El desarrollo de la agricultura cubana

Elio Delgado Legón

HAVANA TIMES – Cuba es un país eminentemente agrícola, por lo tanto, en el camino hacia el desarrollo, cuyo principal obstáculo es el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos hace casi 60 años, la modernización de la producción agropecuaria es una tarea obligada y en ello se está trabajando arduamente.

La agricultura cubana no es la de antes de la Revolución, cuando los campesinos solo se guiaban por la experiencia de los más viejos, pues no había desarrollo científico, ni en ese ni en ningún otro campo del conocimiento. La semilla utilizada era la acopiada por los propios campesinos y en la mayoría de los casos con baja calidad y, por lo tanto, con bajos rendimientos. En muy pocos casos se podía utilizar el regadío, pues no había reserva de agua embalsada, por lo que un año de sequía era un año de hambre en los campos.

Hoy la situación es diametralmente opuesta. La agricultura, tanto en las empresas estatales, como en las cooperativas agropecuarias y los campesinos independientes, se sirve del desarrollo científico que se ha alcanzado en los centros de investigaciones agrícolas, se utilizan semillas certificadas de alta calidad y un alto porcentaje de las tierras de cultivo tienen garantizado el abasto de agua para el regadío, y se hacen grandes inversiones para seguir aumentando las áreas bajo riego, lo que será garantía de altos rendimientos y de mayores producciones agropecuarias.

Un ejemplo de las inversiones que se realizan con ese fin son los trasvases de agua de los lugares donde está más abundante, hacia donde más escasea. La mayor acción de ese tipo, proyectada y construida por ingenieros cubanos, es el trasvase Este-Oeste, en la zona oriental del país.

El objetivo del trasvase Este-Oeste, calificado como la obra hidráulica más importante del siglo XXI en Cuba, es desviar el agua desde las cuencas de los ríos que nacen en el macizo montañoso Nipe-Sagua-Baracoa, a las llanuras fértiles del norte de Holguín, Las Tunas, nordeste de Camagüey y el centro y norte del valle del Cauto.

Esa construcción es un sistema hidráulico con origen en la presa del río Sagua, a unos 37 kilómetros de su desembocadura en el océano Atlántico y a 15 kilómetros del poblado de Sagua de Tánamo. Su primer tramo recorre hacia el oeste, regulando los ríos Miguel, Grande, Cabonico y Levisa, con sus respectivas presas e interconectándose por medio de túneles, hasta alcanzar la presa del río Mayarí, 13 kilómetros al sur del poblado de igual nombre.

Un complejo de canales y túneles conducen el agua, atravesando grandes macizos cañeros, que serán beneficiados con regadío.

Por la intensa sequía de los últimos años se aconsejó la realización de este trasvase para dar solución al abasto de agua en el oeste de la provincia de Holguín y en el norte de Las Tunas.

Como resultado de la construcción de la presa sobre el río Mayarí se han evitado las inundaciones que este provocaba en la ciudad de nombre homónimo. En el período comprendido de octubre de 2015 a abril de 2016 se trasvasaron 8,2 millones de metros cúbicos de agua hacia Holguín, lo cual posibilitó enfrentar la sequía y mantener los niveles de entrega a la población de esa populosa urbe, de más de 300 mil habitantes.

El agua suministrada por el trasvase ya beneficia a la agricultura de Holguín, donde se irrigan más de mil hectáreas de diversos cultivos, pero existen posibilidades de regar más de 12 mil hectáreas, en la medida en que se instalen los equipos requeridos.

Otro trasvase que beneficia a la agricultura, aunque de menor importancia, es el canal Zaza-Ciego, que lleva el agua desde la presa Zaza, la mayor de Cuba, hasta la zona sur de la provincia de Ciego de Ávila, donde escasea ese preciado líquido para el regadío de las fértiles tierras de esa provincia.

He señalado solo dos ejemplos de cómo se trabaja en Cuba para obtener de la tierra las mayores producciones posibles utilizando la ciencia y la técnica, para lo cual existen los ingenieros y técnicos formados en las universidades cubanas y que con su inteligencia contribuyen decisivamente al desarrollo de la agricultura cubana.