Paro fue un rechazo casi total al regimen de Ortega

Fracasaron las amenazas del régimen: paro de colegios, empresas y consumidores vació las calles

Aún en las horas pico, las calles de Managua y las principales ciudades del país, las oficinas y centros comerciales lucieron visiblemente vacíos. Foto: Carlos Herrera.

“Considerando que fue convocado de un día para otro, esto es un éxito notable”, dijo el doctor Carlos Tünnermann

Por Iván Olivares / Maynor Salazar  (Confidencial)

HAVANA TIMES – El cuarto paro nacional contra la dictadura de Daniel Ortega convocado por la Alianza Civica por la Justicia y la Democracia (AJCD) –un paro empresarial, ciudadano, y de consumidores– vació la calles de Nicaragua este jueves 23 de mayo.

La mayoría de las empresas medianas y grandes, los principales establecimientos comerciales, y una variedad de negocios, cerraron sus puertas en demanda de la libertad plena de todos los presos políticos y el respeto a las libertades constitucionales conculcadas por el orteguismo.

Aún en las horas pico, las calles de Managua y las principales ciudades del país, las oficinas y centros comerciales, lucieron visiblemente vacíos, mientras las empresas que si abrieron y los comercios de los mercados, resintieron la merma de consumidores.

Solamente la actividad gubernamental y las entidades públicas, mantuvieron su funcionamiento regular.

A pesar de las amenazas del régimen en contra de las empresas, el paro contó con un respaldo de al menos 80%, según las apreciaciones personales de los miembros de la Alianza entrevistados por CONFIDENCIAL.

Otra derrota para la dictadura

“Esta es una victoria del pueblo nicaragüense, y una derrota de la dictadura”, dijo el académico Carlos Tünnermann Bernheim, integrante del equipo negociador de la Alianza, explicando que no sería posible tener una apreciación colectiva del grupo porque decidieron no reunirse este jueves (pues eso implica salir a la calle, y de alguna manera vulnerar el paro mismo), aunque sus consultas telefónicas les mostraron que había “una respuesta amplia”.

Si bien se mostró reticente a usar números para calificar el éxito de la respuesta ciudadana, el también diplomático valoró que la respuesta pudo haber superado el 80%, lo que le pareció “un éxito notable”, en especial considerando que “fue convocado de un día para otro”.

El sector privado también confirmó el éxito de la convocatoria.

Vista de la llamada “Pista Solidaridad”, durante el paro nacional convocado por la Alianza Cívica, este 23 de mayo. // Foto: EFE

Sergio Maltez, presidente de la Cámara de Industrias de Nicaragua (Cadin), dijo a CONFIDENCIAL que su sistema de monitoreo -realizado fundamentalmente a través de los catorce gremios que integran la Cámara- les señaló que cerró entre 90% a 95% de las industrias y de las oficinas administrativas.

En el caso de las plantas industriales, se calcula un cierre de 75% a 80%, tanto en Managua como en los departamentos, y que aquellas que sí operaron, lo hicieron porque cedieron a las amenazas del régimen, o simplemente porque era imposible que cerraran, “pero operaron a la mínima expresión”.

Aunque todos reconocen que las amenazas de retirar licencias y cancelar concesiones; los avisos de auditorías del Ministerio del Trabajo, el Instituto de Seguridad Social o de la Dirección General de Ingresos, o el recordatorio de que la Ley concede al Estado la posibilidad de multar a las empresas, detuvo a algunas de ellas, al final el paro fue exitoso, porque así lo decidió la ciudadanía.

Tres paros complementarios

Según los voceros de la Alianza, coincidieron –al menos- tres tipos de paros, comenzando en la mañana por el menos mediático de los tres: “el paro colegial”, como lo denominó Chamorro.

Desde un día antes del paro, las redes sociales se llenaron de copias de las circulares con las que diversos colegios o institutos informaron a los padres de familia que cerraban operaciones por un día. Una lista en la que simpatizantes de Daniel Ortega pedían represalias en contra de los negocios que se sumaron al paro, incluía al menos siete colegios privados de la capital.

Los otros dos paros, de cuya combinación nace la mayor parte de ese 80% que mencionaba el Dr. Tünnermann, son el paro empresarial y el paro ciudadano de consumidores, que se complementaron mutuamente, aunque el último terminó de condicionar al primero en los casos en que las empresas sucumbieron al chantaje.

“Se combinaron de forma efectiva el paro de negocios, con el paro de consumo, para los negocios que abrieron. Casi ningún colegio privado abrió”, resumió Maltez.

“Lo más notable es la poca circulación de personas. Hay tráfico de buses, de camiones, pero muy poca gente en la calle haciendo compras o trámites, así que los que no cerraron, casi no tuvieron clientela. La decisión de la gente, sumado al paro empresarial, fue la combinación perfecta para lograr estos niveles de éxito”, dijo Juan Sebastian Chamorro de la Alizanza Cívica..

“Los que abrieron no recibieron consumidores, o tuvieron mínima presencia [de usuarios o clientes], así que vieron que les convenía más cerrar. Esto sucedió hasta en la banca”, graficó Tünnermann, mientras Maltez opinaba que “por más que obliguen a los negocios a abrir sus puertas, la población tiene la última palabra”.

“Esto muestra que este gobierno, con lo que hizo el fin de semana pasado, reprimiendo y matando, está perdiendo la batalla, y se está quedando sin apoyo internacional, porque la comunidad internacional ve que hay un rechazo genuino de la población en contra del régimen”, añadió el líder gremial.

Estrategia del miedo fracasó

Al enlistar las presiones ejercidas por el régimen en contra de las empresas, Tünnermann cita cómo los bancos recibieron una nota expresa de la Superintendencia de Bancos, en la que les recordaban que podían revocarles la autorización para funcionar, o imponerles multas de 500 a 50,000 dólares.

De manera preliminar, la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia calcula que el llamado al paro nacional tuvo una respuesta ciudadana superior al 80%. Foto: Carlos Herrera

“Eso los llevó a publicar que la habían recibido, para justificar que debían abrir, pero lo que vieron fue una poca o raquítica asistencia de clientes”, describió.

Recordó que el Gobierno también hizo uso de la amenaza fiscal, de ordenar auditorías tributarias, de imponer más trabas en Aduanas con la mercadería de las empresas entrando al país… “el Gobierno usó todas las herramientas a su disposición para que las empresas no cerraran, pero muchas cerraron de todos modos”, remarcó mencionando los videos que muestran los bancos, los mercados y los supermercados vacíos.

El paro nacional se extendió en las principales cabeceras departamentales y municipios del país, como León, Chinandega, Chichigalpa y El Viejo, en occidente. En oriente, se sumaron Granada, Jinotepe, y Rivas. Matagalpa, Jinotega y Ocotal en el norte del país. Juigalpa, Boaco y Camoapa en la zona central. Nueva Guinea, en la Región Autónoma del Caribe Sur. Y los municipios de Ciudad Sandino y Tipitapa en el departamento de Managua.

Para Juan Sebastián Chamorro, la actitud del régimen, al amenazar con quitar licencias o concesiones, o al tratar de forzar a las empresas a no sumarse al paro “muestra debilidad”.

“Este Gobierno se aísla cada día más, y cuando más presiona, es cuando menos resultado tiene. El resultado de este paro fue dejar en evidencia la unidad del pueblo”, concluyó Maltez.