Henri Falcón y la estrategia de la oposición venezolana
Henri Falcón teme lo mismo que teme el resto de la oposición, pero cree que es peor no participar cuando la mayoría del pueblo quiere ir a elecciones.
Henri Falcón teme lo mismo que teme el resto de la oposición, pero cree que es peor no participar cuando la mayoría del pueblo quiere ir a elecciones.
En Cuba el voto es secreto, pero no está prohibido divulgar personalmente cómo uno lo hizo. He sentido el deseo de explicar el mío, que esta vez fue en blanco.
No digo que en décadas anteriores fuese o no necesario, pero hoy es más inteligente y productiva la estrategia del desarme.
Según la Fiscalía de la República, ningún ciudadano cubano tiene derecho a establecer demanda o acusación contra el abuso de poder de las autoridades, tan solo una “queja”.
Al comienzo la programación se diferenciaba mucho de la nuestra pues era más diversa y objetiva. Pero los “especialistas” cubanos ya estaban allí, en el corazón de TeleSur, trabajando e influyendo por un contenido a su imagen y semejanza.
Según el trabajo periodístico de Fernando Ravsberg, publicado recientemente en este sitio, “El negocio millonario de las importaciones a Cuba”, ejecutado por los particulares persona a persona, podría estar moviendo un capital aproximado de 500 millones de dólares al año.
Desde temprana edad sentí que en mi país faltaba un poco de libertad, aun siendo fidelista como todo el que me rodeaba.
Desde hace más de un lustro cultivo la tierra y soy miembro de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Desembarco del Granma, que radica en mi comunidad, en el barrio de Guayabo, Mayarí. Esa forma productiva es lo más cercano que hay en Cuba a una cooperativa real.
“Este proyecto tuyo te va a llevar al abismo”; “el enemigo te está utilizando”; “la Revolución tiene derecho a defenderse y tú la estás atacando en tus escritos” –fueron los argumentos por los que me detuvieron. Nunca mencionaron otros.
En Cuba sigue siendo una hermosa tradición pasar la “noche buena” y el fin de año en familia. Más aún si es comiendo puerco asado, congrí, yuca con mojito, ensalada mixta y dulce de corteza de naranja agria. Pero no todas las familias pueden costearse el tremendo “lujo” en que se han convertido esos sencillos manjares.