La Asociación de Estados del Caribe (AEC) en Cuba

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — Cuba, presidente pro-témpore hasta 2017 del Consejo de Ministros de la Asociación de Estados del Caribe (AEC), ha reunido en La Habana durante los días del 2 al 4 de junio a la mayoría de los jefes de Estado o Gobierno de los 25 estados del Caribe, los cancilleres y altos funcionarios de los países miembros de la organización, para celebrar su VII Cumbre.

Una alta participación, como ocurre cada vez que Cuba organiza una cumbre, por su alto poder de convocatoria, emanado de su fuerza moral y su ejemplo de resistencia ante los intentos de dar marcha atrás a la historia y retrotraernos al capitalismo neoliberal, reiteradamente fracasado.

Entre los temas esenciales abordados en esta VII Cumbre de la AEC está el fenómeno del cambio climático y el enfrentamiento a desastres naturales, así como los retos de estas naciones en los sectores del turismo, el transporte y el comercio entre los países.

El primer día, la reunión de altos funcionarios dejó redactados los principales documentos: la Declaración de La Habana y el Plan de Acción 2016-2018. Además, en una resolución especial se reconoce a Alfonso Múnera, actual secretario general de la AEC, por la labor desarrollada para lograr la revitalización de la organización.

Un intenso trabajo desarrollaron los cancilleres el viernes 3 para dejar listos, con el consenso de todos, los referidos documentos, que fueron firmados el sábado 4, en el sector de alto nivel, por todos los jefes de Estado o sus representantes.

El presidente cubano Raúl Castro, en su discurso de inauguración de la Cumbre reafirmó la importancia de la unidad entre las naciones del área, y ratificó el compromiso de los Estados de no intervenir directa o indirectamente en los asuntos internos de otros y a practicar la tolerancia y la convivencia pacífica.

Llamó, además, a respetar plenamente el derecho inalienable de todos los Estados a elegir su sistema político, aspecto insoslayable para la paz, la concordia y la integración regional.

Los jefes de Estado o gobierno, en sus intervenciones en la Cumbre, agradecieron a Cuba por la solidaridad y la cooperación brindadas, sobre todo en el campo de la salud y la educación, pues con el arribo de la brigada médica cubana en febrero de 2016 a Las Bahamas se cubrió la totalidad de los países de CARICOM con servicios médicos cubanos insertados en sus programas nacionales, un aporte que cada vez se respeta y aprecia más.

Como ejemplo de las manifestaciones de agradecimiento a Cuba, citaré sólo dos intervenciones: Keith Claudius Mitchell, primer ministro de Granada, destacó los fuertes vínculos históricos con el pueblo de Cuba, país que consideró una luz, un ideal, expresión de lo que un gobierno glorioso puede alcanzar ante los diversos desafíos actuales. Andrew Michael Holness, primer ministro de Jamaica, expresó que Cuba tenía que ser anfitrión de la VII Cumbre de la Asociación de los Estados del Caribe, por su permanente cooperación con los países insulares.

Alfonso Múnera, Secretario General de la Asociación de Estados del Caribe destacó que de todas las cumbres realizadas después de la primera en 1995, esta de La Habana ha sido la de mayor participación de los Jefes de Estado y de Gobierno de la región pues asistieron 22, por lo que consideró que toda la organización estuvo representada en la Cumbre.

“Esta conferencia es ocasión propicia para refrendar la firme voluntad de continuar cooperando y compartiendo nuestros modestos logros con los hermanos caribeños, a pesar de las dificultades económicas que enfrentamos”, expresó el presidente Raúl Castro en su discurso de apertura.

En la clausura de la Cumbre, Raúl Castro expresó, entre otras ideas, lo siguiente:    “Hemos reafirmado la importancia de aplicar los postulados de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada por los Jefes de Estado y de Gobierno en enero de 2014, en las relaciones entre nuestras naciones y con otras contrapartes y socios.

“La paz y la estabilidad, la defensa de los intereses de nuestros pueblos y el ejercicio de la soberanía y la autodeterminación, sin injerencia externa, son elementos esenciales para avanzar hacia las metas de integración y cooperación que nos hemos trazado.”

Son dos ideas esenciales, si se quiere lograr el mayor bienestar para los pueblos de la región, con los que Cuba reafirma su solidaridad y cooperación en todos los campos posibles, aún con las dificultades económicas que afronta, derivadas de la crisis económica global y los efectos devastadores de un bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por el gobierno de Estados Unidos hace más de 50 años.