Los Peter Pan de Cuba vuelan a La Habana

Por Circles Robinson

HAVANA TIMES, 22 de diciembre – Me cuentan que la casa de la directora Estela Bravo está llena de grabaciones de entrevistas que contienen aspectos claves de la historia de Cuba,  América Latina y los Estados Unidos y más.

Durante el recién concluida XXXII Festival de Nuevo Cine Latinoamericano, el último de sus más de treinta documentales, “Operación Peter Pan: Buscando el cierre en Cuba” se estrenó en un abarrotado Cine 23 y 12 de la capital cubana.

Una vez más, Bravo mostró su habilidad para contar una historia con un corazón transparente que ha contribuido a la larga y difícil batalla por el mejoramiento de las relaciones y el entendimiento entre los cubanos, y también entre Cuba y los Estados Unidos como países vecinos.

Así lo ha hecho en filmes sobre líderes y otros que, como este, giran en torno a gente común atrapada en un antiguo conflicto prolongado por los políticos de ambos lados del Estrecho de la Florida.

La dolorosa historia de 14.000 niños cubanos enviados por sus padres a los Estados Unidos de América durante los primeros cuatro años transcurridos desde el triunfo de la Revolución, en 1959 – según ellos para evitar que fueran sometidos a un adoctrinamiento comunista o algo peor – le da al público, así como a los protagonistas, la oportunidad de reflexionar sobre lo que sucedió casi cinco décadas atrás y lo que puede ser salvado hoy.

Estela filmó a los protagonistas en 1999 y en el 2009, así como imágenes reunidas de los vuelos iniciales que los llevaron a los Estados Unidos. Bravo se concentra cuidadosamente en los hechos relacionados con los Peter Pan, construye un caso devastador contra la CIA, y deja que los espectadores hagan su propio juicio sobre el papel protector o manipulador de los padres y la Iglesia Católica, que jugó un papel fundamental en la separación de estas familias cubanas.

La ira o la comprensión hacia los padres, las casas de acogida, algunas compasivas, otras insoportables, orfanatos que incluyeron el tipo de abuso sexual que ha sacudido a la Iglesia Católica con escándalos en los últimos años, marcó a un amplio grupo de personas que tratan de juntar los pedazos rotos de sus vidas.

El filme está dedicado a Elly Chovel, una de las protagonistas y principal promotora de juntar un grupo de los Peter Pan y de fomentar el apoyo mutuo para su reencuentro con el pasado. Elly murió en el año 2009.

La sinopsis del documental dice:

“Entre 1960 y 1962, a comienzos de la Revolución Cubana, más de 14 000 niños fueron enviados por sus padres a los EE.UU. Muchos de estos decidieron hacerlo porque creyeron en un falso proyecto de ley, la llamada Ley de la Patria Potestad, que entregaba el derecho de los padres sobre sus hijos al estado revolucionario. Se afirma que esa salida masiva de niños cubanos, denominada Operación Peter Pan, fue organizada por el Departamento de Estado de EE.UU. para desestabilizar al gobierno cubano. En testimonios de varios de esos niños, hoy adultos, está presente la experiencia vivida. En 2009, un primer grupo de ‘peterpanes’ visitaron Cuba y decían: ‘hemos regresado a cerrar este círculo de nuestras vidas, a reconciliarnos y hacer paz con nosotros mismos, con nuestra historia y con nuestra tierra’.”

Cuatro de los Peter Pan, quienes mostraron su dolor abiertamente al contar sus historias, subieron al escenario antes de la proyección, junto a Estela Bravo, el productor Ernesto Bravo y otros que hicieron posible este documental de 57 minutos.

Entre los más recientes trabajos de Estela Bravo se incluyen: “Quién soy” (2007), sobre los niños que descubrieron sus verdaderas identidades varias décadas después de haber sido secuestrados cuando eran bebés recién nacidos o daban sus primeros pasos, tras el asesinato de sus padres a manos de la dictadura militar en Argentina (1976-1983); “Los cubanos excluibles” (2001) y “Fidel: La historia no contada” (2004).