¿Viven acoso las mujeres lesbianas y transexuales en Cuba?

Desde el machismo imperante en la sociedad cubana estos grupos son doblemente violentados en espacios laborales, públicos y familiares, a causa de su identidad de género y orientación sexual. 

Por IPS-Cuba

A sala llena se debatió desde otras vulnerabilidades el acoso sexual y la violencia de género. De izquierda a derecha, doctor Alberto Roque, Lic. Teresa de Jesús Fernández González y la especialista de OAR, Maria Teresa Díaz Álvarez.  Foto: Archivo IPS Cuba

HAVANA TIMES – La noción cultural de que “toda mujer puede ser potencialmente poseída por cualquier hombre”, sustenta una forma de violencia muchas veces silenciada, afirmó el médico y activista Alberto Roque, durante el panel “Acoso sexual. Violencia de género hacia mujeres lesbianas, bisexuales, trans y personas con cuerpos feminizados”.

El encuentro, desarrollado el 15 de mayo en la sede de la Asociación Cubana de Naciones Unidas en el capitalino barrio del Vedado, fue convocado por el Centro Oscar Arnulfo Romero (OAR) para contribuir a los debates de las 12 Jornadas Cubanas contra la Homofobia y la Transfobia.

Los panelistas se propusieron visibilizar las injustas y discriminatorias formas de violencia a que son sometidas las mujeres lesbianas, bisexuales, trans y/o aquellas con cuerpos feminizados, conectándolo con el acoso sexual, eje psicológico de la campaña cubana por la no violencia hacia las mujeres “Evoluciona” (2018-2022).

El acoso hacia las mujeres lesbianas suele tener una expresión profundamente agresiva, de insulto y degradación, “porque no están dispuestas a cumplir con ese mandato patriarcal”, explicó Teresa de Jesús Fernández, coordinadora nacional de la red de mujeres lesbianas y bisexuales.

Fernández puso énfasis en los numerosos casos de agresiones y violaciones colectivas que buscaban una “conversión” de la orientación sexual, producto de ese prejuicio enraizado que desconoce a una mujer que no desee ser “poseída” por un hombre.

Por otra parte, la representación de la sexualidad de las mujeres lesbianas para satisfacer un deseo masculino que se reproduce en diversos audiovisuales y producción pornográfica, es otra evidencia de esa subjetividad social que fomenta el acoso, analizó la filóloga.

Lo anterior se dimensiona en los espacios laborales donde son más explícitas las relaciones de poder desigualdades.

“Hay muchos centros estatales donde esto sucede, y nos hemos percatado que es una de las causas por la que muchas mujeres lesbianas migran hacia el trabajo por cuentapropia, a veces sin tener los activos para hacerlo”, comentó en los minutos finales del debate, Laritza González Anchón, especialista de OAR.

Asimismo la imposición del patrón de feminidad hegemónico, que gira en torno al deseo masculino, desde edades cada vez más tempranas, también es una forma de violencia, en este caso ejercida en muchos casos desde la propia familia, debatieron los especialistas.

Para Roque, fundador de las Jornadas contra la Homofobia y la Transfobia, “las definiciones de género están llamadas a desaparecer, porque de otra forma siempre van a existir relaciones de poder asimétricas, que en definitiva son la fuente de la violencia”, aseguró.

En el caso de las mujeres transexuales, las condiciones de marginación social que ubican a un gran por ciento de ellas como trabajadoras sexuales, también suponen una vulnerabilidad ante las agresiones.

Aunque esta realidad ha ido lentamente transformándose, a partir de las campañas de capacitación y sensibilización lideradas por el Cenesex, y cada vez son más las que concluyen sus estudios y tienen diversos oficios y profesiones, la relación aún es desproporcionada.

Respecto al acoso callejero, una de las manifestaciones más visibilizada por la campaña cubana por la no violencia hacia las mujeres Evoluciona, Roque refirió que: “nada es más privado que el propio espacio público donde se tienen determinados derechos que no se pueden violentar o transgredir”