La unidad de la mayoría de los cubanos

Por Yusimí Rodríguez

Raul Castro. Foto: Jorge Luis Baños

HAVANA TIMES, 29 dic — En los últimos días, han tenido lugar en el país eventos importantes para el futuro del pueblo: el Tercer Pleno del Comité Central del Partido y la Sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular. En ambos, nuestro actual presidente, el General de Ejército Raúl Castro, ha sido protagonista y ha hecho planteamientos esperanzadores.

Raúl ha reconocido que la corrupción es hoy uno de los principales enemigos de la Revolución, más que la actividad subversiva e injerencista del gobierno de Estados Unidos, según sus propias palabras.

Tranquilizadora afirmación. No seguiremos culpando a otros por las carencias que sufre el pueblo. Claro que ahora queda preguntarse cuál es la raíz de esa corrupción.

Pero este no es un artículo para criticar, sino para agradecer.

Estamos agradecidos, y lo estarán principalmente los familiares de los más de 2900 sancionados con la privación de libertad, que el Consejo de Estado, “en un gesto humanitario y soberano,” acordó indultar.

Durante años, y principalmente cuando el ex presidente y eterno líder de la Revolución, Fidel Castro, enfermó, escuché a mis compatriotas expresar miedo ante la sucesión por parte del General de Ejército Raúl Castro. Sucesión que además se daba por sentado, sin necesidad de elecciones.

La gente lo describía como más intransigente y belicoso que su hermano. “Este sí hunde el país,” le escuché decir a alguien. Pero lo cierto es que durante el mandato del General se han producido cambios y medidas con las que pocos se habrían atrevido a soñar años antes.

Pienso también que hay un punto importante en el discurso de nuestro actual presidente que no se debe pasar por alto y es también de agradecer.

El titular del periódico Granma, en su edición del sábado 24 de diciembre, destaca sus palabras: “No descuidaremos, ni un instante, la unidad de la mayoría de los cubanos en torno al Partido y la Revolución.”

¿La unidad de la mayoría en torno al Partido y la Revolución, o más bien el miedo, la apatía y el conformismo de una gran parte de los cubanos? Discutible.

De todas formas, el miedo, la apatía, el conformismo e incluso la hipocresía, constituyen derechos que se debe respetar y, sobre todo, estrategias de supervivencia.

Pero qué bueno que el presidente reconozca que no son todos los cubanos se hayan representados en el Partido Comunista de Cuba, ni identificados con su concepto de lo que es y debe ser la Revolución.

Hay una parte del pueblo cubano, tal vez precisamente una minoría como afirma (o varias minorías), que no está de acuerdo con el sistema.

La pregunta es: ¿Tendrá esta minoría en algún momento el derecho de unirse legalmente en torno a otro(s) partido(s)?

Otra: ¿El Partido Comunista de Cuba dejará de ser en algún momento “El Partido,” para convertirse simplemente en un partido político, uno de los tantos en los que podría militar quien lo desee?