Ni una menos 2.0

Por Javier Herrera

HAVANA TIMES – No me gusta escribir sobre el mismo tema más de una vez, pero la realidad me lo impone. El día 6 de febrero del presente año publicaba yo en las páginas de Havana Times un artículo denunciando y alertando sobre el fatal saldo de muerte que estaba dejando la violencia de género para la mujer cubana. El artículo se llama 2.0 solo por ponerle un nombre porque en realidad el grito no es solo mío y no ha sido lanzado dos veces sino miles y retumba en los oídos sensibles que lo escuchan.

Desde el 6 de febrero diversos actores de la sociedad civil cubana han hecho un llamado y alerta similares. En especial es de agradecer a l Observatorio de feminicidios de Yo Sí Te Creo Cuba y al Observatorio de Género de la revista digital El Toque por su ingente labor al llevar estadísticas de los hechos de violencia de género, investigar los casos que llegan a su conocimiento y hacer públicos  los resultados; todo eso a pesar del acoso y persecución de las autoridades policiales que deberían estar haciendo ese trabajo.

Sin importar las voces de quienes acusan, el Estado cubano se mantiene indolente y apenas se digna a realizar el trabajo policial una vez cometido el asesinato. Desde el 6 de febrero hasta la fecha han sucedido 40 feminicidios más para alcanzar la espeluznante cifra de 46 asesinatos de mujeres (incluyendo una chica trans).

Hace unos días Mariela Castro, directora del CENESEX e hija del ex presidente de la República de Cuba Raúl Castro, declaraba que en Cuba están dadas las condiciones para la seguridad frente a hechos de violencia de género mediante la Federación de Mujeres Cubanas y el cuerpo de leyes tanto civiles como penales.

Su discurso me indignó por descaradamente falso. A pesar de que Cuba tiene en estos momentos una Constitución casi de estreno, un Código de Familia recién aprobado y puesto en vigor y un Código Penal que entró en vigor apenas el año pasado, ninguno tipifica y condena el feminicidio como un delito de carácter especial.

Por otra parte, las acusaciones de violencia de género suelen saldarse con una multa para el agresor si es que recogen la denuncia, pues casos se han dado en que la policía se niega a aceptar la acusación.

Es de señalar que el caldo de cultivo del feminicidio es la violencia de género, y que esta comenzó mucho antes del desenlace fatal. Por este motivo, sería razonable pensar que un trabajo serio frente a la violencia de género podría redundar en la disminución de casos. Pero si sumamos la floja actuación de la policía y tribunales frente a tales hechos nos damos cuenta que no existen las condiciones reales para erradicar el mal que intenta echar raíces en nuestra tierra.

La mentada Federación de Mujeres Cubanas, tan ponderada por el régimen de la Habana, es una organización femenina que apenas se dedica a indicar acciones progubernamentales a sus miembros. Mientras no realiza un estudio y estadística de violencia de género, al menos no públicamente.  Tampoco brinda opciones de protección directa, refugio o reubicación a mujeres afectadas por la violencia.

Muchas veces los perpetradores de feminicidio han estado una y otra vez en las estaciones de policía por causa de la violencia y a los pocos días están de nuevo en la calle acechando, intimidando, maltratando y finalmente asesinando a la víctima. Entonces sí se arma un gran operativo de búsqueda y captura para atrapar al asesino… entonces no importa la condena que se le imponga al malhechor, la vida de la víctima ninguna condena la repondrá.

Mientras esto sucede el Estado cubano, mediante la policía, persigue y acosa a quienes se atreven a realizar el trabajo que le corresponde a él, con violencia muchas veces incluida.

A quien 46 feminicidios le parezca poco o no le diga mucho me gustaría decirle que una, solamente una mujer,  víctima de  violencia de género es demasiado y por lo mismo intolerable. Venimos de una mujer, nos amamanta una mujer, la mayoría de las veces son mujeres las responsables de nuestra crianza y educación, nos casamos con una mujer, tenemos nuestra descendencia con una mujer…  sería lógico que cuidáramos de la mujer en vez de maltratarla y asesinarla.

Para poner el dato en un contexto comparativo veo prudente señalar que el año pasado, observatorios independientes documentaron 34 feminicidios, mientras que en el presente vamos por 46 sin haber llegado a mitad del año aún. Para hacer el dato más terrorífico, si es que se puede, le señalaría que se está asesinando a una mujer cada 3.82 días, lo que es una mujer asesinada cada 3 días y 20 horas.

La hora de parar la masacre ya pasó, la masacre jamás debió comenzar. Exhorto a los hombres a pararse a pensar qué sentiría y pensara si es su madre la que está sufriendo violencia o es víctima del asesinato… ¿Si fuera su hermana, acaso su hija?

Al Estado cubano, a los medios de información, a los periodistas oficialistas los llamo a tomar conciencia de esta epidemia silenciosa. Es hora de denunciar en cuanto medio sea posible, Es hora de tomar medidas eficaces y efectivas para detener la sangría. Es inaceptable que el Estado no tome medidas urgentes. Diversas organizaciones feministas de la isla llevan tiempo reclamando un Estado de Emergencia por Violencia de Género…eso no es una ¨patraña del imperialismo¨, son nuestras mujeres muriendo, dejando niños desamparados, familias desoladas… ¿Qué más necesita el Estado cubano para tomar cartas en el asunto?

Medidas hay:

  • Información veraz e inmediata de los hechos de violencia de género
  • Publicación de estadísticas veraces sobre el tema
  • Trabajo educativo enfocado en la sociedad en general, mediante los medios de comunicación masivos, en escuelas y centros educacionales
  • Trabajo profiláctico mediante trabajadores sociales, psicólogos, policía, tribunales y demás instituciones y factores que podrían tener incidencia en el tema
  • Creación de refugios y capacidades de reubicación para las víctimas de violencia
  • Declaración de Estado de Emergencia por Violencia de Género
  • Creación de líneas telefónicas calientes para la denuncia de la violencia y orientación anónima a la victima
  • Tipificación del feminicidio como un delito especial, así como el endurecimiento de las condenas por el mismo

… y muchas otras que profesionales especializados en el tema o con más conocimiento de causa podrían sugerir

Leyes por sí solas no detendrán la matanza. Es un problema multifactorial y por lo mismo hay que atacarlo desde diferentes ángulos… Solo hace falta la voluntad de hacerlo.

Mientras el Estado cubano se digna a atender tantas voces que gritan, me vuelvo a Dios y clamo:

¡Dios mio, por favor, NI UNA MAS!