Premier 12: otro fracaso del béisbol cubano

Por Ronal Quiñones

Primier 12HAVANA TIMES — Luego de varios madrugones (y sofocones) para los espectadores cubanos por la gran diferencia de horas con respecto a Taipei de China y Japón, culminó el torneo Premier 12 de béisbol en su primera edición, que dejó a Cuba en el sexto lugar, fuera de las semifinales.

Una derrota ante Corea del Sur dejó a los caribeños fuera de los cuatro grandes del certamen, aunque a lo largo de esa semana la nómina antillana nunca dio la sensación de que podía hacer mucho más.

Ofensiva casi nula, pitcheo inefectivo, mal corrido de bases y errores en la dirección, fueron las principales causas para que la novena de la Isla no pudiera avanzar más, pese a tener material, al menos, para llegar a las semifinales.

Sobre esto último se debate bastante, porque como no puede apelar al talento cubano presente en las Grandes Ligas, y cada vez son más los que optan por esa vía para continuar sus respectivas carreras, la calidad del torneo doméstico se ha resentido bastante.

El Equipo Cuba en el Premier 12. Foto Ricardo Lopéz Hevia
El Equipo Cuba en el Premier 12. Foto Ricardo Lopéz Hevia

Una variante era contratar a más peloteros en las diferentes ligas del Caribe, pero Puerto Rico realizó una protesta formal a la Confederación regional porque se sintió discriminado, al no poder incorporar peloteros cubanos por ser un Estado Libre Asociado de Estados Unidos, y regirse en ese sentido por la misma Ley que prohíbe a los cubanos residentes en Cuba jugar en la MLB.

Todavía no se tomado una decisión definitiva al respecto, y hay varios jugadores pendientes, porque ya tenían preacuerdos con varios clubes caribeños. De solucionarse satisfactoriamente ese problema, podría disminuirse un poco el éxodo de peloteros, aunque las tentadoras ofertas económicas de Estados Unidos son muy difíciles de ignorar.

Para conversar sobre esos temas visitamos una peña que se improvisó en una pescadería de La Habana, donde se debatía al respecto.

Sergio, el administrador, considera que la actuación en el Premier no fue nada buena, y censura, sobre todo, el balance hecho al final por el director del equipo, Víctor Mesa:

“¿Cómo es posible que el director diga que un sexto lugar no es malo, porque quedamos por delante de otros seis equipos? ¿Adónde hemos llegado? Antes era una ofensa decir otra cosa que no fuera llegar a la final, y eso fue lo que él mismo dijo aquí antes de salir, entonces cómo ahora va a aparecerse con eso.”

“No cojas lucha mi hermano”, le dice Reinaldo, “ya él se cansó de que le dijeran Compay Segundo y Carlos III, ahora quiere que le digan Camilo Sexto. Cada vez lo hace peor, y lo que pasa es que quiere tapar sus propios errores. ¿Cómo se le ocurre mandar a tocar a Mayeta, que nunca lo hace aquí? Ya le pasó en el otro Clásico con Eriel Sánchez, y ahora vuelve a meter la pata.”

Hablando sobre pelota en el Parque Central de La Habana.
Hablando sobre pelota en el Parque Central de La Habana.

“Si fuera eso nada más”, opina Moisés, “pero pasó dos veces al segundo bate para enfrentar al mejor bateador de Taipei, y una vez te puede salir bien, pero dos no. También mandó a todo el mundo a tirarle al primer lanzamiento, como si estuvieran apurados, y por eso se poncharon tanto con tan pocas bases por bolas, y ni hablar del manejo del pitcheo: el primer día puso a Liván Moinelo a lanzar 120 pelotas, cuando es un relevista. Luego lo volvió a poner dos o tres veces más, hasta que los coreanos le cayeron a palos, porque estaba reventado. ¿Para qué llevas 13 lanzadores si al final no los vas a utilizar?”

“Jónder Martínez y Yoalkis Cruz fueron allá de vacaciones”, comenta Andy, “los sacó el último día contra Corea, con el juego ya perdido. Parece que no estaban bien, pero en ese caso, hubiera llamado a otro, como hizo con (Alberto) Bicet, que puso a (Miguel) Lahera en su lugar, y el tipo lo hizo bien. Antes de salir dijo que estaba muy contento porque tenía tres cerradores en el equipo, pero resulta que al final pone a un abridor como Danny Betancourt a cerrar. Todo era improvisado, como casi siempre, porque desde el primer día había dicho que (el zurdo Yoanni) Yera era el abridor para Canadá por la cantidad de zurdos que tenían los canadienses en la alineación, y se aparece con (el derecho) Yosvani Torres.”

“¿Y qué me dicen del coach de tercera?”, interviene Dany, “El mismo que él tiene al lado en Matanzas. Mandó a dos o tres corredores para tercera a que los esperaran, y el colmo fue un robo donde dio mal las señas. Me dio la impresión de que eso era nerviosismo, por la presión que mete Víctor Mesa encima de sus peloteros. La única vez que lo vi relajado fue cuando Corea estaba 5-0 arriba, como si ya estuviera seguro de que no podía remontar, aunque fuera el segundo inning.”

“Todo lo que ustedes dicen es verdad”, considera Tony, “pero señores, Víctor Mesa ni corre ni batea ni fildea ni pitchea. Ese equipo no le daba a un melón, fueron los peores haciendo carreras, y así no se puede ganar. Los tres partidos que ganaron fueron por una carrera, y los que perdieron, por más de tres. O sea, que pudieron fácilmente virar para Cuba sin haber ganado ni uno solo. Quienes tienen que batear a la hora buena, no lo hacen, porque Yuliesky (Gourriel) aquí es un fenómeno, pero cuando sale no pone una, y (Alfredo) Despaigne, por el estilo.”

“¿Y de quién es la culpa de dejarlos como tercero y cuarto bate si no producen?”, le pregunta Sergio. “Eso es igual que aquí en la pescadería. Si el dependiente maltrata a los clientes la responsabilidad es de él el primer día, pero de ahí en adelante es mía, porque soy el que tiene que velar porque no lo haga más. Si no batean los que tienen que batear, los bajo en la alineación o los siento. En los torneos cortos no se puede esperar a que se pongan en forma. Además, ¿qué forma ni forma?, si el Yuly bateaba .500 en esta Serie Nacional, lo que pasa es que con el Cuba no batea. Hay que ponerlo del sexto para abajo.”

En fin, criterios hay muchos, como siempre. También, como siempre, la Federación cubana dijo públicamente que se analizará lo sucedido y se tomarán las medidas necesarias. Ya veremos.