Resaca de Halloween en La Habana
HAVANA TIMES — El avance de Halloween como celebración en La Habana no pasó desapercibido por los críticos del gobernante Partido Comunista de Cuba.
Pedro de la Hoz, columnista cultural del diario Granma, órgano oficial de partido, expresó su preocupación por la fiesta de los disfraces. Lo que le molestó más a De la Hoz fue el uso de varias instalaciones estatales para semejantes fiestas “neocolonales”.
A continuación publicamos un reportaje de CafeFuerte:
Crítico oficial fustiga a instituciones estatales por celebrar Halloween
Por CaféFuerte
El crítico cultural del diario oficial Granma, Pedro de la Hoz, está muy contrariado por los recientes festejos de Halloween y la celebración de un campeonato panamericano de cheerleading en La Habana.
En un artículo titulado “Rarezas no tan raras“, De la Hoz, quien es también vicepresidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), criticó duramente a las instituciones estatales que se han prestado para promover esos eventos, dejándose arrastrar por la lógica del mercado y la asimilación “neocolonial” de las influencias extranjeras.
“Lo raro, y en mi opinión preocupante, es que desde instituciones, cuya misión social implica preservar valores identitarios, se promuevan tales prácticas”, escribió el crítico oficialista. “En la calle G usted puede el 31 de octubre o el día que sea disfrazarse siempre que no transgreda las normas elementales de convivencia. Pero en el Salón Rosado, los Jardines de la Tropical, el 1830, el Diablo Tuntún y el Salón Rojo del Capri, ni Artex, ni la Egrem, ni la administración de una instalación turística o recreativa deberían prestarse para la promoción de tales eventos”.
Y seguidamente se cuestionó: “¿Por qué dejarse arrastrar por la lógica del mercado o la asimilación acrítica, o mejor dicho, neocolonial de influencias foráneas?”
Sorprendido por las calabazas
El columnista se sorprendió de que el viernes 31 de octubre, en ciertos lugares de La Habana se vio a gente disfrazada con alegóricas calabazas o a semejanza de personajes de lo que llamó “la industria mediática norteamericana”.
Un día después, la Ciudad Deportiva acogió el IV Campeonato Panamericano de Porrismo (cheerleading), auspiciado por el INDER, lo que también llamó la observación crítica de De la Hoz, pues, según él, a colegas que reportaron el evento les pareció estar asistiendo a los espectáculos intermedios de los partidos de baloncesto de la NBA o “haberse transportado a una comunidad de Massachusetts o Nueva Inglaterra”en lugar de encontrarse en la calle G o los Jardines de la Tropical.
“Supuestamente deberíamos levantar un altar a la diversidad cultural, las interinfluencias y la comunicación recíproca y plural. Pero no es así. La hegemonía de la industria cultural norteamericana impone hábitos de consumo, gustos, modos de pensar y actuar, de manera persistente pero sutil”, consideró De la Hoz.
La gradual irrupción de disfraces y fiestas de Halloween en la sociedad cubana ha recibido antes cuestionamientos tanto de intelectuales como de ciudadanos de a pie, argumentando que se ha convertido en una celebración para hijos de personas privilegiadas o con acceso a superiores ingresos en divisas.
Banderas norteamericanas
Respecto al torneo de porristas, el periodista recordó que en Cuba la animación desde las gradas debe asumir características que se correspondan con la idiosincrasia nacional, como las congas en los estadios o mediante la algarabía que montaba Armandito el Tintorero en los partidos de béisbol en el parque Latinoamericano.
Pero la mayor irritación expresada por De la Hoz es que de camino hacia la Ciudad Deportiva y en las cercanías de los Jardines de la Tropical algunos jóvenes exhibían prendas con la bandera norteamericana.
Aunque el articulista admitió que cada quien es libre de copiar hábitos ajenos, criticó las actitudes pasivas ante tales hechos en la sociedad cubana.
“Los defensores de ese relativismo a ultranza tienen que admitir el derecho que tenemos otros de exponer argumentos y enjuiciar, sin que medien prohibiciones ni anatemas”, concluyó De la Hoz.
La andanada del crítico de Granma se produce a pocos días que de la celebración de un foro sobre el consumo cultural en Cuba, convocado por la UNEAC y la Asociación Hermanos Saíz, en el cual se cuestionó la amplia difusión del llamado Paquete, una popular alternativa de distribución de productos audiovisuales.
Realmente no vale la pena analizar este texto taliban, lo que si me da gracia es la parte que dice «actitudes pasivas ante tales hechos», el pensaba que los demas eran tan talibanes como el.
Lo que dieron en llamar en una época » gimnasia artística», y que se promovió en todas las escuelas, y de la que se hicieron campeonatos hasta en la Ciudad Deportiva, no era otra cosa que cheerleading pero como lo avalaba el líder y tenía nombrecito nuevo, pues nadie abrió la boca.
Pedro de la Hoz y el Martillo, un retrógrado ejemplar