Submarino en la bahía de La Habana

Por Carlos Fraguela

Observando la entrada de la Bahia de La Habana. Foto: Caridad

HAVANA TIMES — Sucedió esta mañana cuando me dirigía a mi trabajo. Transitando paralelamente a la entrada del puerto de La Habana en el ómnibus, pude divisar un submarino entrando a la bahía. Tristemente no llevaba la cámara fotográfica encima y perdí una gran oportunidad.

Inusual y curioso resulta este tipo de embarcación que puede navegar bajo el agua, además de por la superficie. Llaman la atención más que otros buques porque son más raros.

En el puerto de la habana cada vez que sale o entra cualquier tipo de transporte la gente curiosa se asoma al malecón a mirar. Yo que soy amante del mar jamás he montado un barco y mucho menos un submarino.

El que pude ver este día era completamente negro y en la cubierta llevaba más o menos quince tripulantes vestidos de uniforme verde oscuro y con una especie de pañoletas rojas al cuello.

Una de las embarcaciones Polargos, de los prácticos del puerto salió a su encuentro para hacer su labor de guía. Los sumergibles que he visto siempre estáticos en la base del puerto habanero son muy diferentes en todo, de color gris y de mayor tamaño.

Yo llevaba muchos años sin ver un submarino en marcha. Exactamente desde el año 83, en que hice mi tesis en la unidad militar que se encuentra en la sede de la muy antigua Academia Naval del Mariel.

La entrada de la Bahia de La Habana.

Un castillo encantador en la cima de una colina a la izquierda de la entrada de la ciudad. Desde ese magnifico mirador y auxiliado de equipos ópticos para observaciones topográficas, observaba yo furtivamente los sumergibles de la base que existe en ese Puerto. Tengo recuerdos bellísimos de mi estancia en ese lugar embrujado.

Ahora volviendo a La Habana. En la tarde al volver del trabajo me encontré con un amigo restaurador que me comentó que se esta dedicando a la fotografía subacuática y yo lo sorprendí diciéndole que también estoy haciendo eso, pero en mi pecera marina.

Estuvimos un buen rato conversando acerca de las especies que hemos fotografiado y me dijo que hoy había hecho una inmersión y cuando fue a pedir el permiso para la misma le advirtieron que no debía hacerlo en la bahía por la presencia de un submarino y que, por supuesto era peligroso por el riesgo de un accidente de choque.

El estaba escéptico cuando le advirtieron y solo respondió que su trabajo sería fuera de la bahía. Cuando le conté que yo lo había visto me dijo asombrado: ¡entonces era verdad!