Los daños del bloqueo a Cuba son una realidad, no un pretexto

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES – El expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, en su visita a Cuba, expresó públicamente que el embargo (bloqueo) era una política fracasada que no había logrado sus objetivos y que solo producía sufrimientos y carencias al pueblo de Cuba. “Estoy seguro de que el Congreso, inevitablemente, levantará el embargo que ya no tiene cabida”, dijo el entonces presidente de Estados Unidos.

El papa Juan Pablo II, cuando visitó a nuestro país y en otras ocasiones, calificó al bloqueo de inmoral, ilegal y éticamente condenable.

Hablando ante más de 200 mil personas, Juan Pablo II dijo que los embargos económicos son siempre condenables, porque lesionan a los más necesitados.

Tres congresistas estadounidenses que se encontraban en Cuba, coincidiendo con la visita del Papa, avalaron la condena que hizo este sobre el asedio contra Cuba y respaldaron un cambio de esa medida. “No vendría mal un cambio de actitud de Washington con respecto al embargo después de la visita de Juan Pablo II”, aseguró el congresista James McGovern, quien, junto a los legisladores Joe Mockley y Richard Neal, lo consideraron “injusto” y que “no cumplirá los objetivos”.

En lo que constituyó la segunda visita papal a Cuba, el papa Benedicto XVI también condenó esa política, cuando declaró que los esfuerzos por cimentar una sociedad de amplios horizontes, renovada y reconciliada, se afectan cuando las medidas económicas impuestas desde fuera del país pesan negativamente sobre la población.

El tercer Sumo Pontífice en visitar a Cuba fue Francisco, quien respondiendo a una pregunta de la periodista cubana Rosa Miriam Elizalde, mientras viajaban de Cuba a Estados Unidos, expresó lo siguiente:

“El problema del bloqueo es parte de la negociación. Es público esto. Ambos presidentes han hablado de esto. Es una cosa pública que va en camino de las buenas relaciones que se van buscando. Mi deseo es que se llegue a buen término, a un acuerdo que satisfaga a las partes.

“Respecto a la postura de la Santa Sede con respecto a los bloqueos, papas anteriores han hablado de eso. No solo de este, de otros casos. Hay doctrina social de la Iglesia al respecto, yo me refiero a eso. Es bien precisa.”

Hasta aquí he citado opiniones de un presidente de Estados Unidos en el ejercicio de su función, de tres congresistas de ese país, aunque muchos otros se han referido al tema y lo han condenado, y de tres Papas de la Iglesia Católica que han visitado la Isla y en todos los casos las opiniones son negativas.

En el informe que Cuba ha presentado a la ONU, con vistas a su discusión el próximo mes de octubre, cuando se someterá nuevamente a votación la resolución titulada Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos de América contra Cuba, aparecen muchos datos sobre sus efectos, pero yo he tomado solamente dos.

El texto señala que se ha solicitado la compra de un fármaco de quimioterapia para tumores cerebrales malignos a tres compañías estadounidenses, sin respuesta hasta el momento, por lo cual tres pacientes menores de 15 años no han podido acceder a tratamientos de primera línea, contra la segunda neoplasia más frecuente en niños. Solamente ese dato, que se ha repetido año tras año con distintos medicamentos, hace que el cerco sea inmoral, genocida y de ninguna manera justificable.

Los que tratan de justificar semejante política son tan inmorales como los que la aplican y se hacen cómplices del genocidio más cruel y largo de la historia.

A más de 134 mil 499 millones 800 mil dólares se calcula que asciende el monto cuantificable del bloqueo contra Cuba, además del costo humano incalculable durante casi seis décadas.

Si alguien opina que Cuba utiliza el bloqueo como un pretexto para ocultar deficiencias, yo le respondo que hagan gestiones para que le quiten a Cuba la posibilidad de utilizar ese pretexto, porque los daños del bloqueo son una cruel realidad, no un pretexto.