Pasar trabajo… para trabajar en Cuba

Por Yusimi Rodríguez

Vendedor.  Foto: Elio Delgado
Vendedor. Foto: Elio Delgado

HAVANA TIMES, 13 dic. – Un trabajador destacado, con más de veinte años administrando en el sector de Gastronomía sin haber tenido un solo faltante, podría perder su puesto por no trabajar.

Pepe se levanta todos días a las cinco de la mañana para utilizar el baño antes de que se despierte el resto de las personas de la casa (tres adultos y un niño), y sale antes de las ocho.   Su trabajo, una cafetería de una microbrigada, queda a cuatro o cinco paradas de su casa.  La mayoría de las veces él prefiere caminar y llega a más tardar a las nueve de la mañana.

El establecimiento funciona desde las cinco de la tarde hasta las nueve de la noche, pero a él le gusta llegar bien temprano para garantizar la limpieza, chapear el frente de la cafetería si es necesario, ir a buscar la mercancía, confeccionar y freír croquetas o lo que tenga para ofertar, y tenerlo todo listo para el momento de abrir. Pero últimamente no ha tenido nada que vender en la cafetería.

Buscando como vender

Hace un par de meses tuvo un problema parecido, no había pan en la empresa y Pepe compró un paquete de galletas de sal en sesenta pesos (por la izquierda), con su propio dinero, para venderlas con una pasta de queso que se hubiera echado a perder en la cafetería.  Consultó con el director de la empresa antes de hacer esto y él decidió hacerse el de la vista gorda, sólo por esa vez, y sin que nadie supiera que las galletas no eran de la empresa, porque eso está fuera de lo establecido.

Al parecer esta no es una práctica fuera de lo común.  Hace poco escuché en una guagua a un muchacho contarle a un amigo, que había hablado con el administrador de la cafetería dónde trabajaba como cocinero, para comprar unas papas por su cuenta, llevar aceite, freírlas y venderlas como parte del menú para ganar un dinerito extra.

El administrador le había dicho que no había problema, además mejoraba la oferta, pero que no se enterara nadie.  Todo el mundo en la guagua pudo escuchar la conversación y nadie parecía sorprendido.

Son muchas las cosas que se hacen aquí por “la izquierda”.  Cuando usted compra los productos de la libreta de abastecimiento en la bodega, usted está pendiente de que la bodeguera no le despache arroz, azúcar o galletas de sal… etc., de menos, porque eso es robo.  Pero un rato después usted va y le pregunta si tiene arroz, azúcar, galletas, café o leche para vender “por la izquierda.”

La respuesta puede ser sí o “no me trajeron esta vez.”  Los que le traen o no son los camioneros que transportan la mercancía destinada al consumo racionado de la población.  Ellos son los que venden mercancía extra a los bodegueros y esa es la que ellos nos venden “por la izquierda.”  O sea, no es robada de la cuota de nadie. Incluso personas que son miembros del Partido Comunista de Cuba, presidentes de los Comités de Defensa de la Revolución y compañeros de vigilancia adquieren productos “por la izquierda,” y si no acuden personalmente a comprarlos, van sus cónyuges.

Receiving a salary for nothing

Volviendo a Pepe, hace ya casi quince días que no tiene nada que vender en la cafetería. Ni pan ni nada.  El problema de la venta por la izquierda es que no puede ser permanente, porque el director de la empresa se arriesga.  De todas formas, Pepe continúa levantándose a la misma hora día tras día y monta guardia frente a la puerta de la oficina del director de la empresa.

Pepe da dos y tres viajes diarios a la empresa a ver si consigue algo que vender, pero el director le dice que no hay nada.  Hace poco recibió la visita de unos inspectores y les contó el tiempo que llevaba sin tener nada que ofertar en la cafetería.  Los inspectores le preguntaron si estaba consciente de que el Estado le estaba pagando un sueldo sin trabajar y de que podía perder el puesto de trabajo.

Pepe se quedó boquiabierto ante esta respuesta.  Aunque a muchos les pueda parecer contradictorio, este es un hombre que cree y desea seguir creyendo en la Revolución.  Estuvo involucrado en la lucha contra bandidos siendo casi un adolescente.  Trabajó con el Comandante Juan Almeida durante varios años; conoció personalmente a Camilo Cienfuegos y sufrió su misteriosa desaparición; es un ferviente admirador del ex presidente cubano Fidel Castro.

One thought on “Pasar trabajo… para trabajar en Cuba

  • Realmente no se que decir, pero si hay alguna forma de hacer latir su corazon un poco mas fuerte y decirle que Dios nos dio inteligencia y amor, si no tiene nada que vender, que regale amor a la gente… es tan bonito que alguien te regale un abrazo, un que te vaya bien, y cuidate mucho, un te quiero, no se, no se… saludos desde mexico

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