Sigue cayendo el peso cubano frente el dólar y el euro

En febrero el euro alcanzó los 320 pesos, mientras el dólar llegó a los 314 y la MLC los 268 / EFE

Por 14ymedio

HAVANA TIMES – Entre las tareas pendientes urgentes que tiene el Gobierno, recordó este lunes Manuel Marrero, está «el redimensionamiento del mercado cambiario», fijado para febrero y sin medidas en el horizonte, entrado marzo para intentar contener lo imposible. En medio de la inacción gubernamental, la escalada del precio de las divisas no tiene freno y los pronósticos del Observatorio de Monedas y Finanzas de Cuba (OMFi) auguran que tanto el euro como el dólar podrían superar este mes los 340 pesos en el mercado informal.

En su informe mensual, el OMFi, un proyecto independiente impulsado por economistas y periodistas cubanos para proporcionar información sobre el mercado cambiario y la evolución de los indicadores financieros y económicos del país, recuerda que en febrero la moneda europea alcanzó los 320 pesos, mientras el billete verde llegó a los 314 y la MLC (moneda libremente convertible) los 268, lo que supuso una depreciación de la moneda nacional superior al 8% con respecto a las divisas y un 5,1% en relación a la virtual MLC. A pesar del nefasto dato, supone un alivio con respecto al mes de enero, cuando el peso perdió un 18,5% de valor frente al dólar y un 17,6% respecto al euro.

«Debido a la constante depreciación informal del peso y a la inacción de las autoridades económicas en materia de política cambiaria, la brecha entre los tipos de cambios múltiples en la economía se sigue ampliando», señala el documento, firmado por el economista cubano Pavel Vidal, residente en Colombia. 

El OMFi, que maneja un modelo mediante el que pronostica la depreciación del peso, calcula que en marzo se producirá como promedio una nueva desvalorización de la moneda nacional del 8% con respecto al euro y del 9% frente al dólar, con un máximo de 340 pesos o 330 en un escenario más conservador. Según su análisis, la consistente devaluación refleja que no hay factores especulativos detrás del alza, sino que su origen está relacionado con «la permanencia de desequilibrios fundamentales conectados con la crisis en la producción nacional, las presiones inflacionarias y los limitados ingresos de divisas en la economía». 

La argumentación responde, posiblemente sin pretenderlo, a la constante acusación desde el oficialismo hacia El Toque –que es parte del OMFi– de especular con las tasas de cambio forzando una subida. A mediados de 2023, el medio independiente fue objeto de las críticas de Razones de Cuba, que lo acusaba de cooperar con EE UU en su “guerra no convencional” para forzar un estallido social. El Toque ha explicado su método de análisis y cálculo para eliminar cualquier sospecha infundada, pero el oficialismo no afloja. Este mismo martes, su cuenta en Facebook volvió al ataque. 

«¿Qué sabes de la operación de inflación inducida que lleva adelante la CIA y se desarrolla por El Toque? La inflación en Cuba está siendo generada, inducida, con una manipulación criminal del tipo de cambio», afirmaba el medio oficialista. Los objetivos, listados a continuación, se resumen en «atacar la moneda, no solo para generar hiperinflación, sino para contraer la producción; alterar la distribución de bienes, llevarlos a los mercados informales y venderlos con sobreprecio; y –como compendio– atacar las medidas económicas del Gobierno cubano». 

Para sorpresa de pocos, la publicación ha recibido una avalancha de respuestas en las que los usuarios, cargados de ironía, cuestionan al medio por atribuir tanto poder a una web independiente y tan escaso a un Gobierno con todos los aparatos del Estado en sus manos. «Más que los objetivos mejor expliquen cómo lo hacen, y cómo el Gobierno es incapaz de contrarrestarlo –inquiere uno de los más moderados–. Porque lo que sí es más que evidente es la incapacidad del Gobierno para tomar medidas efectivas para estabilizar la moneda. Por cierto El Toque ha explicado hasta el cansancio su metodología y resulta bastante convincente. No así las explicaciones del Gobierno, que toma medidas sin tomar en cuenta a renombrados economistas nacionales».

El informe del OMFi señala que los cambios más recientes en aranceles, impuestos y precios han sido procesados por el mercado «de manera ordenada», pero esto podría cambiar en función de las decisiones que está por tomar el Gobierno, además de la incertidumbre con que el mercado recibe sus políticas.

La coexistencia de tres tasas para la moneda, dos oficiales –24 y 120 pesos por 1 dólar– y una informal que es, en la práctica, la más extendida –por privados y en transacciones corrientes– unida a la dolarización de facto de la economía «desvirtúa las señales de precios relativos sobre las cuales deben tomar las decisiones el sector productivo y los consumidores», añade el informe. Esto genera, continúa, grandes desigualdades con repercusión especialmente negativa para los agricultores, puesto que «el campesino debe enfrentarse al mismo tiempo a los precios que fija el Estado con la tasa de cambio oficial y a los precios de los mercados que siguen la dinámica de la tasa de cambio informal».

En cuanto a los vendedores informales de moneda, la rentabilidad sigue siendo alta y, según el documento, se espera que la tendencia continúe en marzo, aunque existen indicios de una posible –pero improbable– reversión a la baja. Además, desde enero se observa una demanda de divisas muy por encima de la oferta –base de la aceleración de la depreciación de la moneda nacional, y aunque a principios de febrero hubo una leve caída de la demanda, no fue suficiente para cambiar la tendencia alcista. La oferta de moneda ha experimentado una «discreta pendiente positiva», pero, una vez más, también resulta escasa para que se produzca un impacto real. 

El informe añade que, a pesar de que la depreciación del peso cubano es del 18% solo en el último trimestre, aún hay una gran cantidad de compradores dispuestos a pagar el precio que se pida por las divisas. «El comportamiento es coherente con el panorama macroeconómico y confirma que se han afianzado los factores fundamentales que determinan una alta demanda de divisas (exceso de pesos en circulación, dependencia de las importaciones, dolarización y alta inflación) y una baja disponibilidad de divisas (limitadas exportaciones y remesas). El cierre temporal de las operaciones de Western Union debe haber empeorado el desenvolvimiento de las remesas en las últimas semanas», concluye.

Lea más desde Cuba aquí en Havana Times.