Estados Unidos reconoció su aislamiento en relación con el bloqueo a Cuba

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES — En sus palabras ante la Asamblea General de la ONU, la embajadora de Estados Unidos ante ese organismo internacional, Samantha Power, reconoció que su país se había quedado aislado del resto del mundo en relación con el embargo (bloqueo) a Cuba y que esa política no había tenido éxito, y por lo tanto EE.UU. no votaría como en años anteriores en contra de la Resolución presentada por Cuba, sino que se abstendría.

Aunque la Resolución, aprobada por 191 votos a favor y ninguno en contra, no es vinculante, es decir, no obliga a su aplicación, es un apoyo moral a Cuba y una condena a esa política, que ha sido calificada, con razón, de genocida, inhumana, inmoral y como una reliquia de la Guerra Fría, que se supone hace tiempo terminó.

El propio presidente Barack Obama reconoció que esa política causaba sufrimientos innecesarios al pueblo de Cuba y que había que cambiarla. Por supuesto que no dijo que era por inmoral, sino porque no había dado los resultados que ellos esperaban y era necesario cambiar la táctica, siempre enfocados en su objetivo final, que es retrotraer la historia de Cuba al año 1958, volver al capitalismo, a la politiquería del multipartidismo, tal vez postular para presidenta de Cuba a Iliana Ross, a Marco Rubio, y toda esa calaña y convertir a Cuba de nuevo en el patio trasero del imperio, con la medicina privada para los puedan pagarla, lo mismo con la educación, en fin, el capitalismo.

No es un secreto para nadie que el bloqueo ha afectado a todos los sectores de la economía cubana y, por ende, a todos los cubanos. Sin embargo, la resistencia del pueblo de la Isla ante las carencias de todo tipo ha despertado en todo el mundo la solidaridad y la admiración, y ven a Cuba como un ejemplo de lo que puede un pueblo cuando no se doblega ante las agresiones  de todo tipo, como ha recibido Cuba.

El bloqueo tenía el objetivo declarado, sin recato, de rendir al pueblo de Cuba por hambre, enfermedades y necesidades para que se rebelaran contra el gobierno, y acompañando a esa medida estaban las agresiones dirigidas por la Agencia Central de Inteligencia (CIA), que ha provocado más de tres mil muertes, otro tanto de mutilados e incalculables pérdidas económicas, solo por esas medidas de guerra caliente.

Referirme a todos los efectos nocivos del bloqueo contra Cuba, haría demasiado extenso este comentario, pero no puedo dejar de referirme al carácter criminal de las medidas que impiden adquirir medicamentos y equipos médicos que pueden salvar vidas y que son implantadas en todo el mundo por las empresas subsidiarias de casas matrices en Estados Unidos, como si salvar la vida de un niño con cáncer en Cuba perjudicara a la potencia más poderosa del planeta.

Otro tanto ocurre, aunque no tan dramático, con la venta de alimentos, lo que obliga al gobierno cubano a importarlos de lejanos países, a precios más altos y con mayor demora, además de los altos costos de fletes.

He puesto estos dos ejemplos porque son los que tienen un carácter más criminal dentro del  bloqueo, los que pueden darle el calificativo de genocida, según el derecho internacional.

Aunque algunos digan que no es un triunfo de Cuba, yo repito que sí es del pueblo cubano por su resistencia, que se ha ganado la admiración de todos los pueblos del orbe, que nos respaldan, además, porque Cuba no ha escatimado esfuerzos, aun con las limitaciones del bloqueo, para ayudar a otros pueblos, cuando lo han necesitado.

Por eso, la moral de Cuba está más alta que nunca y considero que la caída del bloqueo es solo cuestión de tiempo, pues no perjudica solo a Cuba, sino también al pueblo estadounidense y a todos los países del mundo que ven limitadas sus posibilidades de negocios con Cuba, por el carácter extraterritorial de esa legislación.