Vendernos su capitalismo

Daisy Valera

La Feria del Libro 2010. Foto: Caridad

La imagen de la feria en esta ocasión era muy parecida a la de años anteriores, una multitud de personas de todas las edades llegan desde bien temprano a la fortaleza de La Cabaña y se quedan hasta entrada la tarde haciendo las más disímiles actividades.

Para muchos la feria es un pretexto para salir con los amigos, disfrutar de las ofertas gastronómicas o sentarse a cantar acompañados de guitarras en el césped de la amplia fortaleza, que junto con los libros se llena de vida.

El país invitado de Honor en esta ocasión es Rusia.

Como consecuencia de esto,  las editoriales cubanas sacaron nuevamente libros que hacia más de 20 años que no se veían en Cuba, entre ellos La Guerra y la Paz, de León Tolstoi, Crimen y Castigo de Dostoievski, cuentos de Antón Chejov, y otros.

Cuba estuvo durante muchos años ligada culturalmente con Rusia. Un buen número de generaciones de cubanos cursaron sus estudios universitarios y de otros tipos en varias de las repúblicas que conformaban a la URSS.

Por esto, muchas de las personas que vi en la feria rondaban entre los 50 y 65 años para los que el ruso, es un idioma olvidado quizás por falta de práctica, pero no extraño.

Como todos los países que encabezan la Feria, Rusia tiene un pabellón para la presentación de sus libros, que para desagrado de muchos de los jóvenes que lo recorrieron, todos estaban en ruso, y solo se podía disfrutar de ellos la hermosa encuadernación y las imágenes.

De manera particular lo más incómodo para mí del pabellón de los rusos eran los títulos y los autores que escogieron para mostrar en la Feria del libro de Cuba, un país socialista.

Por todas partes se encontraba ejemplares de autores de la época aristocrática rusa, los cuentos infantiles en su mayoría trataban sobre la etapa de zares y princesas, y las revistas modernas rusas actuales no tienen nada que envidiarles, en el sentido de lo enajenante, a las revistas de países como Estados Unidos.

Concluyendo, los rusos vinieron luciendo los trajes de su capitalismo, no se encontraba ni un solo libro que hablara sobre lo que fue la revolución socialista de ese país, ni nada tampoco de escritores de la época soviética que se distinguieron mucho en temas como por ejemplo la Ciencia Ficción.

Rusia no trajo ni un solo libro sobre socialismo o marxismo, no encontré ni un libro de Lenin ni de Trotsky, sin embargo si pude ver un libro titulado “Los rascacielos de Stalin,”  increíble pero cierto.

Me fui con un sabor amargo de esta 19 Feria, lo que para mi pudo ser una interesante búsqueda de información sobre otra cultura quedo frustrado. Los rusos se olvidaron de la parte de su historia que es imprescindible que recuerde el mundo en estos momentos de crisis.

Vinieron con la única intención de vendernos la imagen de su capitalismo.

Articulos recientes:

  • Foto del dia
  • Mundo
  • Noticias

Las bolsas del CLAP, Lara, Venezuela – Foto del día

Rogelio Mendoza de Venezuela tomó nuestra foto del día: "Las bolsas del CLAP" en Lara,…

  • Mundo
  • Reportajes

Las víctimas de esclavitud en Ecuador merecen reparación

Cientos de familias trabajadoras soportaron condiciones de salarios mínimos, explotación, falta de acceso a servicios…

  • Cuba
  • Opinión
  • Segmentos

El Estado cubano no tiene nombre de mujer

Creo con seguridad que en este tiempo el Estado cubano se ha quitado finalmente la…

Con el motivo de mejorar el uso y la navegación, Havana Times utiliza cookies.