La verdad es como el elefante

Yusimi Rodriguez

Foto: Jimmy Roque Martínez

HAVANA TIMES, 7 dic. — A estas alturas no es noticia para los lectores de Havanatimes que el 27 de noviembre de 1871, día del fusilamiento de ocho estudiantes de medicina, un grupo de cinco negros abakuá intentó rescatarlos y fueron masacrados.

Tampoco es noticia ya que este último 27 noviembre se le rindió homenaje, por quinto año consecutivo, a estos cinco ñáñigos en el lugar dónde cayeron, Morro y Colón, en La Habana Vieja; que se develó una tarja conmemorativa de la acción, y que luego partió dese ese sitio una procesión hasta el mausuleo  de los ocho estudiantes de medicina para depositar flores allí.

A los estudiantes, se les había rendido homenaje oficialmente, en la mañana del mismo día, a través de la marcha que año tras año llevan a cabo los estudiantes de facultades de medicina y otras universidades del país.

Pero lo que no es noticia para los lectores del sitio sí lo es para los universitarios de nuestro país. A través de los años han conocido sobre el fusilamiento de los estudiantes y les han rendido homenaje, pero han ignorado la existencia de estos negros abakuá que sacrificaron sus vidas por ellos.

Los que lo saben no lo aprendieron en la escuela; se enteraron por amistades, por publicaciones digitales, porque han podido escuchar a Tato Quiñones e, o porque leyeron un breve artículo publicado en el periódico Granma al respecto, el año pasado; o porque lo escucharon en la radio este año.

Pero no se los dijeron en la escuela. No estoy hablando de los egresados de carreras de ingenierías, ciencias médicas o carreras pedagógicas. Eso no sería motivo de asombro; yo también me gradué sin tener idea de que cinco negros ñáñigos habían intentado rescatar a los ocho estudiantes de medicina.

Estoy hablando de los egresados de Licenciatura en Historia, las personas que más conocimiento deben tener de la historia universal  y de la nuestra.

He tenido la oportunidad de conversar con varios de ellos en los últimos días y todos me han dicho que nunca les habían hablado de ese hecho durante la carrera.

Una de ellas me dijo algo en lo que tenía toda la razón: no pueden conocerlo todo, la historia es muy amplia. Pero resulta llamativo que conozcan sobre el fusilamiento de los ocho estudiantes, e ignoren algo que ocurrió el mismo día, relacionado con aquel suceso.

De todas formas lo importante es que gracias al profundo trabajo de investigación y divulgación de la verdad llevado a cabo por Tato Quiñones, la Cofradía de la Negritud, la Cátedra de Pensamiento Critico y Culturas Emergentes “Haydeé Santamaría”, el joven historiador Mario Castillo, y otras personas interesadas en que se haga justicia y reciban honor los que honor merecen, la verdad, de forma lenta, pero contundente, empieza a llegar al pueblo, a la calle, a todos los curiosos que se detenían el sábado en Morro y Colón y preguntaban a qué se debían aquellos toques te tambores abakuá y aquella multitud.  Algún día llegará a las universidades y a nuestra historia oficial.

Es justo que también agradezca a nuestros agentes de la ley y el orden. En otras ocasiones critico a la policía porque la mayoría de las personas a las que detienen en la calle para pedirles su identificación, son negras o mestizas. He sido víctima de esa arbitrariedad. El sábado 27de noviembre estuvieron allí para detener el tráfico cuando llevábamos flores al mausoleo de los estudiantes de medicina.

2 thoughts on “La verdad es como el elefante

  • Habia gente de la seguridad del estado con tremendos paraos de militares, un estado que cada vez se hace mas fuerte, no se debilita como decia Lenin, que va…

  • YUSI VUELVE EL DESCONOCIMIENTO A RONDARTE…. TE CITO SOLO UNA PUBLICACIÓN SOBRE EL TEMA: HISTORIA DE LA MASONERÍA EN CUBA DE EDUARDO TORRES CUEVAS HAY OTRAS REFERENCIAS SOBRE EL SUCESO EN OTROS LIBRO MUCHO MÁS ANTIGUOS.

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