Por mar y aire: el huracán «Irma» ataca Caibarién
Por Guillermo Nova (dpa)
HAVANA TIMES – «El aire se llevó el techo de zinc a una velocidad que parecía abrir una lata de conservas», recuerda a dpa Rosa Martínez mientras mira hacia arriba en el salón de su casa y solo ve el cielo todavía gris de las lluvias.
Rosa Martínez esperaba el huracán «Irma» con cautela pero también cierta confianza, porque de toda la calle en la que vive su casa era la única de cemento y tejado metálico, el resto son de madera, en una vía cercana al paseo marítimo de Caibarién, Villa Clara 330 kilómetros al este de La Habana.
El huracán «Irma» entró en el poblado pesquero de Caibarién con unos fuertes vientos sostenidos de más de 240 kilómetros por hora. Más de la mitad de los 40.000 habitantes de la ciudad fueron evacuados a refugios o reagrupados con otras familias en lugares más seguros.
El Consejo de Defensa Municipal estableció siete centros de refugio que albergaron a embarazadas, niños lactantes y menores de un año, junto a ancianos o personas que requerían una atención médica especial.
Para prevenir accidentes, el servicio eléctrico y telefónico fue interrumpido desde el viernes y fuertes controles policiales prohibieron la entrada a Caibarién.
Una vez que llegó «Irma», los principales accesos a la ciudad quedaron interrumpidos por la caída de grandes árboles. Las autoridades les habían podado las ramas pero la fuerza del viento los arrancó incluso desde la raíz. En los parques públicos los bancos terminaron en el suelo a pesar de los tornillos que los fijaban con fuerza al cemento.
A una gran velocidad, el mar penetró más de 500 metros de la cosa inundando con sus aguas todo lo que se encontraba por delante.
Algunas barcas de pescadores terminaron encalladas en la avenida principal.
En la tarde del viernes, el agua bajaba poco a poco su nivel, pero todavía se podían apreciar restos de algas por las calles como testigo de hasta donde llegó el mar por la fuerza de las olas, que alcanzaron entre cinco y siete metros.
«No recuerdo nada tan fuerte aquí», señala a dpa Reidiel García, que nació en 1985, justo el mismo año en el que pasó por Caibarién el huracán «Kate» destruyendo parte del poblado marinero.
Reidiel, que logró sacar la nevera, el televisor y todos los objetos de valor antes de la llegada de «Irma», ahora ve desconsolado cómo un poste eléctrico cayó sobre su tejado y tras romperlo ocupa parte de la cocina.
Mientras volaban los postes de la luz y las farolas, el tejado del Museo provincial se derrumbaba dejándolo también a la intemperie.
Las autoridades cubanas consideraron que Caibarién es una de las zonas más afectadas por el huracán «Irma», que entró en la isla con categoría cinco y bajó a cuatro a su paso por esta zona. Sin embargo, la atravesó más lentamente, a unos 15 kilómetros por hora, aumentando así su potencial de destrucción.
Cuando el agua empezó a bajar un poco, muchas familias regresaban a sus casas para ver en qué estado se encontraban. «Aquí hoy tampoco dormimos, las tejas volaron y solo quedaron las tablas», cuenta a dpa Fernando mientras saca agua al portal de su casa.
«Ahora lo que queda es recuperarse en el menor tiempo posible, tenemos almacenados los tejados, el cemento y otros materiales de construcción», aseguró a dpa Juan Alberto González, presidente del Consejo de Defensa Municipal de Caibarién.
Ultima hora: En el municipio de Esmeralda en la provincia de Camagüey, los daños son severos. En comunidades como Moscú de 289 casas solo 10 quedaron en pie; en el batey Central Brasil las afectaciones superan casi el 90 % en el fondo habitacional y en playa Jiguey no ha quedado prácticamente nada, el mar arrasó. Así nos informa la periodista Yaditza del Sol de Granma.