¿Qué es la identidad nacional?

Yusimi Rodriguez

Foto: Martha Mayra

HAVANA TIMES — No lo sé. No escogí nacer en este país, ni en ningún otro. Cuando vine al mundo, ya existía la bandera que debía saludar, el himno que debía cantar, las consignas que debía repetir.

Casi todos los viernes leo la sección Cartas a la Dirección del Periódico Granma. En la edición del 21 de septiembre, había una carta titulado “En defensa de nuestro orgullo de identidad nacional”, firmado por un (asumo que es un hombre) J. Pozo.

El estaba alarmado ante el hecho de que muchas personas “ya sea por ingenuidad, desconocimiento o por llamar la atención sobre su forma de vestir, hacen uso de atributos que proyectan la bandera de la nación cuyos gobiernos tanto nos han agredido con sus despreciables calumnias, vergonzosas manipulaciones y creciente política de hostilidad contra nuestro pueblo”.

¿No es esa también la bandera de los Pastores por la Paz y el fallecido, gran amigo de Cuba, Reverendo Lucius Walker? ¿Es que ellos no saludan la bandera norteamericana, no cantan el himno nacional de su país?

“Sin lugar a dudas, estos atributos forman parte de un diseño lucrativamente manipulado”, afirma J. Pozo.

Me pregunto si será ese el caso de la imagen del Ché, que aparece en camisetas y bolsos que se venden en las estatales tiendas recaudadoras de divisas.

¿Qué es la bandera?

Varios meses atrás, estuve en una exposición de las fotografías finalistas de un concurso. La foto que más me atrajo mostraba una toalla de listas azules y blancas colgada en una tendedera; en el mismo cordel, delante de la toalla, aparecía una pieza de ropa interior en color rojo. No recuerdo el título de la foto. Sé que luego resultó premiada en el concurso, y que resultaba inevitable mirarla sin pensar en la bandera cubana.

En las clases de historia, durante la primaria, me enseñaban que tras el asalto al Cuartel Moncada, muchas jóvenes se vestían de negro y rojo, con algún detalle blanco, para burlar a los soldados batistianos y portar la bandera del Movimiento 26 de julio.

También me enseñaron que las listas azules de nuestra bandera representaban el azul del cielo; las blancas, la pureza de nuestros ideales. Y el rojo en el triángulo, la sangre derramada por nuestros mártires.

Como alumna aplicada, aprendí aquella explicación de memoria, y continuaría repitiéndola si no hubiese asistido por primera vez, en el 2008, a las Rutas y Andares que organiza la Oficina del Historiador de la Ciudad cada verano.

Mi primera visita guiada fue al Palacio de los Capitanes Generales. En el Salón de las Banderas, el joven historiador que nos guiaba, contó la verdadera historia de nuestra enseña nacional.

Primero: casi todas las banderas de la época tenían los colores: azul, rojo y blanco, porque estaban inspiradas en la Revolución Francesa.

Segundo: La nuestra es la bandera del anexionista Narciso López y estaba inspirada en la bandera de Texas. La de Carlos Manuel de Céspedes estaba inspirada en la bandera de Chile, de donde esperaba recibir apoyo en la guerra independentista.

¿Entonces, la bandera cubana es la bandera de la anexión?

Foto: Caridad

No lo sé, a mí no me crean. Esa fue la historia que contó aquel joven historiador que no volví a ver.

En las competencias deportivas, hay que organizar a los atletas de alguna forma; o sea, dividirlos. Y se compite, limpiamente en el mejor de los casos, en nombre de un país, de una bandera.

Aquí, nos han enseñado a considerar traidor a quien emigre en busca de mejores oportunidades y decida representar los colores de otra bandera en un evento deportivo.

Los seres humanos nos debemos a la patria, a la bandera. Convencernos de que nos debemos a algo es la mejor manera de mantenernos bajo control.

Se va a la guerra y se mata a otros seres humanos en nombre de la bandera.

Solo unos días antes de leer el texto de J. Pozo en la sección de Cartas a la Dirección, del Periódico Granma, una amiga me citó una frase de Krshnamurti: “En nombre de un trapo al que llaman bandera, la humanidad hace cosas terribles”.

Nothing to live or die for

Espero que nadie me acuse ahora de hacer propaganda al idioma del enemigo, en detrimento del nuestra lengua materna, legada, por cierto, por los colonizadores españoles.

Para defender nuestro orgullo de identidad nacional, J. Pozo sugiere “desde edades tempranas, en el hogar, en la familia, en la comunidad… con el personal docente, valorar el significado patriótico y político-ideológico de los atributos que identifican a los símbolos patrios, en contraposición al enajenante bombardeo publicitario Made in USA… No debemos desaprovechar la oportunidad de estar mejor instruidos y profundizar en la Ley de Símbolos Nacionales, su reglamento, así como las normas que regulan su uso y conservación”.

También aspiro a que estemos mejor instruidos, que profundicemos no solo en esa Ley, sino en todas, y de paso, en nuestra constitución.

Me asusta el adoctrinamiento disfrazado de instrucción. Pero sobre todo me asusta la posibilidad de que en aras de defender ese orgullo de identidad nacional, se vulneren los derechos de quienes deseen portar los atributos de la bandera norteamericana, de la misma forma que los admiradores del Ché portan su imagen en camisetas y bolsos.

La bandera norteamericana no es en sí misma un slogan fascista. No representa solo a los gobiernos de esa nación, sino a su pueblo. El mismo pueblo contra el cuál, J. Pozo afirma, “no albergamos ninguna animadversión”.

Entonces llega la parte que más me confunde en el artículo, al final no se trata de un sentimiento de rechazo por la bandera norteamericana, “sino de denunciar qué se esconde detrás de ese torrente propagandístico”.

¿Cómo puede determinar J. Pozo quién lleva los atributos de la bandera norteamericana por solidaridad con ese pueblo y quién está obnubilado por el American Way of Life? ¿O porque el único abrigo para el invierno o el único par de tenis es un regalo de alguien que admira el American Way of Life, o simplemente le gusta el diseño de la bandera norteamericana?

Es usual que los cubanos nutramos nuestros guardarropas con regalos de amigos extranjeros.

¿Pero en última instancia, dónde queda el derecho de cualquier cubano a estar obnubilado con el American Way of Life?

Ojalá, las autoridades correspondientes no interpreten este artículo como una exhortación a vulnerar derechos, en nombre de la identidad nacional. No sería la primera vez. Y se haría además con el argumento de responder a un reclamo del pueblo.

Luego, a alguien se le ocurriría que consumimos demasiadas películas (tampoco considero que sean las mejores que se producen en el planeta) y música norteamericanas.

No quiero atributos de ninguna bandera para cubrir mi cuerpo. No quiero imágenes de líderes, artistas de moda o deportistas. Admiro a John Lennon y a Gandhi, entre otras personas, no sé si portaría una camiseta con la foto de alguno de ellos.

Pero sobre todo, no quiero deberme a ninguna bandera. No quiero vivir, mucho menos morir, por una bandera. No son el himno, el escudo o la bandera los que me hacen parte de Cuba. Mi país es mi historia personal, mis recuerdos, mi familia, mis amigos, mis costumbres. Todo eso está aquí.

11 thoughts on “¿Qué es la identidad nacional?

  • Muy bien dicho, la conciencia individual debe primar sobre la conciencia de grupo, vivr, tener vivencias propias es mas importante que recibir dogmas sociales y acatarlos. El principal problema a mi entender, de los regimenes totalitarios, es que en nombre de una supuesta Dignidad Nacional o como quiera que se le llame, se vulneran a trocha y mocha los derechos individuales.

  • Ojalá comencemos TODOS a entender que tras esas palabras: “símbolos”, “patria”, etc., la mayor parte de las veces lo que se esconde es la intención del poder de manipularnos. Personalmente no me creo en lo absoluto que las “cartas” que se publican en ese libelo sean realmente enviadas por “el pueblo”, tómense la molestia de revisarlas y verán que comparten el mismo estilo y redacción… ¿casualidad?, bueno felicito a quién aún crea en las casualidades pues conserva la inocencia propia de los niños.

    Por suerte, y gracias a la tan criticada globalización, los jóvenes hoy se sienten cada vez más ciudadanos del mundo y lo demuestran votando con los pies, que es la única forma de expresión de la verdadera voluntad popular que nos queda.

    Mis felicitaciones al autor del artículo.

  • Yusi ,la bandera es un trapo pero también un símbolo que trata de encerrar entre su trama las fibras de la nación. No representan un gobierno. Representan en todo caso a un pueblo sin discriminaciones ideológicas. Cubanos de todas partes del planeta quieren su bandera por lo que representa.

    La nación Cubana.

    Y la nación Cubana no son los Castros ni sus acólitos a pesar de toda su propaganda. La nación Cubana es eterna ellos no lo son. Son efímeros. Un día aunque no lo creas serán el pasado. Un pasado que asusta pero no serán mas.

    Incidentalmente Narciso Lopez a quien se atribuye la creación de la bandera Cubana no era Cubano sino Venezolano.

    Aqui hay informacion interezante sobre la bandera Cubana

    http://en.wikipedia.org/wiki/Flag_of_Cuba
    http://en.wikipedia.org/wiki/Narciso_L%C3%B3pez

    La bandera nacional de diferentes países se ha usado por sus pueblos también o por otras naciones para quemarle y mancillar. Cuando grupos de ciudadanos no están de acuerdo con las políticas de un gobierno etc

    http://en.wikipedia.org/wiki/Flag_desecration

    Otras formas de desacracion de la bandera es alzarla en la forma incorrecta. Por ejemplo ciudadanos venezolanos alzaron la bandera de Venezuela alreves para demostrar su inconformidad de que el gobierno Chavista no aprobara la licensia de RCTV.

  • Me gusto mucho este articulo, por su forma de ver las cosas, Aunque personalmente si me siento muy identificado con la bandera de mi pais e incluso me gusta para tenerla en mi casa, aunque por su precio no he podido adquirir una.
    El problema siempre aqui siempre esta en que ni comen ni dejan comer. Digo esto porque cuando la gente usa las banderas americanas en su ropa los critican por pro-yankis y cuando usan las cubanas en ropas y pannuelos entonces faltan el respeto a los simbolos. En fin, que aqui lo que hay son muchos dogmas retrogados y restricciones en formas de leyes que osan cortar la libertad de expresion a las personas aun cuando no hacen danno ni interfieren en la vida de los demas.
    No hay nada que se deberia respetar mas que el derecho de las personas a la libre autodeterminacion como ser siempre y cuando no afecte con su accionar la forma de vivir de los demas.

  • También leí la carta de Pozo a Granma. Una tontería de las mayores. Pozo, al pozo!

  • …con esa cantaleta la cogieron una vez, “simbolos extranjerizantes”, (se acuerdan de los “indicios desenmascarantes” de PMI, lease preparacion militar inicial para clasificar un arma o un avion en enemigo o no?), curiosa coincidencia…pero la practica supero a la cantaleta…

  • El ultimo medio siglo de la historia de Cuba se puede resumir como la imposicion de la personalidad de Fidel Castro sobre la identidad nacional, y la manipulacion de los simbolos y aspiraciones de la nacion para sostener una dictadura esclavista.

  • No se de las interpretaciones que esa persona da a la bandera, su historia, sus propositos y sus conflictivos conceptos emitidos en este articulo.
    Lo que si se, es que respetar la bandera que representa Cuba, su independencia, soberania e integridad territorial, es una muestra de patriotismo, no un signo de control por parte de algjuien o de el gobierno, esto es una tergiversacion de los conceptos que he oido en mi vida y sobre todo expuesto descarnadamente en un periodico.
    El que otras personas saluden otras banderas, es un problema personal y por tanto no significa que el resto de los cubanos actuen igual, por ejemplo los anexionistas de nuevo tipo, esos que se han vendido por unos dolares al gobierno de los EEUU de America, es un problema que radica en la perdida de la moral, la etica y el patriotismo, conceptos que no son abstractos ni mucho menos, y si loables y dignos de ser entendidos y respetados por los que se llaman verdaderamente cubanos.

    Este articulo tiene los mismo conceptos y supuestas verdades que no se han cansado de emitir los tanques pensantes de los ricos y poderosos, y es que el concepto de patria debe de desaparecer, pues es un freno a el desarrollo de la humanidad en el plano economico, no les suena esto a las supuestas confusiones de este escritor o escritora, no se puede confundir el respeto a los simbolos pratrios con conceptos que no son nuesrtros y que nos tratan de quitar los doscientos anos de luchas, victorias, reveses, hombres y mujeres muertos por la libertad, la independencia, la soberania y la integridad territorial de nuestros pais.

    La penetracion ideologica del imperio y sus socios del negocio de la contra penetra con los dolares y las ansias indetenible del consumismo de cuanto porqueria nos muestran y que en el 90 % de los casos no son necesarios para vivir una vida decente, honrada, honesta y sobre todo libre del odio, de la envidia, la individualidad egoista y troglodita que nos tratan de imponer, haciendole creer a los que la persiguen que la vida es una sola y que esa hay que disfrutarla al maximo, aun pasando por encima de millones de cadaveres de seres humanos que no tienen las posibilidades que tienen hoy los cubanos.

    Cada cual puede pensar y escribir lo que considere oportunoy necesario, siempre que no toque lo mas sagrado y digno que tienen hoy los cubanos, un proceso economico-politico y social que ha elevado al cuano a fronteras nunca antes pensadas, los simbolos patrios, sus herores y martires y su historia de luchas por el pais en que se nacio y por el que muchos murieron sin pedir algo a cambio, sino respeto y silencio ante las tumbas de esos caidos. Todo lo demas que se diga es puro veneno ideologico del imperio y sus socios del negocio de la contra, la muerte y el genocidio, bajo un manto supuestamente intelectual y venenoso.

  • Todo eso está aquí. y allí, y aca, y alla tambien… ok

  • Y el padre azul donde lo dejaste?

  • Hola!
    Soy Juan Manuel Sayago Amorós, estudiante de la Escuela de Arquitectura de Sevilla, España. Y junto con toda mi clase de Proyectos tenemos que hacer un ejercicio en La Habana, más concretamente en la zona de el edificio de la Aduana hasta la estación de trenes. El ejercicio consiste en reestructurar y resolver problemas que se den en la zona.

    Entonces se nos ocurrió, ¿quién mejor nos podría decir que pasa y que hace falta en cuba que los propios cubanos?, más aún los ciudadanos de La Habana. Nos gustaría mantener contacto con gente de la isla para que nos expliquen y ayuden a hacer el ejercicio.
    Por eso nos ponemos en contacto con ustedes, si de alguna manera pudiéramos mantener un contacto o conversaciones via internet, para hacer un ejercicio lo más real para la realidad cubana, sería una gran experiencia para nosotros.
    Muchas gracias, esperamos su ayuda.
    Atentamente:
    Juan M. Sayago

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