Un profesor cubano desestabiliza la Mesa Redonda

con una lección de patriotismo

“No me equivoqué cuando dije que era un concepto polémico”, afirmó nervioso Zamora Oria y se apresuró a retirarle la palabra a Fernández Batista. (Captura)

«Hay gente en Miami que es más patriota que algunos aquí», dijo ante el asombro del conductor del programa

Por 14ymedio

HAVANA TIMES – Ninguno de los asistentes al programa Mesa Redonda transmitido este viernes por Televisión Cubana pudo disimular el asombro cuando el profesor Fabio Fernández Batista afirmó, ante las cámaras, que «se ha perdido el orgullo por ser cubano».

Fernández Batista inició el debate atribuyendo el patriotismo cubano a un nacionalismo «sano» que puede verificarse en toda la historia de la Isla. Su intervención se atuvo inicialmente a los conceptos que se manejan en la Universidad de La Habana, donde es profesor titular. Sin embargo, exigió rápidamente una comprensión más «flexible» del patriotismo, no reducida a lo geográfico.

El profesor fue subiendo de tono y expuso que «hay gente que vivió toda la vida en Cuba y son menos patriotas que José Martí», mientras que otros «están en Miami y ahora mismo son más patriotas que algunos de los que nos podemos encontrar en una calle». «Son realidades que algunos les pueden escandalizar», admitió, antes de que el periodista Oliver Zamora Oria, conductor del programa, intentara matizar sus palabras.

«No me equivoqué cuando dije que era un concepto polémico», afirmó nervioso Zamora Oria y se apresuró a retirarle la palabra a Fernández Batista. El profesor no tuvo oportunidad de hablar de nuevo hasta los minutos finales del programa y advirtió de que iba a ser «indisciplinado».

«El patriotismo no podemos conectarlo exclusivamente a la idea de la resistencia heroica, ‘aquí estamos, resistiendo, como los mambises'», ironizó. «La patria también es construcción de futuro, cristalización de sueños, realizaciones colectivas», expuso, para señalar luego que no se podía vivir solo del «pasado», sino que es necesario buscar un futuro «de éxito y prosperidad que podamos materializar».

El patriotismo cubano también está siendo «impugnado por la profunda crisis que ahora mismo marca la realidad del país», lamentó Fernández Batista. «Todos los días tengo acceso a los estados de WhatsApp de todos mis estudiantes», refirió, «y hay muchísimos estados en tono de chistes que comparten cuya matriz central es ‘qué terrible haber nacido en Cuba’ y ‘qué feliz voy a ser cuando no esté'».

Ese disgusto es la razón, dijo, de que «ahora mismo haya gente cruzando el Río Bravo rumbo norte». Para evitar esta fuga es necesario «diseñar un proyecto de país exitoso, próspero para sus ciudadanos, capaz de entender la pluralidad y la diversidad que marcan la realidad que es Cuba».

El académico criticó los «recursos de alusión a lo patriótico» del Gobierno cubano y los calificó de «alejados de prácticas comunicativas eficientes» y colocó al filme Inocencia (2018), de Alejandro Gil, como ejemplo de producto audiovisual «efectivo». «No es la regla, es la excepción», trató de conciliar Zamora Oria, pero Fernández Batista no se dejó interrumpir y espetó: «Esas ideas donde la patria es simplemente la resistencia», «lo inmóvil», no «enamoran a los jóvenes».

El conductor de Mesa Redonda contradijo a Fernández Batista y afirmó que «el patriotismo ha sido fundamental a la hora de enfrentar estos momentos», en alusión a las protestas contra el Gobierno que se han producido desde julio de 2021. El profesor dijo estar de acuerdo, pero señaló que le preocupaba también el «heroísmo cotidiano» de quien está «en una cola, resistiendo».

Zamora Oria prefirió dirigirse a los demás participantes y concluyó el debate afirmando que había estado «a la altura» del concepto que debatían. La incomodidad de los panelistas no terminó hasta que pasaron los créditos del programa.

A la Mesa Redonda también fueron invitados la profesora Nancy Chacón, el periodista de Juventud Rebelde José Alejandro Rodríguez, Lil María Pich, especialista del Programa Martiano, y el humorista gráfico Adán Iglesias, del suplemento DDT, que intervino a través de sus caricaturas. Todos admitieron que «dejar el país» era un «paradigma» para la juventud cubana, pero no atribuyeron las causas del éxodo al Gobierno sino a «la situación» o a «factores culturales», «educativos», o bien a la «religión y la emocionalidad».

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