Pelota cubana: arrancan los semifinales

Por Ronal Quiñones

Pablo Civil, manager de Las Tunas, quienes jugaran su serie semifinal con Matanzas.  Foto: baseballdecuba.com

HAVANA TIMES – Con el cierre de la fase regular, quedaron definidos los cuatro equipos que, a partir del 3 de enero, disputarán el título en la Serie Nacional de Béisbol de Cuba, sin duda, el más seguido de todo el país.

Camagüey finalizó en el primer puesto del torneo, el más cerrado de la historia, pues lo hizo con solamente un juego de ventaja sobre los otros tres semifinalistas, que terminaron igualados con 52 victorias cada uno, y se hizo necesario ir al sistema de desempate para definir los cruces y el orden, a la hora de seleccionar los últimos tres refuerzos.

También llamó la atención que, por primera vez desde la instauración de la actual estructura, los dos equipos que avanzaron tras imponerse en las series de comodines lograron incluirse entre los cuatro semifinalistas.

En el camino quedaron Cienfuegos y Santiago de Cuba, que hicieron muy buenas campañas, pero se desinflaron al final, todo lo contrario de Industriales, que con un cierre de ensueño logró colarse en el cuarteto de vanguardia cuando muchos pensaban que estaba fuera del reparto principal.

Los Elefantes tienen una generación bien interesante que dará que hablar en los próximos años, con buenas piezas, tanto en el campo como en el área de lanzadores. Ahora seguramente algún directivo se estará lamentando por no haber dado la mejor respuesta al reincorporado Erisbel Arruebarruena, quien brilló con Matanzas, adonde se fue luego de sentirse menospreciado en su tierra natal.

El Grillo regresó por todo lo alto, con su inclusión en el equipo Cuba al II Premier 12, y su liderato de jonrones en la Nacional, primer torpedero en conseguirlo en los más de 50 años de historia de nuestras Series.

De cualquier manera, la labor de los cienfuegueros no puede censurarse, porque hace rato no estaban en planos estelares, y dieron batalla hasta el final.

Lo mismo puede decirse de las Avispas, sumidas en un letargo en las últimas temporadas, luego de dominar a inicios de este siglo el panorama beisbolero cubano. Luego de coronarse dos veces en las Series sub-23, Santiago de Cuba entró con fuerza en esta Serie de la mano del mismo mentor que los llevó a esas dos coronas con buena parte de esos jóvenes, pero la falta de costumbre de jugar tantos juegos (al igual que Cienfuegos, la mayoría de sus peloteros solamente actuaba los primeros 45 encuentros) al final les pasó factura e hizo mella en todos los departamentos de juego.

También con este conjunto hay razones para la esperanza, pues son jóvenes la mayoría de sus integrantes, y seguramente lo harán mejor en la siguiente campaña, si se mantiene el trabajo hecho por el colectivo técnico hasta ahora.

Volviendo a los cuatro semifinalistas, lo primero es analizar lo sucedido en la última ronda de refuerzos, porque pueden resultar decisivos en el campeonato. Llamativo resultó que nadie pidió al toletero Alfredo Despaigne, pero él mismo le dijo a quienes preguntaron por él que no estaba listo, y por eso prefirieron escoger a otros. Igualmente, me sorprendió que nadie se inclinara por el cienfueguero Yasmany Insúa, el mejor serpentinero de la campaña, pero estuvo lesionado y eso quizás le restó posibilidades.

En definitiva, Camagüey se inclinó por Lázaro Blanco, Yoelkis Guibert y Santiago Torres; Matanzas seleccionó a Miguel Lahera, Rayco Santos y César Prieto; Las Tunas a Raydel Martínez, Carlos Santiesteban y Yasniel González, e Industriales a Liván Moinelo, Dayán García y Luis Vicente Mateo.

Indudablemente, la elección más sorprendente fue la del mánager Rey Vicente Anglada con Mateo, un jugador desconocido para la mayoría de los aficionados, pero según el mentor, es lo que estaba buscando. Dejó de escoger a Lahera por esa movida, cuando muchos pensaban que necesitaba más lanzadores que jugadores de posición. El sabrá por qué lo hizo, pero de momento es bastante enigmática su posición.

Los cruces semifinales serán a base de Camagüey-Industriales y Matanzas-Las Tunas, en series de solamente cinco juegos, cuando lo tradicional es siete, por cuestiones económicas, según explicó el Instituto Cubano de Deportes. Lo cierto es que eso le resta al espectáculo, al igual que el hecho de que se juegue en horario vespertino. A lo largo de la Serie, todos los planteles jugaron exclusivamente de día, y muchas veces a solo siete entradas por las inclemencias del tiempo, y habrá que ver cómo se readaptan a los desafíos nocturnos cuando les toque.

Los Azules les ganaron a los Toros nueve de los 12 juegos celebrados entre ellos, y eso es un elemento de bastante peso para darlos como favoritos, además de que los camagüeyanos no avanzan a esta instancia desde hace más de una década. Además, Blanco, quien fue seleccionado por el mentor Miguel Borroto para ser su primer abridor, fue bastante maltratado por los capitalinos cuando se les enfrentó, lo cual acaba por inclinar la balanza hacia los Leones.

No obstante, al terminar cuartos empiezan jugando dos encuentros en su estadio Latinoamericano, y si pierden alguno de ellos, irán bastante incómodos a la tierra de los tinajones.

Más parejo aún resulta el otro cruce entre matanceros y tuneros, pues aunque los primeros dominaron la serie particular este año, son habituales sus descalabros en la postemporada, de la cual han sido fieles concurrentes en la última década, pero nunca han podido levantar el trofeo.

También es bueno recordar que los Leñadores añadieron buenas piezas a su staff de lanzadores, que lo hacen bien completo, además de tener su tradicional poder ofensivo.

Los Cocodrilos, por su parte, cuentan con sus jugadores que se desempeñaron en Japón, Yurisbel Gracial y Ariel Martínez, además de los buenos peloteros que sumaron en los refuerzos.

No obstante, la historia pesa y ya han sido demasiados los años en los que los yumurinos salen aparentemente como favoritos y, por una razón u otra quedan en el camino.

Aquí también será muy importante para los discípulos de Pablo Civil imponer respeto en el estadio Julio Antonio Mella, porque en el Victoria de Girón los de la Atenas de Cuba son casi imbatibles.

Todas estas series comenzarán el venidero 3 de enero, primero en La Habana y Las Tunas y luego en Camagüey y Matanzas, y ojalá la lluvia no empañe el espectáculo.