Ortega tiene un “plan mayor” contra prensa independiente

para imponer censura en proceso electoral

Un policía carga una computadora del estudio de Esta Semana y CONFIDENCIAL Tras el allanamiento ilegal. A la izquierda se observa al camarógrafo Leonel Gutiérrez, quien fue retenido e interrogado durante más de seis horas. Foto: Nayira Valenzuela

Al régimen le “duele” la resiliencia de CONFIDENCIAL tras asalto y ocupación en 2018; y va contra medios para imponer su narrativa, afirman periodistas

Por Cinthya Torrez (Confidencial)

HAVANA TIMES – El segundo allanamiento ilegal en contra del estudio de grabación de Esta Semana, Esta Noche y CONFIDENCIAL, ejecutado por la Policía orteguista, este jueves 20 de mayo, marcó la pauta de una nueva escalada represiva y de criminalización contra el periodismo independiente en Nicaragua, que deberá sortear el estado policial, amenazas e intimidación del Gobierno y su maquinaria, para cumplir su función fiscalizadora en el actual proceso electoral, coinciden periodistas independientes.

María Lilly Delgado, periodista nicaragüense y corresponsal de Univisión, llegó a Invercasa para documentar el nuevo zarpazo contra la libertad de prensa cometida por la institución policial sin una orden judicial, aplicando el mismo “modus operandi” de diciembre de 2018, cuando allanó, ocupó y facilitó la confiscación del edificio donde funcionaban Esta Semana, Esta Noche, CONFIDENCIAL, Niú y la consultora de temas ambientales Cabal.

Sin embargo, Delgado no logró ni siquiera bajarse del vehículo al observar a agentes policiales perseguir a sus colegas de prensa internacional y retener durante minutos al corresponsal de AFP, Luis Sequeira.

“Lo que nos demuestra es que cada vez para nosotros es más difícil hacer nuestro trabajo y que esto nos está marcando una pauta de lo difícil que va a ser cubrir en este año electoral”, expresó un panel del programa Esta Semana, que se transmite hoy a las 8:00 p.m. en los canales de Youtube y Facebook de CONFIDENCIAL.

Un “plan mayor” contra prensa independiente

El editor jefe del diario La Prensa Eduardo Enríquez también considera que al régimen le ha “dolido” la resiliencia demostrada por el periodista Carlos Fernando Chamorro, director de CONFIDENCIAL y Esta Semana y su equipo, tras la ocupación del edificio del medio de comunicación en 2018. No obstante, este segundo robo y allanamiento, considera que es parte de un plan mayor contra el periodismo independiente que busca imponer la narrativa de los medios oficialistas sobre el proceso electoral.

“Yo definitivamente creo que esto es parte de un plan, a mayor profundidad en contra de todo el periodismo independiente (…) El objetivo aquí es ver lo que ellos están tramando hacer, que su narrativa, por decirlo así, de las elecciones sea la que se imponga y para eso es vital para ellos tener apagados, debilitados y, si es posible, cerrados todos los medios independientes”, sostuvo Enríquez.

El observatorio de la organización Periodistas y Comunicadores Independientes de Nicaragua (PCIN) ha contabilizado, desde la mitad de diciembre de 2020 hasta abril 2021, 740 agresiones contra el periodismo independiente, confirmó Cristopher Mendoza, miembro de la organización y periodista de Onda Local, quien también participó en el panel. Mendoza aseguró que en los departamentos del país los periodistas también corren mucho riesgo, pero las agresiones muchas veces ni siquiera se documentan.

Escalada de violencia contra periodistas

La escalada de violencia contra el periodismo se padece mucho más durante la reportería, ya que los colegas deben estar atentos a los movimientos policiales, a los paramilitares que cubren su identidad con cascos, mientras les toman fotografías, y a los fanáticos orteguistas, que han robado celulares bajo total impunidad.

El periodismo en Nicaragua no solo ha recibido abusos por parte del régimen orteguista, los diferentes grupos opositores también han cuestionado la labor de fiscalizar el poder, cuestionar y decir la verdad, sin sesgo político. En medio de un contexto polarizado, bajo un estado policial de facto y sin la consolidación de un bloque opositor que enfrente a Daniel Ortega en las elecciones, “el reportero tiene que mantenerse lo más objetivo posible… buscando más la veracidad, la verdad”, expresó Enríquez.

“Nuestro rol como periodistas es señalar dónde están las faltas, señalar dónde se están cometiendo los errores”. Así como “le señalamos al régimen los problemas, así hay que señalarle a la oposición todo lo que están haciendo mal porque el objetivo final debe ser, como te dije, la unidad y la salida política es la unidad de la oposición y trabajar en ese sentido”, agregó Enríquez.

Para Delgado los medios independientes gozan de credibilidad entre la población. “La ciudadanía sí sabe a quién le cree, y sabe quién está diciendo una información con múltiples versiones para que tome un criterio, una información profesional, y qué es propaganda”, expresó. Parte de esta credibilidad se construye con los filtros de verificación a los que cada periodista debe someter la información que recibe para evitar caer en fake news, agregó Mendoza.

“No fue por gusto que el régimen también ha creado maquilas, donde tiene a un grupo de gente llenando los medios de comunicación digital, llenando las redes sociales de información que más bien desinforman a la ciudadanía”, sostuvo.    

Los tres periodistas consultados concluyen que pese a la dificultad que implica desempeñar la profesión en el país, y en especial, la cobertura del proceso electoral, los periodistas van a estar ahí.

Enríquez considera que salir el día de las elecciones, el 7 de noviembre será como un “acto temerario” y desde ya recrea el escenario posible: “lleno de paramilitares, lleno de motorizados armados, lleno de policías antimotines amenazantes”. Reconoce que es una tarea difícil para los reporteros, pero que se debe cumplir.

“Podemos nosotros reportar si esa salida es masiva, o si esa salida de la gente es simplemente escasa, y tenemos que ver de qué manera se interpreta, que va a ser el gran reto. No vamos a tener observación, probablemente los fiscales los van a sacar, como los han sacado de las juntas receptoras de votos a los fiscales de la oposición, si hay oposición real. Y todo eso es lo que tenemos nosotros que informar, presentarlo, para que al final, quien le dé seguimiento se de cuenta si lo que se dio ahí fue una verdadera elección o simplemente la población, de alguna manera, rechazó la apuesta del régimen o que fue lo que en realidad sucedió”, expresó. 

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