Béisbol cubano, expectativas ante nueva temporada

Por Ronal Quiñones

Ciego de Avila, los campeones de la temporada 2014-2015. Foto: cubadebate.cu
Ciego de Avila, los campeones de la temporada 2014-2015. Foto: cubadebate.cu

HAVANA TIMES — Cada nueva temporada de la pelota cubana reconfigura las expectativas de los jugadores, entrenadores, fanáticos y hasta los periodistas, con la incertidumbre sobre cómo actuará cada equipo. La nueva campaña arranca el 29 de agosto con el juego inaugural entre los finalistas del año pasado, Ciego de Ávila (campeón) e Isla de la Juventud (subcampeón).

Quizás la que inicia este sábado sea la más atípica de los últimos años, porque no estarán de entrada los jugadores que actúan fuera de Cuba, y algunos ni siquiera están en las nóminas oficiales de sus respectivos planteles, clara señal de que la incorporación sería bien entrada la primera mitad, y quizás hasta más tarde.

Las salidas ilegales y deserciones de varios peloteros en los últimos meses, además de provocar la prevalencia de jóvenes en casi todos los listados, han tenido como consecuencia también el cambio de aires de unos cuantos.

Al menos seis peloteros jugarán la inminente temporada con equipos diferentes. Nuevamente Matanzas se lleva los reflectores con la mayor cantidad de importados. Si suman a los que habían llegado a ese territorio en los últimos años, dejan la cifra en 13 miembros del plantel no nacidos allí.

Otro punto que gravita sobre la Serie Nacional #55 es que será la última con la actual estructura, pues ya se evalúa una nueva (otra más), para 2016.

Aunque todo parece indicar que no se resolverá el principal problema (la excesiva cantidad de equipos para un país tan pequeño), se pretende retomar la idea de un torneo aparte tras la conclusión de la Serie, al estilo de las Selectivas de años atrás, con menos conjuntos y más concentración de la calidad. De esto todavía no se ha revelado nada en concreto y, según las autoridades, todavía se estudia, pero igual los criterios entre los fanáticos ya se disparan.

Reinerio, linotipista de experiencia, dice que con la gran cantidad de cambios de la venidera temporada, nadie puede pronosticar con acierto. “Parece que Industriales es el mejor, porque recuperó a varios jugadores que estaban prestados en otras provincias y mantiene a los mejores, pero siempre es una caja de sorpresas. Vienen de ganar el torneo sub-23, pero de esos muchachos, sacando a los lanzadores, no hay muchos que podrán jugar de titulares en el primer equipo. Matanzas fue todo lo contrario, esa política de traer jugadores de otras provincias está acabando con el trabajo en la base, por eso fueron los últimos en el sub-23, y casi no quedan matanceros en su alineación.”

El equipo de los Piratas de la Isla de la Juventud, subcampeón nacional de la 54 Serie Nacional de Béisbol. Foto: Marcelino Vazquez/AIN
El equipo de los Piratas de la Isla de la Juventud, subcampeón nacional de la 54 Serie Nacional de Béisbol. Foto: Marcelino Vazquez/AIN

“Es el cuento de nunca acaba con Víctor Mesa”, apunta Genaro, “hasta que ese hombre no sea campeón nacional no va a parar, aunque deje a la pelota matancera en la ruina. Cada jugador que trae de afuera es una oportunidad menos para un matancero de desarrollarse. Él tenía a un campo corto (Julio César González) que era la principal promesa de esa posición, tremendo fildeador y ambidextro, el muchacho no juega y se ha estancado, así por el estilo en todas las posiciones.”

“Lo único que yo veo flojo en Industriales es que el director es nuevo”, dice Yuliet, ingeniera química”. Javier Méndez fue muy buen pelotero, pero no se sabe cómo manejará al equipo, y normalmente los directores necesitan tiempo para conocer a los hombres y sacarles el mayor provecho.”

“Prepárense para ver bastante errores”, anuncia Ramsés, “así fue en el sub-23, y muchos de estos muchachos estarán ahora en la mayoría de los equipos. La calidad va a ser cada vez menor, y mientras sigan con los 16 equipos, peor.”

“Vamos a ver con qué se bajan el año que viene”, opina Samuel. “Siempre dicen que van a escuchar los criterios de la gente y terminan haciendo lo que les da la gana. ¿Desde cuándo se dice que son muchos equipos?, pero aquí parece que es política, no puede haber provincia sin equipo, pero al final el que pierde es el espectáculo. Cada equipo se tiene que ganar el derecho de estar en la Nacional, como pasa en todas partes. Con algo más de 11 millones de habitantes no podemos tener 16 conjuntos. Eso es absurdo.”

“Yo quiero ver cómo sería luego la supuesta Selectiva”, expresa Danilo, “porque en dependencia de lo que decidan con la Nacional, seguro influye en la Selectiva. Si siguen guiándose por el regionalismo, entonces volveremos a las selectivas de Orientales, Centrales, Occidentales.”

“Yo la verdad no sé por qué acabaron con aquella Selectiva, si la gente la seguía cantidad, más que la Serie Nacional”, recuerda Genaro, “empezaron con el invento de cuatro equipos, pero eso era muy aburrido, con dos partidos nada más por día, y jugando demasiado contra los mismos rivales. Además, en aquel momento los ocho eran buenos, quizás Mineros, Matanzas y Camagüeyanos estaban más flojos, pero los demás se batían. Ahora deben ser seis cuando más.”

Fanáticos de Industriales. Foto: Caridad
Fanáticos de Industriales. Foto: Caridad

“Lo más importante es ver cómo se integran”, repite Danilo, “deberían ser como las franquicias de Grandes Ligas, con una sede fija, pero con jugadores de cualquier parte, para que lo primordial sea la calidad, así nos vamos acostumbrando a como son las cosas en todas partes. Como mismo se escogen los refuerzos actualmente se podrían hacer los equipos, con lo que escoja cada cuerpo de dirección.”

“Yo no sé qué decirte, la verdad”, indica Ramsés, “aquí la gente está acostumbrada a seguir a su provincia, y no es lo mismo como se está haciendo ahora, que juega un tunero en Villa Clara, porque Las Tunas no avanza a la segunda ronda, que si estuviera un tunero en Las Villas existiendo Orientales, por ejemplo.”

“Se olvidan del tunero y siguen apoyando a Orientales, que es el que juega en su estadio, eso es así en todas partes del mundo”, asegura Reinerio. “Los aficionados se identifican más con los equipos que con los jugadores. Puede haber un jugador preferido, pero por lo general la afición le va al colectivo, sin importarle mucho quiénes lo conforman. Todas las Ligas del mundo son así, y nosotros también éramos así cuando el tiempo de Almendares, Habana, Cienfuegos y Marianao. En la capital había tres nóminas, y cada una tenía su afición, al final la gente siempre busca a quién seguir.”