La juventud cubana jamás se dejará engañar

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES – El imperialismo estadounidense siempre ha cifrado sus esperanzas en las juventudes de los países cuyos gobiernos no son de su agrado, por tener sistemas progresistas empeñados en proporcionarles la mayor suma de felicidad a sus pueblos y no en entregarles a sus países a las trasnacionales para que los expriman y los llenen de miserias con sus políticas neoliberales.

Con la juventud cubana han ensayado diversas formas de penetración y todas han sido denunciadas y rechazadas por los propios jóvenes, porque conocen los métodos que utilizan las agencias del imperio, que con distintos nombres utilizados como disfraces de corderos, esconden sus verdaderas intenciones de lobos devoradores de pueblos.

Dos ejemplos de cómo actúa el imperialismo y la derecha internacional contra los gobiernos de izquierda los tenemos en Venezuela y Nicaragua. En la primera llevaron a cabo una guerra económica de desabastecimiento, con la complicidad de la extrema derecha nacional, para culpar al Gobierno de la situación y que el pueblo lo derrocara.

Como esa táctica no les dio los resultados esperados, apelaron a la violencia en las calles, donde cometieron horribles atrocidades, incluso hasta quemar personas vivas, provocando un caos en el país; sin embargo, eso tampoco les dio los resultados esperados.

Durante mucho tiempo estuvieron pidiendo que se adelantaran las elecciones, con la esperanza de ganar y producir el cambio de gobierno que el imperialismo reclama. Con todo, cuando el Gobierno planteó realizar elecciones generales, tampoco estuvieron de acuerdo y algunos no participaron, porque se habían desprestigiado tanto con sus acciones golpistas y desestabilizadoras, que era imposible ganar una elección y como era de esperar, el presidente Nicolás Maduro resultó electo con una mayoría más amplia que en las elecciones anteriores. A pesar de eso, siguen tratando de desestabilizar su país, con sanciones y con informaciones mentirosas y tendenciosas, que han llegado a engañar hasta a la Unión Europea.

En el caso de Nicaragua, es de todos conocido que el presidente Daniel Ortega ganó las elecciones en fecha bastante reciente con una aprobación de más del 70 por ciento de los votos, después de un período de mandato anterior, en el cual el país que recibió, que estaba sumido en la pobreza, se fue recuperando, con un crecimiento sostenido del Producto Interno Bruto y una disminución creciente de la pobreza extrema que dejó la política neoliberal de los gobiernos anteriores.

Nicaragua ha sido, bajo el gobierno del Frente Sandinista, el país más seguro de Centroamérica y el que más ha avanzado económicamente, pero eso la derecha internacional y el imperialismo no lo perdonan, y aprovecharon una medida decretada por el Gobierno de reforma a la seguridad social, para comenzar una protesta que hacía tiempo venían preparando las distintas agencias de Estados Unidos, como la USAID, la NED, la NDI y la CIA, desde el momento mismo de la elección de Daniel Ortega.

De la protesta inicial, por una medida que fue derogada de inmediato, pasaron a la violencia de grupos que ya estaban preparados para cumplir esa misión, con armas caseras y cocteles molotov, con los que han provocado innumerables incendios en dependencias estatales y hasta privadas y ocasionado la muerte a alrededor de 200 personas, entre ellos, varios policías y bomberos, mientras la prensa reaccionaria afirma que los muertos se deben a la represión de la policía, cuando la realidad es que esos grupos delincuenciales han hecho tanto daño, precisamente porque la policía no ha tenido una intervención más eficaz.

De que la situación en Nicaragua ha sido provocada y organizada por las agencias del imperio, especializadas en los llamados golpes blandos, no existe la menor duda y así lo afirman los principales analistas y politólogos de América Latina. Los que ingenuamente, o deliberadamente, se hacen eco de las noticias falsas y tendenciosas de la prensa reaccionaria, no saben, o tal vez sí, el daño que le hacen al pueblo nicaragüense, que en más del 70 por ciento apoya al Frente Sandinista y a su presidente Daniel Ortega.

La crisis en Nicaragua no es más que el paso más reciente del imperialismo y la derecha internacional para revertir todos los procesos de izquierda en América Latina, donde están acudiendo a todos los mecanismos posibles, desde acusar sin pruebas a los principales líderes de la izquierda, lo que han convertido en una verdadera cacería, hasta producir golpes violentos como le hicieron a Manuel Zelaya en Honduras, cuyas consecuencias aún sufre el pueblo hondureño.

Sin lugar a duda, se trata de una guerra de baja intensidad para empoderar a toda costa a la derecha en el “patio trasero” del imperio para que cumpla disciplinadamente sus órdenes. Jóvenes latinoamericanos, estén alertas, no se dejen engañar, como no se dejan engañar los jóvenes cubanos.

(Nota del editor: en este escrito Elio nos brinda una versión fiel de cómo ha sido reflejado el conflicto actual en Nicaragua en la prensa oficial cubana.)