Tren Sancti Spíritus-Habana: caos sobre rieles

Ailén Martínez y Leyané Dueñas   (Progreso Semanal)

Tren Sancti Spiritus - La Habana
Tren Sancti Spiritus – La Habana

HAVANA TIMES — Ligada a su existencia desde hace más de cuatro años, la ruta del ferrocarril Sancti Spíritus-La Habana representa un segundo hogar para Yasmani López, quien asegura no invertir tiempo en procurar pasaje: “Me he montado con el tren en movimiento; lento, claro está. Allá arriba me lo cobran, las ferromozas saben que conmigo no hay problemas”.

Como él, cientos de pasajeros narran las más disímiles peripecias a bordo del que algunos llaman El Espirituano; otros, El Habanero, y el mismísimo Antolín bautizó hace una década como El Guariao.

Si en algo coinciden todos, desde los viajeros reales hasta un personaje humorístico de la televisión nacional, es en la odisea a la que se enfrentan quienes optan por viajar en la barriga de este tren, un medio de transporte al alcance de todos los bolsillos que, agenda y cámara en ristre, aborda hoy Escambray.

La vía férrea constituye una de las opciones de transportación salvadoras para los espirituanos, debido, en gran medida, a sus módicos precios. No obstante, la precariedad de los coches incide de forma desfavorable en el criterio de la población.

“Lo que más golpea ahora mismo son los baños, que en muchas ocasiones se encuentran sucios a la hora de salida”, alerta el viajero Osvaldo Vargas. En la otra cara de la moneda, el personal operativo responsabiliza a los ciudadanos a bordo por no cuidar la higiene.

De la inestabilidad del agua y el suministro de implementos necesarios para limpiar da cuentas la empleada Aney Sánchez, quien garantiza el fregado del servicio sanitario luego de cada viaje. Sostiene que disponer de mangueras, guantes y botas de goma no resulta sencillo; igualmente, puede volverse un quebradero de cabeza algo tan básico como un inodoro o lámparas fluorescentes para los coches.

tren-sancti-spiritus-habana-1Tocante a faltas, los cubículos también figuran como protagonistas: roturas en ventanillas y puertas vulneran la privacidad de los viajantes y, por si fuera poco, los asientos otrora reclinables y ahora fijos impiden cualquier asomo de confort.

Más de 10 horas dura el trayecto desde que el tren sale de Sancti Spíritus hasta que arriba a la capital. Dicha demora impone un mínimo de comodidades imprescindibles que hoy son transgredidas por las entidades responsables del mantenimiento ferroviario.

Actualmente, las tres locomotoras de la provincia que trasladan vagones con pasajeros circulan con la iluminación defectuosa. Meses atrás, el tren espirituano debió permutar su salida nocturna para el horario de la mañana, como consecuencia de un fallo eléctrico en la planta generadora de energía. Aunque el inconveniente quedó resuelto al cabo de varias semanas, aún persisten irregularidades de esa misma índole.

“No hace mucho una ferromoza se lesionó el pie por causa de un hueco en el pasillo; todos los viajeros del coche pasamos el susto del año. ¿Cuántos incidentes más deben ocurrir para que emprendan un arreglo capital o reemplacen, de una vez por todas, estos vagones alemanes?”, se cuestiona Yasmani.

De esta manera, cada travesía deviene peripecia sin remedio. Tal vez por ello Yasmani se muestra incrédulo ante la afirmación de que, para septiembre, los coches quedarán reparados en su totalidad. Al menos eso asegura Wilfredo Palacios, director de la Unidad Básica de Ferrocarriles de Sancti Spíritus.

“En estos momentos se reparan dos coches en los talleres especializados de Villa Clara, con atención priorizada para pasillos, asientos y la pintura en general. Si bien esta labor se programó para los meses de verano, momento pico en la transportación, hemos orientado redistribuir a los usuarios de modo que el servicio se afecte lo menos posible”, explica Palacios.

¿La inversión incluye la vía férrea?, indaga Escambray con Delvis Matos, director de la Unidad Básica Vías y Puentes, también presente en el diálogo.

“Hasta el momento se tienen previstas operaciones en 17 kilómetros de vía, que cubren los subramales de Zaza del Medio, Las Nuevas y Cabaiguán, entre otros dentro del territorio; pero no se alterará la ruta del tren espirituano, pues los raíles están en buen estado”, certifica el directivo.

La venta de alimentos en el tren, pese a la calidad de que alardean sus vendedores, experimenta violaciones en los procesos de manipulación y conservación. De las inconformidades con la higiene da fe el jefe del bufet Daniel Alberto García, quien asevera que luego de una inspección por la Dirección Sectorial de Salud se les prometió guantes, pinzas y otros implementos útiles para la venta: “Hasta el momento solo hemos visto la nevera. Los bocaditos de jamón los colocamos en una cesta, sin una tapa o algo que los proteja; imagínese, el tren está repleto de cucarachas”, sostiene.

Delitos a toda máquina

Policia ferroviario.
Policia ferroviario.

Cuando el reloj marca las 3:00 a.m. las voces de los pasajeros apenas se escuchan. El silencio denota el cansancio por los obstáculos del trayecto. Para los más asiduos, la rigidez de los asientos es cuestión de costumbre y aquellos que luchan contra el sueño terminan sacando bandera blanca. Pero muchas veces la relativa paz solo anuncia el momento del delito.

El hurto de equipajes menoscaba la tranquilidad de cientos de viajeros que se trasladan a La Habana. En lo que va de año, tres individuos recibieron sanciones por fechorías a bordo. A esta ilegalidad se sumó el trasiego ilícito de productos lácteos, agrícolas y del mar que, de conjunto, provocó más de 400 incautaciones con recargos imputados desde 100 hasta 5 000 pesos. Otras transgresiones sobre la vía férrea consisten en la ingestión de bebidas alcohólicas, el uso de vestuario inapropiado y la evasión del pago del pasaje.

La aplicación durante el primer semestre de 2014 de alrededor de 500 medidas por violaciones al Decreto-Ley que estipula la obligatoriedad de orden durante la transportación en estos vehículos resultó posible gracias a la labor de la Policía Ferroviaria.

El mayor Rogelio Gurbí Herrada, jefe de dicha unidad, explicó que el objeto social de la entidad es combatir cualquier indisciplina que atente contra el transporte por ferrocarriles. Como ejemplo citó la detección, a finales de junio, del conductor del coche expreso del tren No. 8 en estado de embriaguez mientras viajaba hacia la capital.

Peligros en la vía

También desde afuera se hace mella en los trenes: la sustracción de angulares, clavos de fijación y sujetadores de apoyo metálicos, entre otros actos vandálicos contra los rieles, amenazan la seguridad vial. Las autoridades del ramo alertan, además, sobre la presencia de reses en zonas cercanas a la línea, irregularidad que coloca a Sancti Spíritus entre las provincias de mayor accidentalidad en el país por causa del ganado suelto.

Por último, el vertimiento de desperdicios en áreas claves como La Ranfla, en la cabecera provincial, el Elevado de Guayos o la periferia del central Uruguay continúa siendo una amenaza, en tanto se obvian los innumerables llamados de atención por los agentes del orden y a través de los medios de comunicación masiva.

Con más sinsabores que confort, Yasmani López llega a La Habana. Los aires capitalinos pronto esfuman la huella del viaje, que esta vez transcurrió sin roturas, aunque por regla suele prolongarse más de lo previsto.

El contexto económico dibuja un panorama desfavorable para las soluciones mágicas, más se impone el análisis de cada anomalía o incompetencia. Mientras llega el momento de inversiones cuantiosas para otro medio más moderno y lujoso, ¿seguirá siendo la ruta Sancti Spíritus-La Habana un caos sobre rieles?

4 thoughts on “Tren Sancti Spíritus-Habana: caos sobre rieles

  • Coño! El Espirituano!
    Mira que tuve que cogerlo cuando estudiaba en Labana. Me hice experta en abordarlo como polizón. Y no pagaba un kilo.
    ¿400 incautaciones nada más? Esos descara’os están cogiendo a los nuevos y a los chiquitos pa decir que están trabajando. Seguro le cogen dinero o parte de la carga a la gente. Ese tren carga sacos, así mismo, sacos de cebolla, montón de libras de queso, maletines llenos de tilapia congelada. Más parece un tren de carga que de pasajeros.

    Me acuerdo la primera vez que lo monte, siendo niña. Fue un tramo corto, hasta Santa Clara con mi abuelo. Había un vagón comedor.

    Luego cuando empece la universidad yo sacaba mi pasaje, y todavía era un tren de pasajeros con sus equipajes. Muy romántico y escenario de ligues entre estudiantes que procedentes de Santi Spíritus a Matanzas íbamos para la UH, la CUJAE o el ITM

    A las finales los estudiantes optamos por la 8 Vías y los intermediarios de productos agrícolas por el tren.

  • Tengo suerte. Solo he visto una vez abuso policial en Cuba. Nada de golpes aunque fue del carajo. El espirituano parado por 3 horas (mediodía, pleno verano) y nadie sabía porqué. Viene un policía y una pobre mujer le pregunta: ¿por dónde viene el tren al que estamos esperando?. Y el policía le respondió: ¡por la línea! Como chiste es bueno pero no se puede decir cuando andas de uniforme. Bueno, la mujer se puso a insultarlo por la «gracia». Y ahí vino el abuso policial: le pusieron una multa a la mujer por falta de respeto a la «autoridad».

  • 100 % Gusan@ Diciendo esas cosas no ayudas a los espirituanos que todavía viven de lo que luchan. Que no han podido abandonar lo que tu seguro también hiciste. Piensa un poco en tus hermanos y amigos que aun quedan.

  • Juanito, tienes razón. Te agradezco.

    Y sí, por supuesto que lo hice no una ni dos sino muchas veces. Yo empecé llevando dólares de La Habana hacia el campo, y vendiéndolos allá. Como allá no había tiendas, me encargaban cosas, jabón de baño, aceite de comer, etc.
    Al principio en el viaje de vuelta sólo traía dinero, pero era pérdida así que empece a traer queso pa Labana.
    Y así me defendía. Con los guardias tuve suerte, pero a una amiga mía de Camagüey, la pobre le quitaron todo y le pusieron multa.

    Pensándolo bien, no creo que por ese comentario mío los guardias del Espirituano vayan a ponerse extremistas, lo del trasiego en el tren es un secreto a voces. Y si el tren se pone malo hay que coger la 8 Vías.

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