Un día otoñal
Por Rosa Martínez
HAVANA TIMES – Si en Cuba se percibieran, en realidad, las cuatro estaciones del año, ahora mismo estaríamos en otoño. Las calles se llenarían de hojas amarillentas, rojizas o de color marrón, después de haber sido arrancadas de los árboles por el fuerte viento, y estas se moverían de un lugar a otro en remolinos.
También tendríamos que cambiar la vestimenta, pues la temperatura habría bajado un poco y se sentiría un frío agradable, no de los que calan los huesos, sino de los que te permiten dormir acurrucado y felizmente sin necesidad de un molesto ventilador.
Pero no es así. El otoño cubano casi termina y la vida en Cuba marcha sin muchos cambios, tanto en lo climatológico como en lo social. El excesivo calor persiste, aunque no como en julio y agosto, claro está. Una mejoría aquí, una destrucción allá, un sueño por acá, una decepción por acullá, pero seguimos casi igual, ¿verdad?
Aquí les traigo algunas imágenes de un día común de otoño en la ciudad de Guantánamo.