Peloteros cubanos por el mundo

Por Ronal Quiñones

HAVANA TIMES — No es de Grandes Ligas de lo que vamos a hablar en estas líneas. Las hazañas de José Dariel Abreu, Yasiel Puig, Aroldis Chapman y compañía serán tema para otra ocasión. Ahora nos concentraremos en quienes todavía viven y juegan en Cuba, pero han sido autorizados para contratarse en el exterior.

El pasado año se hizo una especie de experimento con tres peloteros en la Liga Mexicana del Pacífico: Alfredo Despaigne, Michel Enríquez y Yordanis Samón, y este año se repetirá. Por lo menos ya Despaigne firmó el regreso con los Piratas de Campeche, mientras que el lanzador Norberto González y el inicialista Joan Carlos Pedroso, ambos retirados recientemente, fueron autorizados a jugar en Italia.

Pero sin dudas, esta vez la “bomba” fue la contratación del jardinero Frederich Cepeda con los Gigantes de Yomiuri japoneses, porque se trata de un béisbol mucho más exigente, y por lo elevado del pacto, ascendente a 1.5 millones de dólares.

A sus 34 años, Cepeda será el primer “millonario” autorizado por la Federación Cubana del deporte, y se incorporará en mayo al plantel, perteneciente a la Liga Central de Béisbol de Japón, y permanecerá en el equipo más ganador y de mayor presupuesto en Japón hasta noviembre.

Para Japón, el único autorizado oficialmente para jugar soy yo, pero es muy posible que otros clubes, no solo de Japón, sino de Corea (del Sur) o China, se interesen en otros peloteros cubanos, dijo el toletero ambidextro, con 17 Series Nacionales jugadas.

Así se desprende también de las palabras de Higinio Vélez, presidente de la Federación Cubana, tras la rúbrica en la Ciudad Deportiva capitalina.

“Este es un primer importante paso, por ello lo consideramos histórico. Como es conocido estamos trabajando para la inserción de nuestros jugadores en Ligas fuertes de Asia y América, lo que redundará en calidad para nuestro béisbol”, expresó.

Al respecto, extraoficialmente se manejan también los nombres de los industrialistas Yuliesky Gourriel y Yamany Tomás para desempeñarse en suelo nipón, y por su juventud pudieran incluso recibir contratos más jugosos.

En la Liga Japonesa juegan al menos otros cinco peloteros cubanos, aunque todos abandonaron la Isla en diferentes momentos: en Luchadores de Nippon Ham militan Juan Miguel Miranda y Michel Abreu; Yuniesky “Riquimbili” Betancourt viste el uniforme de los Búfalos de Orix, Bárbaro Cañizares está en el Soft Bank y Leslie Anderson será compañero de Cepeda en los Gigantes.

Anteriormente Omar Linares fue autorizado a jugar en la tierra del Sol Naciente en 2002, pero ya estaba en el ocaso de su carrera y no pudo aportar como se esperaba.

PRECISIONES LEGALES

Recurrimos nuevamente a la ayuda de un economista para abordar el contrato de Cepeda y otros que puedan estar por venir.

“Estos ingresos personales serán objeto de la Ley Tributaria aprobada por el INDER (Instituto cubano de Deportes), que prevé el pago del 4 % del ingreso obtenido por un contrato en el exterior. En este caso, Cepeda debe entregar 60 mil dólares al Estado cubano y quedarse con el resto, pero hay que tomar en cuenta la legislación japonesa. “Como el ingreso se genera en Japón, allí también debe Cepeda pagar impuestos por la renta obtenida. Si Cuba y Japón no tienen firmado un convenio de doble imposición, con esos 1.5 millones Cepeda primero tendrá que cumplir con sus obligaciones con el fisco japonés y luego con el resto pagar en Cuba, a no ser que exista un acuerdo para que un mismo ingreso no sea gravado en dos oportunidades por dos países diferentes.

“La generalidad en el mundo es que los trabajadores extranjeros están obligados a ser cubiertos por toda clase de seguros (de salud, de accidentes, por despidos ilegales, etc.) y por tanto deben pagar impuestos al país emisor de su salario, y por regla se trata del 50 % del salario cuando se excede de un millón de dólares.”

“Vistas así las cosas, serían cerca de 810 mil dólares en impuestos, y para Cepeda serían entonces unos 690 mil dólares”, nos explica el profesor.

OPINIONES

“No importa cuanto le paguen. Felicito a Cepeda por esto. Es un premio a su consagración, a su dignidad su amor y respeto al béisbol. Lo queremos ver triunfar también allá”, apunta Rogelio, cuidador en un hospital.

La esquina de 27 y K, normalmente muy deportiva, enseguida se llenó de amantes del deporte para opinar al respecto.

“Cepeda se lo tiene muy bien ganado. Es de los mejores deportistas (incluyo todos los deportes) que han pasado por esta nación; nacido bajo el seno de una familia humilde, honrada, trabajadora y luchadora en este gran campo de batalla que es la sociedad cubana. Además, la vida no solo es béisbol ni deportes y ha demostrado estar preparado intelectualmente para lo que sea, y es modesto”, interviene Rodney, parqueador de la zona.

“Esta es una vía para aprender a jugar béisbol, pues hasta la fecha lo que se ha visto por los resultados no es nada bueno, creo que la única opción que se tenía. Lástima que esta apertura sea tan lenta, sugiero sea más masiva, calidad de atletas tenemos, cantera tenemos, muchachos buenos tenemos, lo que nos falta es cerebro en los directivos del béisbol en Cuba. ¡Abran, dejen jugar, no más atrincheramiento! Viva la pelota”, plantea eufórico Yorkis, médico intensivista.

“Buena noticia, si alguien se lo merece en Cuba ese es Cepeda. Ahora, me surge una duda. Hasta hace un tiempo, jugar pelota por dinero se le llamaba pelota esclava. ¿Será que estábamos utilizando mal el adjetivo, o que hay dos tipos de esclavitud, la autorizada y la voluntaria? Yo no entiendo nada”, dice con ironía Miguel Ángel.

“La manipulación de términos es normal aquí en Cuba, lo que antes se consideraba prohibido ahora le cambian el nombre y lo permiten, como ves ahora; eso pasó de ser mal visto por las autoridades a ser algo normal. A mí nunca me pareció mal que los peloteros cobraran sumas millonarias por jugar pelota, o que se insertaran en el profesionalismo, allá aquellos que se llenaron la boca criticando esto (claro, seguro era porque los mandaban, no de corazón). El hecho es que hoy tienen que aceptarlo aunque no les guste. Por favor no le pongan otro nombre porque aquí somos especialistas en esto. Se llama PROFESIONALISMO”, acotó Norbelis, estudiante universitario.

Por su parte, Yurisander expresa el deseo de que los juegos de peloteros cubanos en las Grandes Ligas Japonesas u otras Ligas sean transmitidos íntegramente por la televisión cubana. “En vivo”, aclara.

“Eso nunca va a pasar”, dice Rolando, “porque en el mismo equipo de Cepeda está jugando Leslie Anderson, contratado por los Gigantes después de estar desbordado en la liga Venezolana. Lástima que la organización del Tampa nunca lo promovió a las Mayores”.
Intervino entonces Irvin: “Francamente pienso que con solo dos peloteros insertados en Ligas profesionales no vamos a subir el techo del béisbol cubano, eso sin hablar de que no tendrán mucho tiempo para jugar, porque en octubre o noviembre debe comenzar la Nacional, algo que también debería cambiar y adecuar su calendario para coincidir con las Ligas del resto del mundo, y no tener que detener la competición doméstica para participar en el Clásico Mundial o la Serie del Caribe, o es que acaso no pertenecemos a este mundo?”