Periodismo de Nicaragua en el espejo de la represión de Cuba, y Venezuela

Adelante: El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel (i); el de Venezuela, Nicolás Maduro (c); y de Nicaragua, Daniel Ortega (d). Atrás: Raúl Castro (c), su nieto-guardaespaldas “El Cangrejo” (izq) y el canciller Bruno Rodríguez (der). Foto: EFE/Yander Zamora

Ante un contexto adverso para el ejercicio periodístico, los reporteros y medios independientes responden con “informaciones de calidad”.

Por Confidencial

HAVANA TIMES – Los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua ejecutan estrategias represoras similares para coartar la libertad de expresión y limitar el ejercicio periodístico. Ante este difícil contexto, los periodistas independientes de estos países han respondido con periodismo e investigaciones de calidad

En un panel, moderado por Pedro Vaca, Relator Especial para la Libertad de Expresión de la CIDH de la OEA y secretaría de las Cumbres de las Américas de la OEA, los periodistas Mónica Baró, de Cuba; Luz Mely Reyes, de Venezuela; y Carlos Fernando Chamorro, de Nicaragua, coincidieron en que los periodistas son perseguidos, difamados y cercados por acciones represivas y leyes que criminalizan el ejercicio periodístico.

Reyes, directora y cofundadora del medio digital Efecto Cocuyo, indicó que la persecución gubernamental contra periodistas de su redacción los obligó a exiliarse; además, que los forzó a eliminar los créditos de los periodistas en las informaciones “para evitar que se han hostigados individualmente”.

La misma suerte han corrido periodistas de otros medios independientes como Armando.info, y la emisora Fe y Alegría, según Reyes.

“En Venezuela, aproximadamente cinco millones de personas viven, en lo que el Ipys (Instituto de Prensa y Sociedad), ha llamado “desierto informativo”, que tiene que ver con el hecho que aproximadamente 200 medios han sido cerrados desde el 2004”.

En Nicaragua, al menos 70 periodistas se mantienen en el exilio ante la persecución y hostigamientos de la Policía Nacional y simpatizantes sandinistas, según organizaciones de periodistas y comunicadores.

“En Nicaragua no hay estado de derecho; vivimos bajo un estado policial. Estamos en una emergencia nacional, derivada de una crisis profunda de derechos humanos, que terminó con la conculcación de facto de todas las libertades democráticas, la libertad de reunión, la libertad de movilización, la libertad de prensa y la libertad de expresión”, afirmó Chamorro, director de Confidencial y los programas Esta Noche y Esta Semana.

Castigo a través de leyes

Además del acoso estatal, los periodistas de estos países se ven amenazados por leyes que castigan su profesión. Baró, exiliada en España, subrayó que las leyes y códigos cubanos contienen varios artículos que castigan el ejercicio periodístico. “Penalizan que tú salgás a reportear a la calle”.

Reyes detalló que en Venezuela también se han aprobado leyes y regulaciones que atentan contra el periodismo, uno de ellas es la llamada “Ley del Odio”, que castiga a los que, según el régimen de Nicolás Maduro, fomenten un discurso de odio.

Otra legislación es la “Ley antibloqueo”, que propicia la opacidad del Gobierno y sus dependencias, ya que “indica que hay acciones y decisiones que van a ser secretas”, según la periodista.

En Nicaragua, en diciembre pasado, entró en vigencia la Ley Especial de Ciberdelitos —llamada “Ley Mordaza”—, que amenaza con penas de cárcel a quienes sean acusados por el presunto delito de información falsa. Expertos y analistas han advertido que dicha legislación busca castigar a los periodistas de medios independientes “a fin de silenciar sus voces”.

En los últimos dos días, periodistas, activistas y extrabajadores de la Fundación Violeta Barrios Chamorro (FVBCh), presentaron más de cuarenta recursos por inconstitucionalidad contra esta legislación, porque viola diez artículos de la Constitución Política y varios tratados internacionales.

Capacidad de resiliencia

Ante ese contexto adverso para el ejercicio periodístico, los tres periodistas resaltaron que los reporteros y medios independientes han respondido con investigaciones e informaciones de calidad.

“El periodismo tiene una capacidad de resiliencia muy grande, y nos hace capaces, en todos los contextos de producir periodismo tan valioso. Hablo de fuerza de los periodistas, de las habilidades y de la inteligencia que se ha tenido que desarrollar para hacer periodismo, e incluso periodismo de investigación, en un contexto donde no existen garantías jurídicas para el ejercicio de la profesión”, destacó Baró.

“En el contexto tan desfavorable de Cuba, Venezuela y Nicaragua, hay un compromiso por la profesión y una pasión tan grande que te deja esperanzada”, apostilló.

Chamorro señaló que “el futuro es incierto, pero la prensa está sobreviviendo a las peores agresiones y amenazas en Nicaragua. En Centroamérica hay obstáculos a la libertad de prensa, promovidos por poderes facticos y los Gobiernos en El Salvador, Honduras y Guatemala, pero en ninguno de estos países existe algo comparable, en su brutalidad, con lo que se vive en Nicaragua”.

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