La Revolución se acabó
La Revolución se acabó, es la triste realidad. Michael Richie habla de su admiración por El Jefe y su preocupación por la Cuba de hoy.
La Revolución se acabó, es la triste realidad. Michael Richie habla de su admiración por El Jefe y su preocupación por la Cuba de hoy.
Reuters informa ahora que Cuba ha incumplido sus pagos con un préstamo reestructurado por parte del financiero internacional, el Club de París.
Yo no oculto, tampoco pido disculpas por la admiración que siento por la Revolución Cubana de Fidel Castro. La última victoria de un puñado de rebels heroicos -muchos desarmados en un primer momento- sobre el ejército del dictador Fulgencio Batista, que tenía unos 37 mil soldados, al igual que tanques y aviones de combate Mig, no puede ser llamado nada menos que admirable.
Debe ser una broma. Fue lo que pensé cuando pasé por el aeropuerto internacional José Martí, de La Habana y descubrí que no hay asientos de inodoros en los baños. Ninguno. Gente de Cuba, estamos en el siglo XXI. ¿Quieren ir detrás del resto de la civilización?
Mientras paseaba por Centro Habana, durante mi última visita a Cuba, con cámara en mano y aspecto muy parecido al de un turista, me llamó un anciano cubano con barba, que estaba sentado en un banco.
Es un deseo muy repetido entre muchos ciudadanos de los Estados Unidos: “Quiero ir a La Habana, Cuba antes de que la arruinamos con McDonalds y Starbucks en cada esquina”.