Redacción IPS Cuba
La creación de Del Pino, donde cuatro personajes diversos debaten sobre la ética, la familia, la realidad nacional, el subdesarrollo y la fidelidad, se distingue por ser “más sobria y depurada, con protagonismo de las ideas y las emociones”, cuenta vía correo electrónico el también teatrólogo a la Redacción de IPS en Cuba.
Para él una de las propuestas esenciales y más inquietantes del texto aparece cuando el personaje de Tamara exclama “uno puede amar a un país o a un hombre y estar en desacuerdo, ¿qué te parece?”.
Desde el punto de vista estético, “Cuatro menos” se distancia de las principales características de una buena parte de la obra de Amado del Pino catalogada por la crítica como Poesía de la Crudeza, por su capacidad para dibujar con formas poéticas, refranes y boleros situaciones de conflicto extremo.
Con éxitos en las tablas cubanas como “Tren hacia la dicha” (1987), “El zapato sucio” (2002), “Triángulo” (2004) y “Penumbra en el noveno cuarto” (2004), el escritor aborda ahora preocupaciones generales sobre la actualidad cubana para mostrar “un abanico de generaciones” sobre la escena.
En especial, esta creación “toma nota de algunas angustias, dudas, certezas tímidas, desconocimiento de los problemas del mundo de algunos jóvenes”, puntualiza. Para representar retos y miedos del ámbito juvenil, se basó en la vivencia de sus hijos y conocidos, así como de ese olfato que los creadores suelen desarrollar.
Además, “me siento tan periodista como dramaturgo y me mantengo al tanto de todo lo que tiene que ver con nuestra sociedad”, confiesa el otrora redactor de la revista cubana Revolución y Cultura, los diarios nacionales Granma y Juventud Rebelde y colaborador de la revista Cultura y Sociedad editada por la oficina de IPS en Cuba entre 1995 y 2010, entre otros medios.
El texto de “Cuatro menos”, en cartelera hasta el próximo mes de octubre, recibió el Premio Internacional Carlos Arniches 2008 en la ciudad de Alicante, España, con el cual su autor se alzó como la primera persona cubana en recibir tal lauro en sus 35 años de instaurado. Además, fue publicado por la colección Teatro Español Contemporáneo.
Amado del Pino también se ha desempeñado como actor de cine, editor, investigador y crítico teatral y ostenta una laureada vida profesional con distinciones nacionales como el Premio de Periodismo Cultural José Antonio Fernández de Castro (2000), de Dramaturgia Virgilio Piñera (2002), de Teatrología Rine Leal (2003) y la Placa Avellaneda (2000).
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