¿Cómo debemos llorar a Fidel Castro?
La noticia viajó como un reguero de pólvora, y en la mañana los cubanos dispersos por todo el mundo habían entrado en el debate en línea. Lo que comenzó como un chock inicial se convirtió rápidamente en llamadas de nombres y apuntar con el dedo contraatacado por las lamentaciones y los tributos.