Lo último de mi estancia en Cuba
Creo que como mi inevitable regreso a Estados Unidos se acerca, mis impresiones de La Habana se intensifican, son más acentuadas, más cómicas, más extrañas.
Creo que como mi inevitable regreso a Estados Unidos se acerca, mis impresiones de La Habana se intensifican, son más acentuadas, más cómicas, más extrañas.
Es el final de diciembre en La Habana, lo que significa simplemente que hay 76 grados (24C) y no 85 (29C), pero el tiempo se mantiene soleado, brillante y con brisa, con pocas decoraciones navideñas. Aquí algunas observaciones.
Hoy, algunos amigos y yo seremos testigos de un evento trascendental. Nuestro amigo Sinecio Verdecia Díaz y otro poeta cubano están realizando una lectura en una librería en La Habana Vieja (la parte más antigua de la ciudad).