Nuevas tensiones enfría ambiente EE.UU.-Cuba

Por Patricia Grogg

Esperando y esperando.  Photo: Caridad
Esperando y esperando. Foto: Caridad

HAVANA TIMES, 8 enero (IPS)  – Los gobiernos de Cuba y de Estados Unidos estrenan el nuevo año con fricciones que alimentan un clima poco propicio para las esperanzas de diálogo y distensión abiertas tras la llegada a la Casa Blanca del demócrata Barak Obama, visto inicialmente con simpatía por las autoridades de este país.

Si 2009 terminó con la detención en La Habana de un ciudadano estadounidense, acusado ahora de espionaje, este año comenzó con la reiterada inclusión de Cuba en un listado elaborado por Washington de naciones “patrocinadores del terrorismo internacional”, lo cual convierte a sus ciudadanos en sospechosos de incurrir en prácticas de esa naturaleza.

La Casa Blanca mantiene a Cuba en la relación de naciones terroristas desde 1982. Lo nuevo es que a raíz de un frustrado intento de sabotaje aéreo en el país norteamericano, el pasado 25 de diciembre, los pasajeros procedentes de esta isla caribeña y otros 13 puntos del orbe serán sometidos a controles adicionales al desembarcar en Estados Unidos.

El listado incluye además a Afganistán, Argelia, Irán, Iraq, Líbano, Libia, Nigeria, Pakistán, Arabia Saudita, Somalia, Sudán, Siria y Yemen.

En una extensa declaración difundida este viernes, la cancillería cubana condenó esas nuevas medidas y defendió su “conducta intachable” e historial de cooperación en esa materia, que figura además en una propuesta de agenda para el diálogo presentada al gobierno de Obama a mediados del pasado año.

Este mediodía, la televisión cubana mostró manifestaciones de apoyo al comunicado oficial y en rechazo a la inclusión cubana en esa “bochornosa lista”, en centros educacionales, empresas y organismos estatales.  “Nosotros no exportamos terrorismo, exportamos salud”, dijo un trabajador entrevistado para el noticiero televisivo.

“Cuba rechaza, por ilegítimo, el mecanismo mediante el cual el gobierno de Estados Unidos se arroga el derecho a certificar la conducta de otras naciones en materia de terrorismo y a emitir listas discriminatorias y selectivas, con fines políticos”, señaló en su declaración el Ministerio de Relaciones Exteriores.

Cuba acusa a Washington de doble rasero

A la vez, acusó a Washington de asumir una postura de “doble rasero al no juzgar y permitir que sigan en libertad los responsables confesos de horrendos actos terroristas contra Cuba”, a causa de los cuales 3.478 personas murieron y otras 2.099 quedaron mutiladas, según cuentas de la cancillería.

Oeste de La Habana, foto: Caridad
Oeste de La Habana, foto: Caridad

Al respecto recordó la voladura de un avión de pasajeros de Cubana de Aviación, el 6 de octubre de 1976, cuando sobrevolaba las costas de Barbados, que causó 73 muertes y constituyó el primer acto terrorista contra una aeronave civil, en pleno vuelo, en el hemisferio occidental.

“Sus autores, Orlando Bosch Ávila y Luis Posada Carriles han vivido y aún residen impunemente en Miami, el primero, gracias al perdón presidencial de George Bush (1989-1993) y, el segundo, en espera de un prolongado juicio por mentir y obstruir la justicia en un proceso migratorio y no por los cargos de terrorismo internacional que merece”, dijo el texto.

Tras recordar que Cuba es “Estado Parte de los 13 convenios internacionales existentes en materia de terrorismo” y cumple todas sus obligaciones en esta esfera, la cancillería afirmó que este país ha cooperado, incluso activamente, con el gobierno de los Estados Unidos.

“En tres ocasiones (noviembre de 2001, diciembre de 2001 y marzo de 2002), Cuba propuso a las autoridades estadounidenses un proyecto de programa de cooperación bilateral para combatir el terrorismo, y en julio de 2009, Cuba reiteró su disposición a cooperar en esta esfera”, detalló el comunicado.

En la última fecha mencionada, el tema está incluido en una agenda que el gobierno cubano de Raúl Castro expuso al de Obama en julio pasado ante un eventual proceso de diálogo dirigido a mejorar las relaciones bilaterales. La enumeración de asuntos abarca, entre otros, el cese del bloqueo económico y la exclusión de Cuba de listado de países terroristas.

Durante su campaña electoral, Obama dejó abierta la posibilidad de desarrollar una diplomacia directa con Cuba, en tanto luego de sumir el cargo, en enero de 2009, eliminó las restricciones para el envío de remesas y los viajes de residentes de origen cubanos a su tierra natal pocos.

Pero en las últimas semanas se evidencia un retorno a épocas de crispación en ambos lados del estrecho de Florida.  En ese contexto, analistas cubanos tienen la impresión de que el sector de derecha que controla el poder en el actual gobierno demócrata no está interesado en mejorar las relaciones con el gobierno de Castro.

En su último discurso, el 20 de diciembre, el mandatario cubano aseguró que se mantienen intactos los instrumentos de la política de agresión a Cuba. El gobierno de Estados Unidos no renuncia a destruir la Revolución y generar un cambio de nuestro régimen económico y social”, aseguró Castro.

El clima de crispación se vio alimentado por la detención el 5 de ese mes de un ciudadano estadounidense a quien el presidente del parlamento cubano, Ricardo Alarcón, involucró esta semana con una empresa “que contrata para los servicios secretos norteamericanos” y es investigado por las autoridades de la isla.

A su vez, el gobierno estadounidense alegó que esa persona, que no ha sido identificado ni en Washington ni en La Habana, “no está asociada con nuestros servicios de inteligencia” y viajó a Cuba como parte de un proceso de apoyo a ciudadanos cubanos a conectarse a Internet, comunicarse y expresar sus opiniones.

El hombre fue arrestado cuando se disponía a viajar de regreso y según las autoridades durante su estancia se dedicó al abastecimiento ilegal y con fines subversivos de “sofisticados” medios de comunicación vía satélite a agrupaciones de la sociedad civil.

En su declaración, la cancillería instó nuevamente al gobierno de Obama a poner en libertad a los cubanos Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y René González, presos desde hace más de 11 años en cárceles de Estados Unidos, bajo cargos no probados de espionaje.