Personalidades de EE.UU. escriben a Obama respecto a Cuba

HAVANA TIMES (dpa) — Un grupo de 78 influyentes personalidades de la política y la economía estadounidense envió hoy una carta al presidente Barack Obama para que trabaje con el Congreso para cambiar y actualizar la legislación respecto a Cuba.
«Señor Presidente, también le pedimos que trabaje con el Congreso para actualizar el marco legislativo respecto a Cuba para que también refleje las realidades del siglo XXI», se lee en la carta enviada hoy y que cuenta con destacados republicanos.
Entre los firmantes están George Shultz, secretario de Estado durante la presidencia del republicano Ronald Reagan; Bill Richardson, ex embajador de Estados Unidos en Naciones Unidas y ex gobernador de Nuevo México; empresarios cubanoamericanos como Alfonso Fanjul y Carlos Saladrigas y tres ex responsables de la diplomacia estadounidense para Latinoamérica.
Los firmantes, que ya enviaron una carta en mayo del año pasado reclamando un acercamiento, celebran que Obama haya impulsado un nuevo enfoque hacia Cuba. Ambos países anunciaron en diciembre que reanudarán relaciones tras más de medio siglo de enfrentamiento ideológico.
«Tanto la primera carta como ésta son ejemplos del amplio apoyo que estos cambios tienen en todo el espectro político. Podemos disentir en muchos asuntos, pero estamos de acuerdo por una simple razón: nuestro viejo enfoque de 54 años para tratar de promover los derechos humanos y la democracia en Cuba ha fracasado», escriben los firmantes de la misiva.
El jueves, Cuba y Estados Unidos celebrarán las primeras negociaciones para reanudar las relaciones diplomáticas con la visita a La Habana de la secretaria adjunta del Departamento de Estado para América Latina, Roberta Jacobson, la más alta representante diplomática estadounidense que viaja a la isla desde hace décadas.
La pasada semana entraron ya en vigor varias medidas que flexibilizan el embargo económico que Estados Unidos impone a Cuba desde hace más de 50 años.
El embargo, no obstante, sólo puede ser levantado por el Congreso estadounidense, algo en lo que incide la carta enviada hoy a Obama, aunque no se cite expresamente.
«Creo que en última instancia debemos seguir adelante y acabar con el embargo», dijo Obama el mes pasado.
Mañana, el presidente defenderá ante la oposición republicana el nuevo enfoque de la política hacia Cuba en el debate sobre el Estado de la Unión. La réplica republicana en español se la dará el cubanoamericano Carlos Curbelo, nuevo congresista por Florida tras las elecciones de noviembre del año pasado y crítico con las medidas tomadas por Obama.
CARTA ABIERTA AL PRESIDENTE OBAMA
Apoyo a la nueva política hacia Cuba
Enero 19, 2015
Excelentísimo Señor Presidente Barack Obama
Casa Blanca
Washington, DC 20500
Excelentísimo Señor Presidente:
Le escribimos para felicitarlo por las acciones históricas que está tomando para actualizar la política de Estados Unidos hacia Cuba y los ciudadanos cubanos. Nuestra nueva postura de diálogo diplomático avanzará nuestros intereses nacionales y nuestros valores mediante la potenciación de la capacidad de los cubanos para que puedan trabajar hacia un país más democrático y próspero, condiciones que son del mayor interés de Estados Unidos. Muchos de los firmantes de esta carta, le escribimos el año pasado, pidiendo exactamente estos tipos de cambios. Apreciamos que usted no sólo reconoció que había llegado el momento de actuar, sino que lo hizo con tanta audacia. Ambas cartas, la original y ésta, son ejemplo del amplio apoyo que estos cambios tienen en todo el espectro político. Podemos estar en desacuerdo sobre una serie de cuestiones, pero hemos encontrado un terreno común por una simple razón: que nuestro enfoque de cincuenta y cuatro años diseñado para promover los
derechos humanos y la democracia en Cuba ha fracasado.
También ha quedado claro que las reformas que usted anunció en el año 2009 han ayudado a sentar las bases para un cambio positivo al ayudar a los cubanoamericanos a mejor apoyar a sus familias en la isla y reunirse con ellos. El libre flujo de información, mejores comunicaciones, la expansión de remesas y comercio, y apoyo a la sociedad civil cubana también han ayudado al pueblo cubano a tomar mayor control de sus propias vidas. El acceso a Internet y las herramientas modernas de comunicación en el mundo de hoy se han convertido en derechos fundamentales, ya que son de suma importancia para la libertad y la movilidad socioeconómica.
En consecuencia, nos sentimos alentados por su declaración de que el gobierno de Estados Unidos seguirá pidiendo a La Habana respetar los derechos humanos del pueblo cubano. Aplaudimos sus garantías para que el Relator Especial de la ONU sobre la Tortura y la Cruz Roja Internacional, puedan viajar a la isla. Su claro apoyo a facilitar la interacción de pueblo a pueblo afirma la creencia perdurable que el pueblo estadounidense es el mejor embajador de nuestros valores. Esperamos que los futuros esfuerzos de la Administración sean acompañados por la rápida adopción de los reglamentos simplificados que colman su intención y vamos a seguir monitoreando esos desarrollos.
Traer a casa a Alan Gross para estar con sus seres queridos fue un testimonio irrefutable del poder de la negociación diplomática basada en nuestros principios. Esa misma creatividad de cara a los desafíos aparentemente insuperables, debe ser llevada a la arena de los derechos humanos donde la experiencia reciente muestra la importancia de seguir un enfoque basado en la transparencia y los principios fundamentales.
La Cumbre de las Américas presenta una de esas oportunidades. Estados Unidos nunca debe rehuir la defensa y promoción de nuestros valores y, por lo tanto, su decisión de asistir a la reunión en Panamá es la correcta. Después de varias décadas en las que la democracia y el Estado de Derecho se han reforzado en todo el hemisferio, Estados Unidos debe seguir liderando el desafío a nuestros socios para asegurar que esta región siga siendo un faro para los derechos humanos en el mundo.
Señor Presidente, también le pedimos trabajar con el Congreso para actualizar el marco
legislativo en relación con Cuba para que también refleje las realidades del siglo XXI. Mientras tanto, esperamos con interés que se siga avanzando en la mejora de la cooperación entre Estados Unidos y Cuba sobre asuntos de interés nacional y estamos dispuestos a apoyar esta nueva política de diálogo constructivo y de acercamiento entre Estados Unidos y el pueblo cubano.
Respetuosamente,
John Adams, Brigadier General, U.S. Army (Retired); former Deputy U.S. Military
Representative to NATO; former Assistant Deputy Chief of Staff for Intelligence, U.S. Army
Gustavo Arnavat, former U.S. Executive Director at the Inter-American Development Bank
Joe Arriola, former Manager, City of Miami, Florida
Ricky Arriola, CEO, Inktel
Bruce Babbitt, former Governor of Arizona; former U.S. Secretary of the Interior
Harriet Babbitt, former U.S. Ambassador to the Organization of American States
Samuel R. Berger, Chair, Albright Stonebridge Group, National Security Advisor (1997-2000)
Tomas Bilbao, Executive Director, Cuba Study Group
Carol Browner, former EPA Administrator; former Director of White House Office of Climate Change and Energy Policy
Paul L. Cejas, former U.S. Ambassador and Chairman, PLC Investments, Inc.
Gustavo Cisneros, Chairman, Cisneros Group of Companies
Jon Cowan, President, Third Way
Chet Culver, former Governor of Iowa
Jeffrey Davidow, former U.S. Assistant Secretary of State for the Western Hemisphere
Howard Dean, former Governor of Vermont
Larry Diamond, Director, Center on Democracy, Development and the Rule of Law,
Stanford University
Tom Downey, former U.S. Congressman
Anita Dunn, Managing Director, SKDKnickerbocker Communications
Andres Fanjul, Fanjul Group
Alfonso Fanjul, Fanjul Group
Christopher Findlater
Richard Feinberg, former Latin American Advisor to the White House; Professor, University of California, San Diego
Mike Fernandez, Chairman, MBF Healthcare Partners
The Right Reverend Leo Frade, Episcopal Bishop of Southeast Florida
Pedro A. Freyre, Partner, Akerman LLP
Francis Fukuyama, Olivier Nomellini Senior Fellow, Freeman Spogli Institute for
International Studies, Stanford University
Joe Garcia, former U.S. Congressman; former Executive Director, Cuban-American National Foundation
Maria Garcia Berry, CEO, CRL Associates, Inc.
Tim Gill, Founder and Chairman, Gill Foundation
Dan Glickman, former U.S. Secretary of Agriculture; former U.S. Congressman
Felice Gorordo, CEO, Clear Path
Lee Hamilton, former U.S. House Chairman of the Committee on Foreign Affairs and the
Permanent Select Committee on Intelligence
David Hernandez, Co-Founder and CEO, Liberty Power
Ricardo Herrero, Executive Director, #CubaNow
Vicki Huddleston, former U.S. Ambassador and Chief of the U.S. Interests Section, Havana
Peter J. Johnson, Associate to David Rockefeller
James R. Jones, Chairman, ManattJones Global Strategies
Wendy W. Luers, President, The Foundation for a Civil Society
Thomas F. “Mack” McLarty III, Chairman, McLarty Associates
Sascha Meinrath, Founder, Open Technology Institute at New America
Eduardo Mestre, Senior Advisor at Evercore; Board member of Avis Budget and Comcast Corporation
Scott Miller, Board Member, Gill Foundation
Luis Miranda, former White House Director of Hispanic Media; Managing Director, MDC Strategies
Marcelino Miyares, President, MM Communications Inc.
Frank Mora, Director of the Latin American and Caribbean Center, Florida International
University
Moisés Naím, Distinguished Fellow, Carnegie Endowment for International Peace
Michael Parmly, former Chief of the U.S. Interests Section, Havana
Ralph Patino, Civil Trial Attorney; Futuro Fund Board Member
Ted Piccone, Senior Fellow, Brookings Institution
Thomas Pickering, former U.S. Under Secretary of State for Political Affairs
Bill Reinsch, President, National Foreign Trade Council
Cecile Richards
Bill Richardson, former U.S. Ambassador to the United Nations; former Governor
of New Mexico
Bill Ritter, former Governor of Colorado
David Rockefeller, Honorary Chairman, Americas Society/Council of the Americas
Hillary Rosen, Managing Director, SKDKnickerbocker Communications
Christopher Sabatini, former Editor-in-Chief, Americas Quarterly; Adjunct Professor,
Columbia University’s School of International and Public Affairs
Carlos Saladrigas, Chairman of Regis HR Group and Concordia Behavioral Health;
Chairman of the Cuba Study Group; member of the board of Duke Energy Corporation and Advance Auto Parts, Inc.
Ken Salazar, former U.S. Secretary of the Interior; former U.S. Senator; former Colorado
Attorney General
Frank Sanchez, former U.S. Under Secretary of Commerce
George P. Shultz, Fellow, Hoover Institution; former U.S. Secretary of State, Treasury and
Labor; former Director, Office of Budget & Management; former CEO, Bechtel
Susan Segal, President and CEO, Americas Society/Council of the Americas
Hilda L. Solis, former U.S. Secretary of Labor; former Congresswoman
Enrique Sosa, former President, Dow Chemical North America
Admiral James Stavridis, USN (Ret); Dean, The Fletcher School, Tufts University;
Supreme Allied Commander, NATO (2009-2013); Commander, U.S. Southern Command
(2006-2009)
Sarah Stephens, Executive Director, Center for Democracy in the Americas
Alan Stoga, President, Zemi Communications, LLC; Vice Chairman, Americas Society/Council of the Americas
Ted Strickland, former Governor of Ohio
Neera Tanden, President, Center for American Progress
Strobe Talbott, former U.S. Deputy Secretary of State
Ted Trimpa, Principal and CEO, Trimpa Group
Raul Valdes-Fauli, Partner, Fox Rothchild; former Mayor, City of Coral Gables, Florida
Arturo Valenzuela, former U.S. Assistant Secretary of State for Western Hemisphere
Affairs; Professor of Government and International Affairs, Georgetown University
Melanne Verveer, former U.S. Ambassador for Global Women’s Issues
Bill Vidal, former Mayor of Denver, Colorado
Alexander Watson, former U.S. Assistant Secretary of State for Western Hemisphere Affairs
James Williams, Director of Public Policy, Trimpa Group; Board Member, Project on
Middle East Democracy
Timothy Wirth, former U.S. Senator; Vice-Chair, The UN Foundation
Los firmantes han suscrito esta carta bajo su responsabilidad individual y no reflejan con dicha firma la posición de sus compañías, universidades u organizaciones, pasadas o presentes.
Me quito el sombrero ante los firmantes y el nivel de informacion que deben tener, pero en cuanto a Cuba, en el mas sano sentido de la palabra, estoy convencido que no acaban de entender la movida camalionica del regimen, el hombre fuerte de Cuba, al dejar Raul Castro el cargo sera su hijo, el coronel Alejandro Castro Espin, coordinador de los servicios de inteligencia y contrainteligencia, no ocupa un cargo politico y por tanto no require la aceptacion democratica, pero es el dueño de los secretos de todos en general, desde el Buro Politico hasta el ultimo ciudadano, en esa posicion puede quitar y poner marionetas a su conveniencia, sean politicas o administrativas; a cargo de los negocios de la familia, el yerno de Raul Castro, el general Luis Alberto Rodriguez Lopez- Calleja, Presidente del Grupo Empresarial Gaesa,SA, que controla el 75% de la economia, quien tampoco tiene cargo politico sino administrativo; y por ultimo, el ahijado de Raul Castro, el general de cuerpo de ejercito Alvaro Lopez Miera, viceministro primero de las Far y jefe del Estado Mayor General. Lopez Miera fue prohijado por Castro desde su adolescencia cuando se incorporo al Segundo Frente Oriental, para tener una idea de esta relacion hay que destacar que el alzamiento de Lopez Miera fue decidido por el propio Raul Castro para usarlo como maestro en la escuela de adoctrinamiento comunista de Tumba Siete en Mayari Arriba. Y a cargo de las empresas mas productivas del pais los generales y coroneles; luego entonces, Miguel Diaz Canel o el sustituto,cualquiera que fuese, solo sera una marioneta de este grupo, Cualquier parecido con la Mafia no es pura coincidencia.
Yo no soy ninguna personalidad, pero con gusto hubiera firmado esa carta, si me la hubieran presentado. Que se profundice
Qué lástima que ni los cubanos dentro de Cuba ni los de afuera puedan mandarle una carta al Dictador pidiéndole cambios en su política, flujo continúo de información, respeto de las libertades cívicas y en general de los derechos humanos.
Qué triste que algo así no se pueda hacer en Cuba.
Dhaniel, no sea tan fatalista, compadre…Hagamos una encuesta en el foro a ver cuántos de nosotros le hemos escrito alguna vez a Raúl Castro…ahora hasta se le puede enviar un SMS…
Como la mayoría de los cubanos saben, hay un par de buzones habilitados por el edificio del Consejo de Estado, en la Plaza de la Revolución, donde la ciudadanía puede depositar libremente cualquier cantidad de cartas dirigidas a Raúl Castro o al Consejo de Estado o a la Asamblea Nacional, o a todos ellos, tratando del asunto que cada cual estime pertinente. No sé cuál es el efecto de esas cartas, como no creo que nadie pueda saber con exactitud cuál es el efecto que tienen las cartas dirigidas a todos los demás sujetos políticos en cualquier parte del mundo.
Estimado Isidro:
Vamos, que le considero una persona bien inteligente. No se trata de fatalismo sino de realidad objetiva.
Por cierto, le propongo mejor otra encuesta sobre quien a dicho y escrito y ahora está muerto. Podemos empezar por Paya y Laura Pollán por hablar de los más recientes.
Estimado Dhaniel:
Lo que le iba a comentar ya está respondido en gran medida por Rogelio, un poco más abajo…Entre cubanos suele ser frecuente que nos quejamos antes de hacer el intento…creo que los tiempos que se avecinan deberán traer consigo un incremento en el ejercicio cívico. Aprovechémoslo.
Rogelio los buzones no sirven.Es más por ley todos los funcionarios están obligados desde el presidente hacia abajo a responder en el plazo máximo de tres meses.
Las respuestas cuando se reciben es para que vaya a otro lugar( peloteo) y por ejemplo el pedido de Ratificación de los PACTOS DE DERECHOS HUMANOS CULTURALES SOCIALES ECONÓMICOS CÍVICOS Y POLÍTICOS, fue entregada con la firma de un grupo pero también en cartas individuales, hasta hoy desde el 2012, 2013 y 2014 no han dado ninguna respuesta ni a los que escribieron en grupo ni a los individuales.
Ergo el mecanismo no funciona.
Rogelio con todo el respeto del mundo, pero Usted debe saber que «ese» buzón que ponen en las puertas de esas instituciones que menciona son buzones para los ilusos, que los que no lo son, sabemos con certeza lo que hacen con ellas los políticos allá en Cuba. Con las cartas de propuestas o de quejas que se les mandan a los políticos en los EU con certeza si sabemos que se obtienen respuestas, o si no, mire Ud como todas han influido en que Obama haya hecho los cambios que ha hecho para con un el gobierno cubano, aquí las cartas si obtienen respuestas, porque los políticos oyen al pueblo. Queda pendiente a que Pedro Campos no diga lo que han hecho con sus cartas de propuestas y sugerencias, ojalá que vuelva y la eche otra vez en los buzones de esos funcionarios que son los del poder y ojalá que les reenvíen el manuscrito donde se les explica porqué «la Patria es de Todos» a ver si ahora que están en la vitrina haciéndose los de los cambios, empiecen a llenarsele los buzones con cartas de peticiones a ver si de verdad actuan civilizadamente. Es de la única manera que los que todavía creen en ese sistema podrán decir con certeza qué efecto tiene en ese régimen que lo que opinan los demás.
En Cuba siempre ha existido un sistema de recopilar las opiniones de la gente, solo que no se hacen publicas, pero cada empleado del MININT y el G2 tienen, entre sus tareras oir lo que la gente opina en las guaguas, centros de trabajo, colas, etc, escribir lo escuchado, donde, cuando, por quien (hombre, mujer, joven, Viejo, militar , civil y entregarlo. El gobierno no necesita de un buzon publico para quejas, eso es solo para maquillaje. Ellos saben perfectamente lo que la gente opina y cual es el estado de animo. Que reaccione a un estado de animo y no a otros, ya eso es otro asunto.
Estimado Isidro:
Y lo que yo le podría argumentar ya lo han dicho, y muy bien, las estimadas Miranda y Marlene Azor Hernández.
Admiro su confianza en los cambios que podrían ocurrir en Cuba, yo mientras tanto continúo sin poder entrar. Y el pueblo continúa bajo un gobierno que les limita sus libertades.
Daniel:
Lleva Ud. razón en buena medida sobre tema de limitaciones a los ciudadanos cubanos. De hecho, las considero inaceptables y hasta contraproducentes, además de aberrantes a estas alturas. Ahora, observe Ud. cómo varía la visión sobre el mismo tema entre Rogelio, que vive el día a día en Cuba, y que para nada es un papagayo de la oficialidad, y la de Miranda y Marlén, que hace buen rato no caminan por la Isla.
¿Es que sólo en el «destierro» se puede medir el impacto real de ciertas situaciones que deberían preocuparnos a todos? ¿Acaso se sobredimensionan los problemas en la distancia, o tendemos a minimizarlos cuando estamos en el país?
Cuando confirmo esa confianza que Ud. admira, lo hago pensando en que preguntas como ésta tendrán respuesta definitiva a la brevedad.