Raúl Castro niega que hay conflictos generacionales en Cuba

El General de Ejército Raúl Castro evocó el legado de su hermano Fidel y su inquebrantable fe en la victoria; reconoció a la nueva generación que ha asumido la dirección del Partido y del Estado a todos los niveles. Foto: granma.cu

Por 14ymedio/EFE

HAVANA TIMES – El ex presidente Raúl Castro reapareció este lunes para encabezar las celebraciones del aniversario 65 de la Revolución en Santiago de Cuba, en una de sus intervenciones públicas más importantes en meses, y pidió unidad dentro del Partido Comunista (PCC) y confianza en la nueva generación de dirigentes que ha sucedido a los líderes históricos.

El ex mandatario, de 92 años, cerró el acto anual de conmemoración del triunfo de los guerrilleros que llegaron al poder en la Isla encabezados por el fallecido Fidel Castro (1926-2016), que también se presentó, tecnología mediante, anoche en el evento. «Ni ladrones, ni traidores, ni intervencionistas. Esta vez sí que es la Revolución», se escuchó decir al fallecido Comandante a través de un holograma.

Su hermano menor y sucesor en el cargo realizó una alocución en la que reiteró la necesidad de cerrar filas dentro del oficialismo como la «principal arma estratégica» de la Revolución y del PCC. «Le ha permitido a este pequeña isla salir airosa en casa desafío. Cuidemos la unidad más que a la niña de nuestros ojos», aconsejó.

Fidel Castro fue omnipresente a través de las pantallas este lunes en el acto de Santiago de Cuba. (Foto Cubadebate)

Contra esa unidad, destacó, «se estrellarán una vez más todos los planes subversivos del enemigo», agregó.

«Hoy puedo afirmar con satisfacción que la Revolución cubana tras 65 años de existencia lejos de debilitarse se fortalece. Y cómo ya dije ya hace una década un día como hoy y en este propio lugar, sin compromiso con nadie en absoluto, solo con el pueblo», reivindicó el ex mandatario.

«Sé que expreso el sentir de la generación histórica al ratificar la confianza en quienes hoy ocupan responsabilidad de dirección en nuestro partido y Gobierno», señaló, en clara alusión a la actual administración, dirigida por su sucesor y actual presidente del país, Miguel Díaz-Canel, quien es además el primer líder en la Isla que no formó parte de la lucha armada desde 1959.

Castro también enfatizó en que «no hay contradicciones generacionales dentro de la Revolución, porque no hay envidias ni ansias de poder entre sus hijos», en una cita que atribuyó a Fidel Castro.

Asimismo, pidió a los líderes que por «insuficiente capacidad, falta de preparación o simplemente por haberse cansado de que no estén a la altura que exige el momento», se hagan a un lado.

Antes de Castro había intervenido Díaz-Canel, que llenó de elogios a la Revolución: «Fue un acto libertario de proyección continental, que no solo liberó al país de una dictadura servil, represiva y corrupta, sino que muy pronto desató los nudos de la dependencia económica de las transnacionales yanquis y liquidó las más crueles expresiones de la explotación humana que se habían naturalizado en el seno de la sociedad cubana, como el trabajo infantil, la prostitución o la semiesclavitud de los emigrantes haitianos».

El actual presidente destacó los que, a su criterio, han sido los grandes pilares de la Cuba después de 1959, como la reforma agraria, la educación y la sanidad pública. «Obras de profundo y sostenido calado social que en pocos años transformaron a un país pobre y atrasado en un referente mundial en educación, salud, deportes y cultura», dijo.

En ese sentido, hizo hincapié en «los hacedores» de la Revolución que «la han traído invicta» y, por ello, «merecen el mayor de los reconocimientos», el principal será que las generaciones siguientes serán «leales a la historia», agregó.

«Esta es la Revolución que después de haber perdido 3.000 médicos por un éxodo políticamente inducido en la década del 60 del pasado siglo construyó uno de los más formidables y prestigiosos sistemas de salud de nuestra época y hoy cuenta con medio millón de trabajadores en todos sus niveles quienes garantizan cobertura universal y asistencia gratuita para todas las cubanas y los cubanos. Paralelamente, durante estas seis décadas, 600.000 profesionales de la salud cubana han prestado colaboración en 165 países», dijo, en un discurso en el que no había cabida para los sanitarios que se exilian actualmente por los bajos salarios y malas condiciones en las que deben trabajar.

Cuba entra en 2024 sumida en una grave crisis económica, tras una caída del PIB en 2023 de entre el 1% y el 2% y un déficit fiscal de cerca del 19%, además de escasez de productos básicos como alimentos, medicinas y combustible.

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