Naciones Unidas (ONU), que tuvo un objetivo esencial: “Crear condiciones bajo las cuales puedan mantenerse la justicia y el respeto a las obligaciones emanadas de los tratados y de otras fuentes del derecho internacional”. Elementos clave de la organización han sido, desde su creación, el derecho internacional y el respeto por este.

La Carta de las Naciones Unidas es considerada un tratado internacional y como tal un instrumento de derecho internacional y es vinculante para los Estados miembros. Este documento recoge los principios de las relaciones internacionales, desde la igualdad soberana de los Estados, hasta la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales.

La Organización de Naciones Unidas completó su estructura para cumplir su objetivo de mantener la paz mundial, con un entramado de cortes y tribunales, de los cuales el principal es la Corte Internacional de Justicia.

Como documento vinculante, la Carta de la ONU deja muy claros dos principios fundamentales para mantener la paz: la igualdad soberana de los Estados y la prohibición del uso de la fuerza en las relaciones internacionales. Ambos principios han sido sistemáticamente violados por Estados Unidos en diversas partes del mundo, sin que la Corte Internacional de Justicia tome una sola medida para impedir que se sigan violando las leyes internacionales.

Con respecto a Cuba, la potencia del norte viola la responsabilidad legal que tiene en sus relaciones entre Estados, entre otras, con relación a los derechos humanos y el uso de la fuerza, y se atribuye funciones que solo son potestad del Consejo de Seguridad, como es dictar sanciones.

Mantener un bloqueo económico, comercial y financiero contra el pueblo de Cuba para causarle penuria, hambre y enfermedades para obligarlo a rebelarse contra el Gobierno, es una violación flagrante y sistemática de los derechos humanos de todo un pueblo por casi 60 años, que bajo la Administración de Donald Trump se ha profundizado de tal manera que llega a perseguir cualquier transacción cubana en cualquier parte del mundo, con el objetivo de sancionar a quien haga negocios con Cuba para cerrarle al país todas las entradas de divisas.

Han llegado hasta perseguir a las navieras que transportan petróleo a Cuba y a las empresas de seguros que atienden ese transporte, con el objetivo de dejar al país sin combustible. Esa persecución ha llegado también al transporte de gas licuado de petróleo, que es el principal combustible que usa el pueblo para cocinar sus alimentos. ¿Qué es eso si no una violación de los derechos humanos de todo un pueblo?

La comunidad internacional ha condenado durante 28 años consecutivos, en la Asamblea General de la ONU, el bloqueo a Cuba, y lejos de tomar medidas para eliminarlo y normalizar las relaciones, como corresponde a dos países vecinos y miembros de la ONU, lo que han hecho es profundizarlo y agregar medidas adicionales, como prohibir las visitas de estadounidenses a Cuba, los viajes de cruceros a la Isla, los vuelos de aeronaves a casi todos los aeropuertos cubanos, con excepción de La Habana. También han dictado sanciones contra empresas que tienen negocios de turismo en Cuba, en fin, todas son violaciones de la Carta de la ONU y del derecho internacional.

Por ese camino pronto llegaremos a la tercera guerra mundial, que se trató de evitar con la fundación de la ONU, pero esta sí sería la última, pues ya no quedaría nada por qué luchar. Entonces yo pregunto: ¿Puede permitírsele a un país, por ser el más fuerte, violar todas las leyes? ¿Para qué sirve la ONU y para qué sirve el derecho internacional?