Filmar no es ilegal en Cuba pero…

Daisy Valera

Una patrulla cubana. Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Mis amigos y conocidos españoles tienen una opinión unánime sobre la policía cubana que es aproximadamente: todos tienen cara de buenos en comparación con los maderos.

Después de escuchar varias anécdotas estuve bastante de acuerdo.

En mi último mal roce con los “agentes del orden público” recordé las noticias sobre la policía de España y el uso de cámaras de vídeo en las manifestaciones.

Conversaba con Eddy y algunos amigos en el parque de G y 23, de pronto un muchacho (que parecía estar mentalmente inestable) comenzó a proferir insultos y lanzar patadas posiblemente a un contrincante imaginario.

A los pocos segundos una turba entre sorprendida y alegre rodeaba al chico como único entretenimiento disponible. Un joven que parecía conocerlo intentaba calmarlo con bastante éxito.

La aglomeración fue interpretada como un ataque por la increíble cantidad de policía que se aburre en G las noches de los fines de semana y que generalmente termina recreándose (y justificando su salario) poniendo multas a los que pisan el césped por accidente.

Aunque para detener el espectáculo y ayudar a salir al chico del centro de la calle hubiera bastado seguir dialogando, dos de los policías (evidentemente aburridos) terminaron tirándolo al suelo, sujetándole las manos y poniéndole una rodilla sobre la espalda.

Demostración gratis de artes marciales e inicio del desorden público.

El chico trataba de zafarse y uno de los policías seguía pegándole la cara al piso desoyendo sus lastimosos gritos de –se lo voy a decir a mi doctor. La multitud también había empezado a gritar a coro –abusadores.

Eddy sacó su Ipod e intentó grabar lo que sucedía. Al verlo algunos adolescentes lo animaron a seguir filmando.

Jovenes en el parque de G y 23 en La Habana, punto de encuentro nocturno.

Casi al instante uno de los policía agarró a Eduardo por el brazo y comenzó a interrogarlo y a amenazarlo con llevárselo detenido.

Gracias a que el mismo policía intentaba contener a la multitud que crecía y se estrechaba a su alrededor fue que pudimos arrebatarle a Eddy y apartarnos rápidamente.

El año pasado, el ministerio del interior del estado Español intentó aprobar una ley que prohibía filmar a los policías mientras ejercían su labor*.

De inmediato se pronunciaron varios sectores de la sociedad civil**, incluyendo diversas asociaciones de juristas*** que la calificaron como inconstitucional o que disuadía el derecho a la manifestación. La iniciativa no cuajó.

En el código penal cubano no existe el delito de grabar a la policía pero Eduardo se salvó de dormir en los calabozos de Zapata por pura suerte.

Para contener la creciente impunidad de la Policía Nacional Revolucionaria es evidente que se necesita una sociedad civil más fuerte e informada.

Los policías cubanos tienen cara de buenos pero demasiada confianza e imaginación: cuando no existe la ley, la inventan, seguros de que no habrá consecuencias por ello.
—–
*Interior pondrá coto a la difusión en internet de imágenes que dañen a policías Policías sin imágenes, fuente de abusos

**15-M: Grabar imágenes de presunta brutalidad policial no es ilegal, sino una obligación cívica respaldada por la ley

***La prohibición de difundir imágenes de policías, vista por los jueces

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