El concierto de Pablo Milanés

Dariela Aquique

HAVANA TIMES — Estaba de visita en ciudad de La Habana. Iban a ser apenas tres días, y el amigo que me servía de anfitrión me habló del concierto de Pablo Milanés en el teatro Karl Marx.

Sería el domingo 19 de mayo a las 5 de la tarde. La idea me entusiasmó muchísimo, hacía ya bastante tiempo que no estaba a un concierto del querido Pablo.

Volver a disfrutar en vivo de El tiempo, el implacable o del Breve espacio en que no estas, era una de las mejores cosas que podía pasarme en mi corto tránsito por la capital de Cuba. Invité a Circles y quedamos de encontrarnos en el auditórium de Playa.

Pero desafortunadamente gestiones personales que hube de hacer en la mañana, y lo distante que estaba parando del teatro; no me permitirían llegar a tiempo al concierto y con pesar opté por no asistir.

El concierto en realidad no tuvo tanta difusión en los medios, como se acostumbra a hacer cuando se trata de otros cantautores. O cuando las funciones son preconcebidas en saludo a efemérides u otros eventos.

Como todos sabemos, cualquier otro artista habría aprovechado la coincidencia de la fecha para dedicar el concierto a la caída en combate de José Martí (por ejemplo). O cualquier otro pretexto, de esos con los que se aseguran el apoyo logístico de las instituciones o una gran promoción.

Pero Pablo no necesita pretextos, solo una buena razón: cantarle a su público, y así fue. Circles me llamó a los pocos días, diciéndome que tenía buenas fotos, que si me animaba a escribir la reseña.

Entonces le expliqué que no nos vimos, porque nunca llegué. Él me contó de lo fabuloso que le pareció el recital. De la vitalidad de Pablo, pese a sus años y su enfermedad. De lo concurrido del teatro, pese a la poca divulgación.

Y de lo gratificante que resulta escuchar Yolanda, de boca del bayamés. Ambos hablamos de que era poco probable que fuera trasmitido para la televisión.

Temíamos que las pasadas incidencias de la polémica en la prensa digital Edmundo-Pablo. Y las declaraciones hechas por el cantante en espacios de la televisión de Miami, fueran motivo para privar a la teleaudiencia del concierto.

Pero gracias a Dios, nos equivocamos y ayer en la noche, el canal Cubavisón en su espacio Recital,  se trasmitió el concierto. Agradecí infinitamente que así fuera. Me sentí un poco menos frustrada por no haber podido estar allí.

Fue bueno para mí ver a aquel hombre que hace poco más de un año, naufragó en el limbo de las incomprensiones. El que fue acusado del lado de acá de recibir pago por sus manifestaciones, de senil, de errático. Y que fue tildado del lado de allá, de ser un oportunista y un simulador.

Hoy volvía a poner de pie a su público. Un público de varias generaciones que le aclamaba. Personalidades prestigiosas del arte y la cultura que estuvieron allí. Y yo que disfruté de sus canciones, aunque fue por la televisión. Finalmente pude escribir la reseña  a la que Circles me exhortaba.