Miami: La noche se para

Alfredo Fernández

HAVANA TIMES — Desde que supe de la existencia del programa “La noche se mueve”, dirigido por el inefable presentador cubano Edmundo García en la radio de la mismísima ciudad de Miami, no he parado de hacerme preguntas.

¿A qué se presta Edmundo con semejante periodismo? ¿A quiénes trata de convencer en Miami desde su manida postura para ponderar a La Habana al tiempo que sataniza in cito a Miami? ¿Por qué permanece Edmundo García en Miami si tanto le aborrece la comunidad cubana?

Para confirmar mis preguntas bastaría con leer los artículos, que antes fueron temas en su programa y que hoy reproducen en Cuba los números 46 y 47 del mensuario oficialista (tan oficialista que se edita en el mismísimo Ministerio de las Fuerzas Armadas) “LA CALLE DEL MEDIO”, dirigido por el no menos inefable Enrique Ubieta.

En el número 46 Edmundo García nos habla de unos artistas cubanos que llegaron a Miami detrás un sueño que se trocó en decepción,  con un primer actor cubano Reinaldo Miravalles que hasta “ha sido sereno en supermercados” y una también primera actriz cubana Susana Pérez que alejada de los teatros y televisoras donde siempre brilló en Cuba, hoy da consejos de bellezas a las señoras de Miami.

En el número 47 Edmundo se lanza a una empresa todavía más difícil, a la de hacernos creer que a los peloteros cubanos que desertan  les va muy mal, para eso nos cuenta de “barracones en República Dominicana en donde viven los jóvenes deportistas toda vez que emigran”.

Si hay un olvido imperdonable de Edmundo es que todas estas personas quizás no se fueron porque expresamente iban detrás de un sueño dorado, sino porque querían una vida más digna de la que hoy tienen en Cuba.

Sino ¿dónde deja a los miles de cubanos que anualmente abandonan el país sin ser artistas, ni peloteros, sino simples mortales que anhelan más posibilidades de las que hoy les brinda el régimen de Raúl Castro?

De manera que Edmundo García más que poner en entre dicho la decisión de estas personas, de rehacer su vida fuera de Cuba, debió haber abogado tanto en “su parálisis de la noche” de Miami, como en  sus sendos artículos del habanero, “La calle periférica”, por un sistema de derechos para todos los cubanos, en donde pudiéramos, cuando lo deseemos, probar suerte en otra parte y si algo sale mal o incluso nos sale tan bien, como a los peloteros El Duque y José Ariel Contreras o a los actores y músicos Alexis Valdés, William Levy, Albita Rodríguez o Pancho Céspedes, podamos en todo momento regresar a nuestro país en calidad de ciudadano con todos nuestros derechos.