Las relaciones Cuba-Estados Unidos

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — Las noticias de los últimos días sobre las relaciones Cuba-Estados Unidos han tenido gran impacto a nivel internacional y han llenado de júbilo al pueblo cubano, por el regreso a casa de los tres hijos de Cuba que permanecían en cárceles de ese país, cumpliendo largas e injustas condenas, solo por penetrar a grupos terroristas asentados en el sur de La Florida.

La decisión del presidente Barack Obama de ponerlos en libertad y de restablecer las relaciones diplomáticas con Cuba, ha sido acogida con alegría por el pueblo cubano, pues constituyen los primeros pasos de un largo camino que posiblemente habrá que recorrer para el total restablecimiento de las relaciones normales entre vecinos.

Digo que son los primeros pasos, porque el problema fundamental, que es el bloqueo económico, comercial y financiero, que hace más de 50 años pesa sobre las espaldas del pueblo cubano, sigue pendiente de solución y tendrá que ser derogado por el Congreso norteamericano.

Hacer pronósticos sobre cuál será la decisión del Congreso, de mayoría republicana, en respuesta a la propuesta de Obama de que deroguen las leyes en que se sustenta el bloqueo, es bastante difícil, pues por un lado, los republicanos intentarán hacer quedar mal al presidente demócrata, pero por otro lado, entre los republicanos también hay intereses económicos que serán beneficiados con el restablecimiento del comercio bilateral.

Cuál de las dos tendencias tendrá más fuerza? Habrá que esperar, pero a mi juicio, a pesar de que los legisladores de origen cubano se opondrán con toda su fuerza y serán secundados por algunos guerreristas como John Mc Cain, existe un importante lobby de granjeros y otros comerciantes que han visto perjudicados sus intereses con el bloqueo y sacan cuentas de cuánto han dejado de ganar en 50 años y cuánto pueden recuperar exportando a un país de once millones de habitantes, con un turismo en ascenso que ya suma tres millones de visitantes cada año y que podría duplicarse en poco tiempo si los norteamericanos recuperaran la libertad de viajar a donde lo deseen como está escrito en su Constitución.

También existen intereses en importar de Cuba muchos productos que no encuentran en otros mercados, algunos porque son exclusivos de Cuba y otros porque en ningún otro lugar tienen la misma calidad que en nuestro país.

Otro aspecto del tema, que a mi juicio tiene más importancia que el simple comercio, es la posibilidad que tienen los empresarios de aquel país de realizar inversiones en Cuba, sobre todo en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, que ya ha recibido numerosas solicitudes de empresarios de otros países.

En mi opinión, entre los intereses de los legisladores de origen cubano y sus seguidores guerreristas, y los intereses de los hombres de negocios norteamericanos, estos últimos deben tener ventaja.

Con el restablecimiento de las relaciones con Cuba, Estados Unidos ha mejorado mucho la imagen negativa que había ganado en los últimos años, sobre todo en el ámbito latinoamericano, donde, ha estado perdiendo oportunidades de inversión y de otros negocios que están siendo aprovechadas por países de Europa y Asia, que no exigen condicionamientos políticos ni se inmiscuyen en los asuntos internos de los países con los que hacen negocios. Ese debe ser el futuro de las relaciones de Estados Unidos con todos los países de América Latina y el Caribe, si quiere recobrar el prestigio que alguna vez tuvo.