Oddara, el café que transforma un barrio habanero desfavorecido

La iniciativa convoca al II Festival Akokán de arte e innovación local, que se realizará el 30 y 31 de agosto en su sede en Los Pocitos, en el municipio habanero de Marianao.

IPS Cuba

Akokán promueve trabajos creativos y actividades que desarrollen la localidad.  Foto: Cortesía del proyecto Akokán

HAVANA TIMES – Para disfrutar de platos relacionados con ofrendas a los dioses del panteón afrocubano, un grupo de clientes entra a la sala de la casa de Deborah Vázquez, que de vez en vez se convierte en el café Oddara, una iniciativa privada que apoya el proyecto sociocultural comunitario Akokán.

“Nuestro objetivo es trabajar para el desarrollo de la comunidad, promoviendo trabajos creativos y actividades que desarrollen la localidad. Como un mecanismo para intentar ser sustentables, hemos creado el café Oddara”, explicó a la Redacción IPS Cuba Vázquez, una de las organizadoras de Akokán.

Creado desde 2016 en el barrio Los Pocitos, en el capitalino municipio de Marianao, la iniciativa surgió con acciones aisladas como reparar una acera o un taller con niñas y niños. El entonces delegado de la circunscripción les propuso organizar un proyecto comunitario para legalizar esas acciones.

La sala de la casa de Deborah Vázquez de vez en vez se convierte en el café Oddara. Foto: Cortesía del proyecto Akokán

“En lengua yoruba, Akokán significa corazón, y Oddara, estar bien. Nuestro slogan es “cuando actúas de Akokán, todo está Oddara, es decir, cuando actúas de corazón todo está bien”, detalló Vázquez.

Es en yoruba, agregó, porque en Los Pocitos está muy arraigada la religión afrocubana y ellos utilizan mucho esas frases. “Las asumimos porque trabajamos aquí”, dijo.

Viaje a las raíces

Según la emprendedora, la iniciativa comenzó como una extensión universitaria: el profesor Michael Sánchez, del Colegio Universitario de San Gerónimo, en La Habana Vieja, llevó a sus estudiantes a apreciar los valores arqueológicos existentes en ese espacio y la historia.

“En el siglo XIX, fue una comunidad muy rica en cuanto a la arquitectura, pues en la zona se asentaron personas pudientes de la época, en casas quinta, por los manantiales que tenía el río Quibú”, apuntó Vázquez.

Akokán surgió con acciones aisladas como reparar una acera o un taller con niñas y niños. Foto: Cortesía del proyecto Akokán

“Es un lugar con mucha riqueza cultural, pero que a su vez se encuentra dentro de un asentamiento informal. Estudiamos cómo hacer para mejorar este espacio, mediante esos valores y riqueza cultural, cómo traer turismo, crear empleos y hacer que se desarrolle esa comunidad”, enfatizó.

Los Pocitos acoge unas 6.000 personas y el proyecto realiza acciones en lugares específicos: la escalera, el callejón de Andrade e Indalla, que están muy desfavorecidos en cuanto a nivel cultural y marginalidad, además de que carecen de un espacio para verter basura.

¿Cómo lo hacen?

El café funciona como mesa buffet y regala un ambiente familiar para disfrutar de una experiencia gastronómica.

“Toda la comida es muy sana, sin bebidas alcohólicas, solo jugos y platos inspirados en la cultura afrocubana y que se ofrecen a los santos, sin mezclar los alimentos de origen animal con los de origen vegetal, pues cada vez hay más personas vegetarianas y veganas”, explicó la emprendedora.

No funciona todos los días, sino solo por reservaciones, en especial de grupos de universidades de varias partes del mundo que vienen a hacer estudios acerca del barrio, comunidades desfavorecidas, religiosidad, cultura cubana, de los cuales muchos son coordinados por el estatal Centro de Estudios Martianos.

De acuerdo con Vázquez, el 30 por ciento de las ganancias del café se destinan a sostener Akokán, que en sus inicios se apoyó en donaciones.

El café funciona como mesa buffet y regala un ambiente familiar para disfrutar de una experiencia gastronómica. Foto: Cortesía del proyecto Akokán

El proyecto organiza talleres con niñas y niños, de fotografía, dulcería, manualidades, teatro, narración oral y junto con jóvenes, otros relacionados con la no violencia, para lo cual se acompañan del Taller de Transformación Integral del Barrio de Los Pocitos y de Zamora-Coco Solo, que son entidades adscritas al gobierno municipal.

“A la semana realizamos más de 10 acciones, sobre todo en el verano, cuando estamos abiertos cinco días”, sostuvo.

Otra vía de sostenimiento es la red de patios solidarios, que agrupa a pequeños agricultores de la zona, que entregan sus productos gratuitamente o a muy bajos precios, como una forma de contribuir al proyecto.

A su vez, Akokán les proporciona semillas, herramientas y capacitación sobre permacultura y también los desechos orgánicos del café para que elaboren compost.

La comida es sana, sin bebidas alcohólicas, solo jugos y platos inspirados en la cultura afrocubana. Foto: Cortesía del proyecto Akokán

Crecimiento

Como hay meses con más clientes y otros de baja, el equipo participa en cursos de capacitación que les permiten apropiarse de herramientas para lograr mayor visibilidad en las redes sociales.

A su vez, trabaja en la creación de un sitio web de Akokán para revertir la insuficiente promoción actual. Y las autoridades del municipio tratan de asignarles un local para hacer un centro comunitario o de acción.

“Nuestro propósito es que se conformen varios centros de acción dentro de la comunidad y que esta se convierta en una suerte de corredor cultural, que sea algo grande pero no solo circunscrito a un área”, adelantó Vázquez.

One thought on “Oddara, el café que transforma un barrio habanero desfavorecido

  • Es una manera de apoyar a la comunidad…es una iniciativa donde su gente pone todo el esfuerzo y los recursos en el bien del otro…darle motivos a las personas para socializar de manera sana, es muy beneficioso.

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