Política en Cuba: Reformas a contrarreloj

Patricia Grogg

Raúl Castro en el VI Congreso del PCC : Jorge Luis Baños/IPS

HAVANA TIMES, 3 junio (IPS) — El presidente de Cuba, Raúl Castro, llegó este viernes a sus 80 años de vida con el reto de hacer eficiente la economía pero sin abandonar el molde socialista, un camino que pasa por vencer resistencias conservadoras a los cambios, nuevas formas de trabajar y hasta de pensar.

“Hay que cuidarlo. Sólo él puede poner en marcha las reformas”, confió a IPS una fuente académica. El propio gobernante ha reconocido que el tiempo es un factor en contra, pero da muestras de conocer al dedillo el terreno que pisa. Sobre todo, parece sentirse bien de salud y a sus anchas en sus responsabilidades al frente del país, las cuales define como su “última tarea”.

En vísperas de su cumpleaños, el mandatario recibió la visita del ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), con quien comprobó la marcha del proyecto de ampliación y modernización del puerto de Mariel, unos 45 kilómetros al oeste de La Habana.

Las obras se llevan a cabo con financiamiento brasileño y habilitarán esa terminal portuaria para recibir buques de unos 15 metros de calado, ampliando “las puertas de Cuba al mundo”, comentaron medios oficiales. La zona es un estratégico polo de desarrollo previsto para el quinquenio 2011-2015.

Según medios académicos, la inversión de Brasil suma hasta el momento unos 300 millones de dólares. Los planes en Mariel incluyen la construcción de una amplia infraestructura de autopistas y modernas vías ferroviarias, además de la rehabilitación de un instituto politécnico para formar a jóvenes en las especialidades que necesitará esa área económica.

Mariel y el polo petroquímico de Cienfuegos, con fuerte respaldo financiero de China, son dos puntales de desarrollo seguidos muy de cerca por Castro, y cuyo éxito depende del impacto de las reformas estructurales sobre la eficiencia del sistema empresarial estatal, encargado de hacer operativos los proyectos planificados por el gobierno.

Al despedir el jueves al mandatario brasileño, Castro anunció que celebraría su cumpleaños “sólo con los nietos” y alguna de sus hijas. De su matrimonio con la líder feminista Vilma Espín, fallecida en junio de 2007, tuvo tres hijas y un hijo. Junto a la lápida mortuoria de su compañera de toda la vida puede leerse otra que lleva su propio nombre y año de nacimiento (1931).

El gobernante cubano hizo gala de buen estado de ánimo, bromeó sobre su edad y consideró “una lástima” no poder retirarse “ya”, en referencia a una de las iniciativas del sexto Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC) de limitar a un máximo de dos períodos consecutivos el desempeño de cargos políticos y estatales fundamentales.

Fidel Castro llegó el último día del congreso para dar su apoyo a su hermano. Foto: Jorge Luis Baños/IPS

“Bueno, yo tengo dos períodos, voy por uno”, comentó Castro, electo en febrero de 2008 presidente del Consejo de Estado, cargo que dejó vacante su hermano mayor, Fidel, luego haber enfermado gravemente en 2006. Desde el Congreso del PCC en abril pasado, Raúl Castro es además primer secretario del Comité Central de esa organización política.

La iniciativa para limitar los cargos, además de muchas reformas contenidas en los “lineamientos de la política económica y social”, como se denomina al programa aprobado por el PCC para los próximos cinco años (tiempo que media entre uno y otro congreso), espera por su basamento legal para entrar en escena.

“Son tantas las cosas que hay que arreglar jurídicamente…”, comentó Castro en breves declaraciones a periodistas. Añadió que la ministra de Justicia, María Esther Reus, está dedicada por entero a revisar las leyes con ese objetivo. “Son miles que hay que ir arreglando, ordenadamente, con institucionalidad”, afirmó.

En su opinión hay “muchas cosas vigentes que son absurdas o que tuvieron un comienzo correcto, pero ya el tiempo ha pasado”, dijo el mandatario, quien aún ocupaba el cargo de manera interina cuando el 26 de julio de 2007 anunció que se harían todos los cambios estructurales y de concepto que hicieran falta para hacer producir más la tierra.

Aunque referida al deprimido sector agrícola y la necesidad de aumentar la producción nacional de alimentos, altamente dependiente de costosas importaciones, la afirmación de Castro marcó el inicio de una serie de debates populares sobre los problemas y apetencias de cambio de la población cubana.

El resultado de las discusiones sirvió de base al proyecto de lineamientos llevado al sexto encuentro del PCC, también sometido previamente a examen en barrios y centros de trabajo. Al mismo tiempo, una serie de medidas y resoluciones comenzaron a responder a algunas de las demandas, en tanto otras aún esperan una legislación que las regule.

A decisiones como la apertura de los hoteles de turismo y de la telefonía celular a la ciudadanía cubana o el levantamiento de las restricciones para la compra de ordenadores y otros equipos, siguió, en 2008, el decreto ley para la entrega de tierras ociosas en usufructo a fin de estimular la producción agropecuaria.

Hasta el momento fueron adjudicadas un millón de hectáreas, y otras 800.000 están listas para atender nuevas solicitudes, según autoridades del Ministerio de Agricultura. Del fondo entregado, sólo 70 ciento se encontraba en alguna fase productiva. Según investigadores, el decreto necesita ajustes para estimular el trabajo agrícola.

Mientras, unas 300.000 personas optaron el primer trimestre de este año por pasar al sector privado o no estatal, al amparo de la apertura de 178 oficios y actividades para ejercer por cuenta propia. Las autoridades esperan retener y aumentar el número de cuentapropistas con algunas disposiciones que flexibilizan la carga impositiva.

Sin embargo, analistas consideran el listado de ocupaciones un pobre recurso de subsistencia, que excluye la participación de profesionales calificados, descarta el aporte del capital humano mejor preparado y cierra las puertas a su participación en la innovación económica y tecnológica.

Las expectativas apuntan ahora a la puesta en marcha de una anunciada política crediticia que incluye préstamos a productores agropecuarios para la compra de medios de trabajo e insumos en las unidades de comercio minorista, así como a personas autorizadas a ejercer el trabajo por cuenta propia.

Entre las regulaciones jurídicas más esperadas figuran también aquellas que normarán la compraventa entre particulares de medios automotores y viviendas, dos demandas muy extendidas entre la población cubana. Así mismo las reglas de juego para la formación de cooperativas en sectores diferentes al agropecuario, que es donde sólo están permitidas hasta ahora.

Abocado a la preparación de la Conferencia Nacional, programada para el 28 de enero del año próximo, Castro exhortó a la militancia del PCC a modificar “la mentalidad, que como barrera psicológica” es lo que más trabajo costará superar, “al estar atada durante largos años a los mismos dogmas y criterios obsoletos”.