Un puente para migrantes africanos, cubanos y haitianos

Aterrizan en Nicaragua y después siguen rumbo a EE.UU.

Migrantes en Nicaragua. Foto: adncuba

LA PRENSA comprobó que los migrantes que llegan a Nicaragua ya tienen mapeada toda una red de transportistas que los trasladan, personas locales que los ayudan a cruzar por puntos ciegos a Honduras y propietarios de pequeños hostales donde pueden descansar previo a seguir su travesía

Por La Prensa

HAVANA TIMES – Nicaragua es testigo de una ola de migrantes cubanos, africanos y haitianos que usan el país como un trampolín para seguir su ruta hacia el norte, pasando por Honduras, Guatemala y México, hasta llegar a Estados Unidos. La realidad de estas masivas llegadas es tangible en la capital, especialmente luego del arribo, en el Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, en Managua, de vuelos provenientes de Cuba, Providenciales, Aruba, Puerto Príncipe y República Dominicana.

También se tuvo información que los migrantes africanos utilizan la ruta Madrid-San Salvador-Managua para emprender su viaje al norte.

El camino de los migrantes africanos, haitianos y cubanos en Nicaragua, según comprobó este medio de comunicación, inicia al llegar al Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino en Managua, donde son recibidos por “baqueanos”, personas que previamente contactaron para que les hicieran su viaje hasta la frontera con Honduras, o taxistas que también les ofrecen el servicio de transporte.

LA PRENSA comprobó que en el Aeropuerto Internacional de Managua, solo con el arribo de tres vuelos provenientes de Puerto Príncipe, Puerto Rico y Providenciales, llegaron más de 100 personas no nacionales, probablemente de origen africano y haitiano por el idioma en el que conversaban.

Las estadísticas de Transporte de Pasajeros, publicadas por el Banco Central de Nicaragua (BCN), detallan que en el primer semestre de 2023 entraron al país, a través del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino, un total de 316,500 pasajeros, pero solo salieron por esa vía 265,700 personas, según un reporte elaborado por LA PRENSA.

Públicamente se desconoce cuál fue el destino de las 50,800 personas que no retornaron por la misma vía que ingresaron a Nicaragua, sin embargo, según el reporte de LA PRENSA, la tendencia migratoria indica que las personas que no regresaron “no son locales que volvieron o extranjeros que decidieron quedarse en Nicaragua, sino extranjeros que continuaron su viaje por tierra para llegar a Estados Unidos”.

Los migrantes llegan a Managua por el aeropuerto y de ahí parten por diferentes rutas para cruzar a Honduras.

Los datos además coinciden con los divulgados por la Organización Internacional de las Migraciones (OIM), que afirmó que entre enero y julio de este año 19,412 africanos entraron a Honduras a través de su frontera meridional (sur), es decir, la que comparte con Nicaragua. Así como 17,157 cubanos que ingresaron por vía terrestre a Honduras procedentes de Nicaragua.

Taxistas ofrecen viaje exprés por 50 dólares

LA PRENSA confirmó en su recorrido que la mayoría de los migrantes que desean tener un paso rápido por Nicaragua y no traían previo contacto de conductores que los pudieran trasladar, buscan su transporte directo hacia la frontera en la gasolinera Puma, ubicada a menos de un kilómetro del Aeropuerto Internacional Augusto C. Sandino.

En esa gasolinera se ubican más de una docena de taxis, según comprobó este medio de comunicación. Tienen placas de Managua y se mantienen a la espera de grupos de migrantes a los que les ofrecen viajes “seguros” y “directos” a cualquiera de las fronteras de Nicaragua con Honduras. 

LA PRENSA cotizó con varios de los taxistas el precio que cobran a los migrantes y todos concuerdan en que “el precio del viaje es de 50 dólares por cabeza, niño o adulto”.

Los taxistas explicaron que preferiblemente aceptan a grupos de cuatro personas por viaje para no exceder el número de pasajeros permitidos por vehículos, aunque no se niegan a llevar a un quinto si este es menor de edad que puede ir cargado por otro de los miembros del grupo.

Sin embargo, los conductores afirmaron que advierten a sus clientes que, además de pagar los 50 dólares por el menor, deberá “asumir lo que se le tiene que dar a la Policía de Tránsito, la coima que nos pidan pues, porque eso pasa si nos paran por el exceso de pasajero”.

En promedio, explicaron los taxistas consultados por LA PRENSA, un viaje desde Managua hasta cualquiera de las fronteras entre Nicaragua y Honduras, puede durar entre cuatro y seis horas, dependiendo de las paradas que se hagan para comer o usar un baño.

Las estaciones para comprar alimentos solo son gasolineras, para evitar cualquier confusión o temor, dijeron los transportistas, puesto que en muchos casos no logran comunicarse bien con los pasajeros por las barreras del idioma.

Los conductores de taxi además ofrecen contacto con personas que pueden cruzar a los migrantes de manera irregular desde la frontera nicaragüense hacia territorio hondureño. Algunos de los “coyotes” que cruzan a los migrantes por zonas aledañas a las fronteras de El Guasaule y Las Manos, entre Nicaragua y Honduras, pueden cobrar entre 20 y 30 dólares por persona, según información que manejan los taxistas.

En el caso de los hospedajes, los migrantes pueden encontrar en la frontera nicaragüense algunos con habitaciones grupales que van desde 10 hasta 30 dólares por noche.

Migrantes en el aeropuerto de Madrid con destino a Nicaragua. Cortesía

Remesas

Otras personas dedicadas a guiar a los migrantes en su tránsito por Nicaragua rumbo a la frontera con Honduras confirmaron, en entrevista con LA PRENSA, que los grupos de migrantes además de usar los servicios de transporte, hospedaje y alimentos, también reciben en el país remesas que les envían familiares que ya están en Estados Unidos.

Algunas veces, explicaron, los migrantes reciben las remesas de hasta 1,000 dólares a sus nombres por la Western Union y, en otras ocasiones, pagan a nicaragüenses, entre 30 y 50 dólares, para les faciliten sus datos personales y ellos sean quienes las retiren y posteriormente se las entreguen.

Buses ofrecen una opción más económica

Adicional a esto, LA PRENSA confirmó que hay grupos de migrantes que, quizás con menos presupuesto, deciden viajar a la frontera entre Nicaragua y Honduras en los buses intermunicipales exprés, y se trasladan tras el arribo de sus vuelos a la estación de buses del Mercado Mayoreo, en Managua, donde parte el transporte público en ruta hacia los municipios del norte de Nicaragua.

En la cotrán del Mayoreo, pudo ver este Diario, se mantienen grupos de personas no nacionales que esperan la partida de buses con destinos a Jalapa, Somoto y Ocotal.

El precio de los pasajes para estos municipios de Nicaragua, ubicados a pocos kilómetros de la frontera con Honduras, van desde los 220 hasta los 110 córdobas, es decir, entre 6 y 3 dólares, respectivamente. Sin embargo, la duración del viaje en bus puede durar desde seis hasta ocho horas, según confirmaron algunos de los colaboradores de cooperativas que hacen viajes al norte de Nicaragua.

Nicaragua, el tampolín a EE.UU.

La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó esta semana que “la tendencia más significativa” de las personas migrantes originarias de Cuba y naciones africanas es que “cada vez están eligiendo rutas aéreas para llegar a Centroamérica”, con el fin de evitar los peligros de cruzar por la región del Darién, ubicada en la frontera de Panamá con Colombia, para seguir su tránsito hacia Estados Unidos.

En el caso de los africanos, el régimen no ha publicado ninguna disposición sobre visado, pero según información que circula en internet, no necesitan visa para entrar a Nicaragua, así como sucede con los cubanos.

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