Maratón Terry Fox de la Esperanza en Cuba

Por Irina Echarry, fotos: Caridad

Maratón de la Esperanza Terry Fox 2010

HAVANA TIMES, 22 de marzo — Con la visita de la familia del canadiense Terry Fox a Cuba, aconteció este 20 de marzo el Maratón de la Esperanza. Evento que cada año convoca a centenares de cubanos y cubanas frente a la Sala Polivalente Kid Chocolate para acortar la distancia que separa al cáncer de las personas sanas.

Unidos en trote o caminando, todos por la misma razón: honrar al muchacho que, al saberse enfermo, decidió recorrer las calles  (aún cuando le faltaba una pierna), para reunir fondos que ayudarían a financiar investigaciones sobre el cáncer.

Después de Canadá, Cuba es el país que más personas reúne en esta carrera. Jóvenes, niños, ancianos, mujeres y hombres acuden en masa debajo del sol.

El hecho de participar ya significa una victoria.

A las diez de la mañana suena el silbato que anuncia la salida. Gente en sillas de ruedas, con bastones, bicicletas, banderas de colores, carteles y mucha risa, avanzan al compás de los aplausos del público que se aglomeró para verlos y brindarles ánimos.

Una multitud colmada de imágenes de Terry Fox en los rostros, en los brazos, etc.

Juanita, anciana de más de 80 años, trata de no faltar nunca “vengo porque así me entreno y demuestro de lo que soy capaz con mi edad. Muchos jóvenes no hicieron el recorrido completo, pero yo sí. A mi pasito, pero llegué.”  Juanita pertenece a la Sociedad de Wu Shu, cada mañana realiza sus ejercicios y convence a alguna amiga sobre los beneficios del deporte.

En esta carrera no se compite. El hecho de participar ya significa una victoria, porque si puedes correr tanto es que no estás tan mal. Yo vengo todos los años, tuve cáncer en las amígdalas, por suerte me lo quitaron con sueros y láser. Pero seguiré viniendo.”  Así habla Marcos, un exfumador de 48 años que corrió durante todo el trayecto que comprende las calles Prado, Neptuno, Galiano y San Lázaro.

Betty, la madre de Terry Fox en La Habana.

Pero no todos corren, algunos van en patines, otros caminan y hay quien no desaprovecha la oportunidad  para demostrar su egoísmo. Se trata de un señor que tiene dos mascotas vestidas con el uniforme del equipo Industriales. Los infelices perros van encima de una bicicleta, ladrándole a todo el que se les acerca, estresados por las circunstancias. ¿No es mejor que los deje correr?  Para los animales sí fuera mejor, pero él se perdería ser el centro de atención en la multitud.

Una multitud colmada de imágenes de Terry Fox en los rostros, en los brazos, o simplemente, en marcadores para libros que la gente le acerca a Betty, la madre de Fox, para que los firme.

Trabajadoras del Hospital Oncológico cuentan que siempre vienen con sus pacientes y con su familia,” “es una forma de apoyarlos. Además, es tan conmovedor ver a la gente luchando por la vida, por eso traemos a los niños, para que aprendan de la voluntad de estos enfermos.”

El sol insiste en calentar a los deportistas. Los niños sonríen a la cámara de nuestra fotógrafa  que ha tenido que correr… bueno, a eso se viene al Maratón de la Esperanza.